El talento discreto de Celso Bugallo: el actor sin televisión que no se arrepiente de nada

Resulta curioso, pero uno de los actores más talentosos de nuestro país no debutara en la gran pantalla hasta los 52 años. Aunque él quería ser futbolista, el pontevedrés Celso Bugallo arrancó su carrera en el teatro allá por los años 70 y el cine no le sedujo hasta que recibió una llamada de José Luis Cuerda estando él en Ámsterdam. Fue su madre la que le dijo que el director de 'Amanece que no es poco' le andaba buscando y él se volvió corriendo a Galicia.

Aquella película fue 'La lengua de las mariposas', en la que compartió cartel con estrellas de la talla de Fernando Fernán Gómez o su paisano Tamar Novas, que como él forma parte del ascenso gallego a la cumbre del Goya. Una excelente hornada de intérpretes atlánticos con uno o más 'cabezones' que también integran en los últimos años el carismático Luis Tosar, Nerea Barros o Luis Zahera.

Celso Bugallo conseguía su premio Goya al mejor actor de reparto en 2004 por su inolvidable papel en 'Mar adentro' a las órdenes de Alejandro Amenábar. Aunque, como él mismo reconocía en una entrevista con 'La Voz de Galicia', el galardón –que guarda "en un sitio muy visible, en casa, encima de un mueble"– no es su premio favorito. Hoy puede que consiga su segundo 'cabezón', otro premio más para sumar a su palmarés.

"Tengo un premio mejor. Un escrito de Fernando León de Aranoa, uno de sus storyboards. Lo tengo guardado, eso no lo hace cualquier director de cine con un actor", reconocía el veterano intérprete, que ya ha cumplido los 75 años y no se arrepiente de nada hasta la fecha. "Estoy contento con mi carrera y con la suerte que he tenido. He podido demostrar mi preparación y no tengo nada de que quejarme. Tampoco es bueno quejarse".

No es el Goya el único reconocimiento que ha obtenido en su carrera. El primero lo obtendría en 1976 con el grupo de teatro que dirigía y que había fundado en Logroño: el Premio Nacional de Comedias de Teatro por la obra 'El retablo del flautista'.

Junto al realizador madrileño ha rodado también 'Amador' y dos películas de enorme éxito como son 'Los lunes al sol' y la reciente 'El buen patrón', la cinta con más nominaciones en los Goya 2022, incluida una para el propio Bugallo. En las tres aventuras ha compartido reparto con otro grande de nuestro cine, Javier Bardem, ligando así sus carreras en tres exitosas cintas.

La última comedia de Aranoa es un retrato ácido de la 'pequeña' y endémica corrupción española. Esa que todo el mundo reconoce en la pantalla. En parte, gracias a la interpretación de Javier Bardem, que le ha valido una nominación como mejor actor protagonista. En 'El buen patrón', Bardem encarna al presidente de Básculas Blanco. Es un empresario local corrupto, carismático y cínico, que considera a sus empleados "parte de su familia", pero no duda en despedirlos si amenazan su trono.

Pero mientras el marido de Penélope Cruz ha cosechado éxitos de aquí a Hollywood y hasta se ha transformado en chica Bond para Daniel Craig, Celso lleva una vida tranquila en su piso de Pontevedra en la que por no tener, no tiene ni televisión desde hace 25 años.

"No me gusta lo que dan", dice como excusa de nuevo en otra entrevista para su medio predilecto, 'La Voz de Galicia. "Creo que me perjudicaría más de lo que me podría enseñar. Los que trabajamos como creadores tenemos que vigilar nuestra limpieza mental", añade este actor que en la pequeña pantalla ha aparecido en series como 'Fariña' o la recientemente renovada 'Los hombres de Paco'. "Forma parte de la cultura de nuestro tiempo. Pero no tengo nada que ver con eso, simplemente soy un producto más de ese mundo".

Reconoce, eso sí, tener un equipo para visionar cine, ya que al ser miembro de la Academia, le envían películas para que las vote y procura ver una cada dos o tres días.

Entretiene su tiempo tocando la guitarra y el piano, y reconoce que el amor le ha tratado a veces bien y a veces mal. Tiene una hija que vive en Alemania y una nieta a la que ve en verano y Navidad.

Entre visita y visita, aquel actor que de joven quería ser James Dean después de ver 'Rebelde sin causa' sigue ahora sumando a su trayectoria tanto premios como grandes películas en un brillante esprint final que le ha llevado a ser todo un actor consagrado. Como él mismo asegura, "los actores de verdad no se retiran nunca, ¿para qué, si pueden trabajar hasta el final de su vida?".