La llegada de Mari Ángeles Grajal a España con las cenizas de Jaime Ostos y los detalles de su último adiós

Mari Ángeles Grajal ya está en España. Salió ayer martes desde Bogotá con las cenizas de Jaime Ostos. Acompañada de Ivette Uhia, íntima amiga a la que tanto ella como su marido consideraban familia, tomaba un vuelo de Air Europa a las 20:45, hora colombiana. Para la doctora ha sido “el viaje más triste de mi vida, que nunca imaginé ni en mis peores sueños que tendría que hacer. Estoy en shock y no sé como me voy a recuperar. Lo único que puedo es dar las gracias. Tanto en Colombia como en España los amigos se han volcado para intentar animarme. Es terrible”, contaba a Vanitatis horas antes de embarcar.

Los trámites burocráticos los solventaron Ivette y su marido, Gitanillo de América. José Hidalgo, propietario de la compañía Air Europa, y su hija María José gestionaron el traslado de la doctora Grajal, Uhia y las cenizas del torero.

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Paloma Barrientos

La llegada al aeropuerto Adolfo Suárez tenía lugar este mediodía. En la salida la esperaban su hijo Jacobo, María Gabriela Ostos Alcalá y familiares de la doctora, que regresó muy triste y con el componente de tragedia inesperada que ha supuesto el fallecimiento de Jaime Ostos a los 90 años. Para la neumóloga, volver a su chalet de Villaviciosa de Odón donde ha sido tan feliz con su marido “va a ser muy difícil. Jacobo va a ser mi gran apoyo”, recordaba a Vanitatis.

En Bogotá, ya se celebró un funeral el lunes pasado en la iglesia de Santa Rita, a la que acudieron seguidores y amistades colombianas, así como el embajador de España. Su amigo Gitanillo de América, también torero, le dedicó una emotiva despedida cantando desde el altar: ‘Algo se muere en el alma cuando un amigo se va’.

Funeral en España

En España está previsto un funeral en la iglesia madrileña de Santa de Santa Bárbara el próximo 20 de enero a las 20:15 de la noche. Esta ceremonia religiosa la han convocado la viuda y los cuatro hijos que tuvo Ostos con sus tres mujeres: Jaime, Gabriela, Jacobo y Gisela. Después habrá un gran homenaje en la plaza de toros de la Maestranza en Sevilla. La urna con las cenizas dará la vuelta al ruedo en una de las plazas más importantes junto con la de Ventas en la vida profesional de Jaime Ostos.

Jaime Ostos y la doctora Grajal vivían en un chalet en la localidad de Villaviciosa de Odón (Madrid) desde que se casaron. Lo hicieron en dos ocasiones. Primero en 1987 en el juzgado y en el 2015 por la iglesia. A Ostos le hubiera gustado celebrar su segundo matrimonio en la finca Yerbabuena, propiedad de su colega y amigo Ortega Cano, pero problemas burocráticos con los papeles de uno de los dos contrayentes lo impidieron. Por fin lo hicieron en la iglesia de Villaviciosa de Odón con la única presencia de su hijo Jacobo y de los padres de la doctora.

Jaime Ostos y Mari Ángeles Grajal tenían una vida cómoda, sin sobresaltos económicos y socialmente muy activa. “Era pura energía y en estos últimos meses tras pasar el covid me decía: ‘No quiero que la muerte me pille en la cama’. Y el destino ha hecho que fuera como él quería”. Una de las últimas veces en las que se pudo ver al torero fue en noviembre en la entrega de premios organizados por la peña taurina Las Meninas de España, creada por la doctora. La infanta Elena fue nombrada Menina de Honor.

Respecto al patrimonio del torero en la actualidad, y según el Registro Mercantil, aparece solo como administrador de una empresa, Karember Relax y Belleza, fundada en 2004 y sin actividad. Cuando comenzó a triunfar adquirió una finca en la zona de Écija donde había nacido que con el tiempo vendió. Jaime Ostos tuvo dos hijos con Consuelo Alcalá (Jaime y María Gabriela), uno con Mari Ángeles Grajal (Jacobo) y con Aurora Díaz a Gisela. La doctora Grajal recuerda las palabras que le decía siempre su marido, al que califica de "energía pura": "No quiero que la muerte me coja en la cama". "Tenía una energía a tope", recalca.