Vídeo: Las últimas imágenes de Jaime Ostos disfrutando en Colombia

Este sábado 8 de enero el mundo del toreo se vestía de luto al perder a uno de sus míticos diestros, Jaime Ostos, quien falleció a los 90 años de edad a causa de un infarto. La muerte se produjo en Colombia, donde había pasado unos días de vacaciones y cuando estaba a punto de coger un vuelo para volver a España.

Jaime Ostos y su mujer, Mariángeles Grajal, llegaron a Colombia el 30 de diciembre para pasar estas fechas con sus grandes amigos Ivette Uhia y el torero Gitanillo de América. Volaron desde Madrid a Bogotá y de ahí a Cartagena, donde permanecieron hasta después de Reyes.

Los días cartageneros de Jaime Ostos y Mariángeles Grajal con sus amigos españoles y colombianos estuvieron repletos de fiesta y alegría. El matrimonio, muy querido, acudió el primer día a una cena en casa de la empresaria y presidenta de la Asociación Española Contra el Cáncer de Marbella, Maika Pérez de Cobos.

Allí tomaron las uvas con el grupo de amigos colombianos y españoles, entre los que se encontraba Vanitatis. Hubo mariachis, pasodobles y varias sevillanas que bailaron Ostos y Grajal.

Ostos y su mujer, Mariángeles Grajal, junto con su grupo de amigos, celebraron por anticipado a las seis de la tarde (hora colombiana) las doce campanadas que fueron retransmitidas por Televisión Española. Al finalizar, Ostos quiso demostrar personalmente cómo había que utilizar el capote y realizó varios pases. Este capote lo llevó su gran amigo, el torero ya retirado Gintanillo de América, como un homenaje. Al entrar en la casa sonó un pasodoble y Ostos saludó en modo torero. “Solo me falta la montera”, dijo.

Jaime Ostos presumía de los años que tenía. Aunque cumplía 91 en abril, ya los adelantaba. Era el primero que animaba la fiesta, como hizo este fin de año en la plaza de San Pedro Claver de Cartagena. Acudió con el grupo de amigos españoles y colombianos a la cena que se organizaba para festejar el nuevo año en el recinto cartagenero. Una vez que comenzó a tocar la orquesta, se levantó de su silla y salió a bailar. A continuación, le imitaron el resto de asistentes. Y comenzó el 'rumbeo' gracias a la genialidad de Ostos al animar la noche.

El siete de enero volvieron a la capital y tenían un vuelo de regreso el 8 en la compañía Iberia. Antes de su vuelta, Jaime Ostos quiso recorrer los lugares más emblemáticos de Bogotá relacionados con su carrera taurina.

Visitaron la plaza de Santa María, donde Ostos tuvo tantas tardes de gloria y donde el matrimonio homenajeó al mundo taurino español y colombiano. Después visitaron el hotel Tenquendama, que era el establecimiento donde se instalaba Jaime Ostos mientras estuvo en activo.

Lamentablemente, su corazón le falló antes de poder volar de regreso a España.

DEP