Daniel, el hijo de Rosa Clará, nos cuenta todo sobre su pedida y su boda con Anne-Marie Colling

Fue casi amor a primera vista, lo que en las películas de romance y lujo podría definirse como flechazo. Anne-Marie Colling y Daniel Clará tenían nulas posibilidades de que sus caminos se unieran en algún punto de sus vidas. Se encontraron por casualidad en una cena en Milán, donde la futura nuera de la empresaria estaba realizando un máster en la Universidad Bocconi. En cuanto finalizara los estudios, tenía intención de volver a Chicago, donde nació y donde viven sus padres. Daniel, por su parte, acababa de regresar de Hong Kong, donde había pasado unos años encargándose de temas relacionados con la firma en China, además de perfeccionar el mandarín, idioma que domina.

Daniel se licenció en arquitectura, estudió en Estados Unidos varios másteres y, cuando volvió a España, decidió dirigir los pasos profesionales a la empresa familiar, donde forma parte del consejo de administración. En 2019 se incorporó laboralmente, desempeñando tareas de todo tipo en el engranaje de la compañía.

Retomando la historia sentimental, el destino les colocó juntos esa noche y fue entonces cuando comenzó una relación que acabará en boda, como cuenta el propio Daniel a Vanitatis: “A partir de ese día empezamos a vernos y decidimos hacer un viaje por la Toscana, que fue definitivo para tomar la decisión de que era la mujer de mi vida. Y así se lo dije a mi madre, que estaba encantada con la idea de que nos casáramos y más aún de tener nietos”. Cuando terminó el máster, Anne-Marie ya no volvió a Estados Unidos y se instaló en Barcelona con Daniel.

El siguiente paso fue organizar la petición. “En navidades estaba previsto que vinieran sus padres y entonces íbamos a aprovechar que estábamos todos juntos para esa celebración. Yo le había encargado una sortija a un amigo joyero y me la entregó unas semanas antes. Estaba todo decidido, pero el covid desbarató los planes. Podían venir, pero a lo peor la vuelta a Chicago se complicaba”.

En cuanto a la fecha de boda aún está por decidir: “No queríamos que la etapa de novios fuera muy larga. Pero surgió el problema de las bodas de nuestros amigos que ya estaban cerradas. Tenemos siete seguidas este año y no nos parecía bien adelantar la nuestra y crear conflictos. Nos gustaría que fuera en la primavera del año que viene”.

Daniel Clará tiene por delante un futuro empresarial importante ya en Barcelona, aunque viaja mucho. “Me están dando muchas responsabilidades y es mejor que esté ya instalado en España. Estoy en varios frentes: en marketing, en producto, en ventas. Es una manera de tener una visión global de la empresa”. Antes de esto, estuvo un año recorriendo varios departamentos, como nos cuenta: “Desde el embalaje de los vestidos al túnel de planchado, el control de calidad, conducir las furgonetas con los trajes. Aprendí lo que son los mimbres de una compañía que a mi madre le ha costado mucho levantar y mantener. Hacemos dieciséis colecciones de novia al año y cuatro de fiesta. Formo parte de un equipo fantástico y muy sólido”.

La madre, Rosa Clará, está feliz con el compromiso de su único hijo: “Estoy muy ilusionada con la boda y sobre todo con tener muchos nietos”. Como es natural, Anne-Marie Colling irá vestida ese día con un diseño de la casa, como confirma la propietaria: “Va a ser un auténtico reto vestirla. Dani ha crecido rodeado de trajes de novia. Va a ser difícil sorprender a mi hijo y, más aún, mantener en secreto los detalles de los diseños que lucirá Anne-Marie”, concluye la empresaria.