Astrid
VANITATIS STUDIO

Astrid
Gil-Casares
“He vivido
con miedo,
pero ya
no lo tengo”

VANITATIS STUDIO

Astrid
Gil-Casares
“HE VIVIDO
CON MIEDO,
PERO YA
NO LO TENGO”

Astrid


Guionista, actriz ocasional, empresaria de productos saludables y escritora, la exmujer de Rafael del Pino charla con Vanitatis sobre el lanzamiento de su segunda novela

Texto: Paloma Barrientos
Dirección de Arte: Bolívar Alcocer
Fotos: Chus García
Agradecimientos: Cabaña Marconi

A strid Gil-Casares ha publicado su segunda novela con un título sugerente: ‘Ese jueves al anochecer me subí al tren’ (Círculo Rojo). Una novela donde una mujer, Lena, decide dejar su trabajo fijo para iniciar su propio negocio. Es el hilo conductor para dibujar una trama donde la amistad, la maternidad, los amores tóxicos y otros sinceros sirven para desarrollar una historia que tiene muchas coincidencias con la vida de la autora.

Astrid es economista y trabajó durante años como analista financiera hasta que se casó. Es mujer de mundo, y eso la ayudó a superar un divorcio complicado con el presidente de Ferrovial, Rafael del Pino, con el que tuvo tres hijas. Esa etapa superada y procesada le ha valido para desprenderse de amistades que no lo eran, renovar las que sí son de verdad y buscarse la vida a través de lo que más le gusta, que es escribir. Tiene previsto presentar su empresa de productos saludables Self Pit Stop, que es la misma que pone en funcionamiento Lena, la protagonista de su novela.



Astrid

Astrid Gil-Casares, con un ejemplar de su nueva novela.


¿Por qué esta segunda novela?

Tengo facilidad para escribir, me gusta y forma parte de mi vida. Este verano cancelé un viaje que tenía con amigos para terminar la novela, y la verdad es que no me atrevía a decir que estaba encantada quedándome en casa y haciendo lo que me gusta. Me sentía mal diciendo que tenía que trabajar porque disfruto tanto escribiendo que no me importaba cancelar el plan.

¿No te has encontrado nunca con una página en blanco y no saber cómo llenarla?

La verdad es que no. Y la idea de este libro nace también por los muchos mensajes que recibí y sigo recibiendo de mujeres que me pedían otra historia después de haber leído la primera. En aquel momento me imaginaba una presentación con entrevista que nunca se pudo hacer porque nos confinaron. Funcionó el boca a boca, y esos mensajes de cariño, de afecto y sobre todo dándome las gracias porque les había ayudado fueron la mejor presentación.

La anterior novela, ‘Nadie me contó’, era una especie de catarsis de Gael, la protagonista, que sufre un divorcio devastador y se queda con la autoestima por los suelos. Ahora, Lena es el tipo de mujer que se reinventa profesionalmente sin la carga de cuentas pendientes con un marido que prácticamente no existe.

Así es. Gael tiene que reconstruirse con un alma completamente rota, y Lena ya tiene otra perspectiva de vida muy diferente y con un proyecto personal y profesional importante. Y absolutamente superado el divorcio.



Astrid

Gil-Casares, en un momento de la entrevista.


¿Tú también tuviste el alma rota?

Sí, yo tuve que reconstruirme y lo hice después de un divorcio muy duro. He vivido unos años de mi vida con miedo y ya no lo tengo. Al no tener miedo eres libre y eso me da una gran seguridad.

Tus tatuajes son tus señas de identidad. Decías que eran tu escudo por tus genes vikingos. ¿Has tenido que hacerte alguno más?

No me he hecho nada nuevo y te diré que tampoco tengo intención de quitarme los que tengo. Lo mío no era una rebeldía de adolescente porque el primero me lo hice con 44 y el último con 46. Y por ahora no tengo intención de repetir, aunque soy de las que piensan que nunca hay que decir nunca jamás.

"Yo tuve que reconstruirme y lo hice después de un divorcio muy duro"


¿Escribir es una terapia para ti? Las protagonistas de tus libros pasan por circunstancias muy parecidas a las que tú has vivido.

No es una terapia porque escribo con el alma de Lena (la protagonista), no de Astrid. Puede haber experiencias y lugares comunes, pero no es catártico. Por ejemplo, hay escenas de sexo, y si estuviera escribiendo sobre mí, en la primera línea ya me habría muerto de vergüenza.

¿Te ha costado menos encontrar a un editor para esta historia? No es fácil que sin ser conocida en el mundo literario apuesten por ti.

Tengo una comunidad de lectoras importante que estaban pendientes de cuándo iba a escribir la segunda novela. Eso facilita el interés de una editorial. Me he sentido muy arropada y ya me están pidiendo la tercera.



Coque

Un bonito primer plano de la escritora en la Cabaña Marconi.



Esta vez no has tenido que escribir en secreto como comentaste que sucedió con tu primera novela.

No ha pasado nada y se ha distribuido sin problema. Sí es verdad que con ‘Nadie me contó’ me encontré con un muro. Era la primera vez que con un producto de La Esfera de los Libros no se hacía publicidad de la novela y cerraban entrevistas con periódicos y revistas del mismo grupo. Todo eso forma parte del pasado y no hay que dar vueltas. He aprendido a que las cosas fluyan.

En Google buscas tu nombre y apareces como actriz. También fuiste guionista y escritora. ¿Quién es en realidad Astrid Gil-Casares?

Lo de actriz me parece una genialidad en el sentido de que la vez que lo hice el director se desesperaba. A mí lo que me define es la maternidad. Y ahora estoy feliz con el proyecto Self Pit Stop, que son productos que te hacen sentir bien. En la novela, Lena explica en qué consiste porque es su marca.

"Lena (la protagonista) no es frágil y yo sí. Yo he boicoteado amores por esa inseguridad y ella no"


En esta novela hay muchas pinceladas autobiográficas. ¿Qué hay de realidad y ficción?

Quizá existan esas pinceladas, pero también la protagonista habla de la superación profesional, de la amistad entre mujeres, de la maternidad, de las relaciones de pareja, de las inseguridades, de la autoestima. Por ejemplo, Lena no es frágil y yo sí. Yo he boicoteado amores por esa inseguridad y ella no.

Algunos de los protagonistas pueden ser identificados si se sabe tu trayectoria. Por ejemplo, la pareja de Mariana, que acaba siendo un hombre tóxico.

Lo que yo quería contar es que ese tipo de relaciones nos pueden pasar a cualquiera. Hombres embaucadores que hacen daño. Y que en un momento dado las mujeres no son capaces de romper con una relación totalmente tóxica. Y en la historia Mariana lo consigue.



Astrid

Astrid Gil-Casares, en una imagen de espaldas.



¿En tu vida son tan importantes las amigas como para la protagonista?

Imprescindibles. La familia y las amigas son pilares fundamentales de la felicidad en mi vida.

¿Qué queda de la Astrid que tuvo que volver a pisar la tierra? Estuviste casada con el presidente de Ferrovial y tuviste un tipo de vida especial.

Vivía en una estratosfera y con una vida muy fácil. No me tenía que preocupar de nada. De cosas tan tontas como tener que salir de casa con llaves, o aparcar, o hacer colas. Y no pasa nada cuando no lo tienes. Lo más importante es la libertad y no tener miedo. Eso es impagable. Lo otro es una jaula de oro.

Los informativos han abierto con la historia de Iñaki Urdangarin paseando con la que parece ser su pareja. ¿Cómo lo ves como espectadora?

Ver esas fotos me ha producido dolor. Por los hijos, por la familia de todos ellos.

¿Las infidelidades se perdonan o es mejor mirar para otro lado y mantener la calma?

Cada pareja tiene su dinámica y por lo tanto me cuesta opinar. No juzgo, pero no sabría ser feliz. Me produciría una gran inseguridad, me echaría la culpa.



CABAÑA MARCONI

Se trata de una de las terrazas de invierno más conocidas de Madrid, de la que la escritora es cliente habitual y escenario clave de su última novela. Era un merendero escondido en el bosque que se ha convertido en un restaurante imprescindible en la zona de La Moraleja. Quizá porque sigue estando en contacto con la naturaleza, por su enclave y por estas cristaleras que dejan al paisaje pasar. Su carta mezcla lo mediterráneo con la tradición del norte de Europa.