Julián Muñoz tirará de la manta: sin rastro del dinero y gastos millonarios en Isabel Pantoja

"El fuego está encendido, la leña arde...". Permítannos que empecemos parafraseando a Isabel Pantoja y su 'Se me enamora el alma', que tanto éxito alcanzó y que tantas parodias conoció -la más celebrada, la de la denominada Pantoja de Puerto Rico en 'Crónicas marcianas'- para hacer una analogía de la situación que vive ahora la tonadillera con respecto al que fuera uno de sus amores menos afortunados, Julián Muñoz, cuya ruptura anunció en una exclusiva en '¡Hola!' en febrero de 2009: "Mi relación con Julián ha terminado. Ha sido una decisión muy dolorosa". El exalcalde de Marbella había obtenido el tercer grado penitenciario en octubre del año anterior y se había instalado en Mi Gitana, pero su relación ya se había hecho añicos. De hecho, ya llevaban meses sin que sus caminos se cruzasen.

Ahora Mediaset, a la espera de tener material grabado de 'En el nombre de Rocío' y listo para emitir, y ante la pujanza en audiencia de Antena 3, que puede ganar el segundo mes consecutivo, ha sacado toda su artillería anunciando lo que ellos denominan una docuserie, en este caso con el que fuera primer edil de la localidad malagueña como protagonista. El título es, como en el caso de Rocío Carrasco, evocador y toda una declaración de intenciones, 'No es la hora de la venganza, es la hora de la verdad'.

En el teaser (o si lo prefieren 'cebo') que ya ha lanzado Telecinco vemos a Julián Muñoz respondiendo a las preguntas en off de Paloma García-Pelayo, quien está detrás de las entrevistas que le servirán a Muñoz para contar 'su verdad', esa expresión tan habitual de ciertos famosos en los platós de televisión que viene a ser un sinónimo de 'punto de vista': para tener una visión global de los acontecimientos habría que contrastar sus informaciones con la hemeroteca, los autos judiciales y con la propia versión de la intérprete de 'Marinero de luces' y 'Hoy quiero confesar'.

Las cuestiones de Pelayo seleccionadas para abrir el apetito de la audiencia son que si Isabel le dejó de querer cuando se acabó el dinero, a lo que él responde con un escueto y contundente "claro"; qué es lo que más le gustaba de ella, sin que se pronuncie más que con una mirada que pretende valer más que mil palabras, y, por último, sentencia con dos frases, que pueden ser el hilo argumental de la docuserie: "Me salió muy cara. Se lo digo a ella y a la cara". Lo que cabe preguntarse es qué aportará de novedoso, pues en estos años han sido numerosas las diatribas contra la protagonista de 'Yo soy esa' y 'El día que nací yo', en intervenciones televisivas y entrevistas remuneradas en prensa escrita. O si encontraremos más sustancia (o placer culpable por que desvele entresijos privados de su relación personal) que en 'La cruda verdad', las memorias que publicó desde la cárcel en 2013.

Sea como fuere, son muchas las vivencias que Julián Muñoz compartió con la tonadillera durante su tumultuosa relación, que podría haber comenzado entre septiembre y diciembre de 2002 (otras fuentes hablan de 2003, tiempo después de que ella rompiera con Diego Gómez). Consciente de las consecuencias legales que pueden tener sus afirmaciones, es previsible que no cometa el mismo error que su exmujer, Mayte Zaldívar, quien manifestó en el programa 'A tu lado' que su marido llevaba a casa dinero en bolsas de basura, supuestamente procedentes de comisiones ilegales. "No se recató en repetirlo una y otra vez, y en todos esos programas siempre se afanó en demostrar que sabía mucho más de lo que decía sobre la corrupción de Marbella", recogía una crónica de 'El País' de noviembre de 2006, en plena explosión del caso Malaya y de detenciones mediáticas, en las que el periodismo judicial y la crónica social fueron de la mano.

La salud del exalcalde

Julián Muñoz seguramente sea consciente (y estará legalmente asesorado) de que habrá ciertas líneas rojas que no podrá traspasar y que hay imprudencias que pueden salir muy caras o ponerle a uno al filo del abismo. Como cuando le pillaron en un renuncio después de que el Ministerio de Justicia le concediera un estatus previo a la libertad condicional, por "razones humanitarias y dignidad personal", algo que él dejó plasmado con una frase apocalíptica: "No me dejéis morir en la cárcel". Le pillaron en un "esto no es lo que parece": en ese contexto de supuesto y enorme deterioro físico, fue grabado bailando con brío y poderío sevillanas de madrugada en la urbanización Calahonda, cercana a Marbella, sin que ni a los presentes ni a los que vieron el vídeo, que se viralizó, les pudiera hacer pensar que su situación era grave y mucho menos terminal, que era el argumento que esgrimía la Fiscalía para oponerse a su excarcelación.

En ese contexto comenzaron a proliferar imágenes suyas de una vida que aparentemente no se correspondía con la de alguien que ante los tribunales aparecía mermado físicamente e incluso con dificultad para contener las secreciones salivales a la hora de hablar. Ahora, desde el pasado mes de junio, disfruta de la libertad condicional por "enfermedad grave e incurable", cumplidos los 74 y, según sus propias palabras, "en la cuesta abajo".

El silencio de Mayte Zaldívar e Isabel García Marcos

¿Qué puede contar Julián Muñoz y hasta dónde puede llegar? Se tendrá que remontar a los prolegómenos de su relación, cuando él contrató a la viuda de Paquirri, en su potestad de alcalde de Marbella, para ser imagen de la localidad, y cómo se llegó a esa tesitura de "en mi matrimonio éramos tres", como diría Lady Di a propósito de la relación de su marido, el príncipe Carlos, con Camilla Parker-Bowles. Porque Muñoz, según su exmujer, "se había comido muchos filetes, pero nunca se había llevado la vaca". También será interesante escuchar quién marcó el compás en aquel Rocío en el que desafiantes miraban al mundo cogidos de la mano, imbuidos de amor, para subidos en una carreta, como si una película de John Ford se tratase, recorrer los procelosos caminos del amor y el desamor.

Este medio se ha puesto en contacto con Mayte Zaldívar, exmujer de Julián Muñoz, y con Isabel García Marcos, también encausada por el caso Malaya, pero ninguna ha querido hablar sobre un producto televisivo y un personaje que, si nos atenemos a la lógica periodística, debería pronunciarse sobre las cuestiones que le llevaron a entrar en prisión, al igual que a Isabel Pantoja.

Este es el parecer de Rosa Villacastín, quien nos atiende telefónicamente e incide sobre Mi Gitana, el que fuera nido de amor de la pareja en la lujosa urbanización La Pera de Marbella y que, como una metáfora involuntaria, fue demolida y reducida a escombros en agosto de 2017. "Tendría que aclarar si fue él quién compró la casa, a la que siempre iba de vacaciones Consuelo Font, porque la reservaban todos los veranos, hasta que llegó Julián y se la pagó con dinero contante y sonante. Me lo contó el dueño. Y después ella solicitó una hipoteca para sacar dinero. Puede contar eso, que no lo ha contado hasta ahora", dice en alusión a la hipoteca suscrita por la ya extinta sociedad Panriver 56 SL y a la mansión en la que Pantoja sería detenenida la medianoche del 2 de mayo de 2007.

Las preguntas de Rosa Villacastín

La propia Font, periodista de 'La Otra Crónica', corroboraba en su momento las palabras actuales de Rosa: "Fue nuestra casa de veraneo durante doce años. Era maravillosa, pero muy cara. Mi padre pagaba 2.222.000 (de pesetas) por un mes y unos días por el alquiler. En mayo de 2003 el propietario nos comentó que había procedido a la venta de la casa. Preguntamos quién se la había comprado y contestó, con naturalidad: "Me la ha comprado el alcalde de Marbella, me ha pagado a tocateja. No me he podido resistir".

A propósito de la hipoteca y la venta de la casa, el equipo legal de Pantoja se pronunció en febrero de este año: "Panriver 56 SL vendió dicha finca pagando todas y cada una de las deudas que pesaban sobre dicha finca. El precio de venta íntegramente se destinó a pago de la hipoteca, cargas y gastos de la compraventa. Son falsas las manifestaciones sobre paraíso fiscal donde se acusa a mi representada de tener fondos de la venta, la cual es pública notarialmente y registrada a efectos fiscales en Agencia Tributaria y Hacienda Local de Marbella".

Villacastín incide también en el altísimo nivel de vida que llevaban el tándem Muñoz-Pantoja: "Puede contar que cerraban las tiendas para ella y que gastaba cantidades ingentes de dinero. No es que fuera muy listo, porque era como una especie de secretario que tenía Jesús (Gil), que lo que no quería firmar Jesús se lo firmaba este y le pilló el toro a este y al otro no. Cuando conoce a Isabel se enamora perdidamente de ella. No se puede creer en su fuero interno que una artista de este calibre se enamore de él y pierde los papeles. Es cuando comienza a hacerle todos esos regalos... Con lo que no contaba era con el cabreo de Mayte cuando cuenta lo de las bolsas de basura, que es en realidad la que lo destapa todo. Creo que con Mayte no se va a meter, porque ahora se llevan bien".

Y la periodista se plantea otra cuestión esencial en este ejercicio de tirar de la manta de Muñoz: "¿Dónde tienen el dinero? Tanto él como ella. Ese es el tema... Acuérdate que se echó una novia más joven, que iba mucho a Gibraltar y de hecho hay gente que piensa que él tiene dinero allí". Rosa se refiere a Karina Pau. Muñoz solicitó en 2010 poder desplazarse hasta allí una vez a la semana para ver a su familia política, pero el Juzgado de Instrucción número 5 de Marbella determinó que si quería verlos debía hacerlo en territorio español.

"De igual manera, ¿dónde tiene el dinero Isabel Pantoja? Con todo el dinero que ha generado... Esa es la pregunta de todo este tinglado. Porque esta mujer, con Telecinco fueron 2 millones... Cuando hablan de su hermano (Agustín Pantoja), siempre digo que es un sacrificado pegado a sus faldas, porque ni viajan, ni van a restaurantes buenos, ni se hacen cruceros... Ahí están metidos en Cantora, cociéndose en su salsa. Julián y ella dejaron un agujero negro en Marbella. Ella se veía como alcaldesa y actuaba como si fuera una primera dama", sentencia la periodista.