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Patricio Alvargonzález, aristócrata y escritor: "La gente bien nos conocemos todos"
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ENTREVISTA

Patricio Alvargonzález, aristócrata y escritor: "La gente bien nos conocemos todos"

El asturiano acaba de publicar su nueva novela, 'Conservados en champán'. Charlamos con él sobre Tamara Falcó, los nuevos ricos, Ascot y ser hortera con estilo

Foto: Patricio Alvargonzález. (Foto: Antonella Arjona)
Patricio Alvargonzález. (Foto: Antonella Arjona)

Lo suyo son los guiones de cine. Apasionado de las películas de Berlanga y Woody Allen, el 'charme' de Audrey Herburn y Cary Grant y el humor inteligente de Edgar Neville, cuando a Patricio Alvargonzález le ofrecieron publicar su primera novela, aceptó de inmediato. En ‘Conservados en champán’, este joven gijonés -sobrino de Vega y Carla Royo Villanova- dibuja una mordaz y divertida sátira sobre la nobleza la situación actual, la moda... "y casi todo, en realidad".

¿Cómo nació la idea de escribir ‘Conservados en champán’?

Yo, como las Infantas con la vacuna, me lo ofrecieron y acepté. Fue un proceso divertido, surgen tantos personajes y escenas que podría escribir cien libros en ese tono. Esta es una novela de humor con la que quiero rescatar este género tan nuestro que parece olvidado. Tiene apuntes de actualidad, otros que son críticas con situaciones, modas...

Cayetano Sáenz de Betolaza es la estrella ineludible, ¿en quién está inspirado?

En Cayetano hay elementos de Federico Fellini, especialmente de ‘La Dolce Vita’, de Paolo Sorrentino, de George Cukor y, sobre todo, de Woody Allen, directores que en muchas de sus películas se han visto atraídos por la alta sociedad, los diálogos ligeros y lo políticamente incorrecto, pero visto desde una posición frívola y delirante, no desagradable. Cayetano nace de todo ello, además de ser mi visión sobre mis amigos y familia. No es que sean como Cayetano, es que los he dibujado así, que diría Jessica Rabbit. Me gusta vivir mi vida como si fuera una película de Woody Allen.

En sus palabras, Cayetano es un pijo sin complejos que es frívolo sin darse cuenta. ¿Usted podría ser amigo de él?

Perfectamente. Cayetano sería una persona despreciable si no fuera porque le observamos desde el ridículo. Esa voz, esa forma de expresarse sin pensar ni importarle demasiado lo que dice ni a quién se lo dice... ¿Cómo no me va a hacer gracia, por ejemplo, que diga "abrazo inmenso" todo el rato para despedirse de quien sea? Nunca he traicionado mi sentido del humor; si hago un chiste, un gesto o doy una opinión desafortunada es porque me divierte, solo eso. Ojalá todos pudiéramos hacerlo sin que se ofendiera nadie. Claro que ofender también es divertido, cada vez más.

¿Cuáles son sus referentes literarios?

Edgar Neville, una referencia que he adquirido de mi madre (la escritora Guillermina Royo-Villanova), Jardiel Poncela, Mihura y Tono. De todos ellos he tratado de imitar su ingenio para el absurdo, que es el tipo de humor que más miedo me daba plasmar en el libro. Hoy parece que todo tiene que ser coherente, a la primera de cambio cualquier cosa nos parece "apasionante", "fantástica" o "surrealista". Los surrealistas hubieran muerto en el siglo XXI. También me apasionan Wodehouse y Wolfe, una vez más, amor y lujuria, digo lujo.

placeholder Portada del libro de Patricio Alvargonzález. (Espasa)
Portada del libro de Patricio Alvargonzález. (Espasa)

¿Qué es lo que peor lleva una familia bien venida a menos?

En la pelicula ‘Blue Jasmine’ de Woody Allen hay una escena en la que una antigua amiga de Jasmine (Cate Blanchett) la ve trabajando en una zapatería de lujo. Es formidable. Eso es lo que peor se lleva, trabajar. Eso y la indiferencia de antiguos y valiosos contactos.

Dice que Tamara Falcó es una de sus socialités favoritas, ¿por qué?

Tamara me divierte muchísimo como personaje televisivo y me gusta su mentalidad abierta y la libertad con la que habla. Ya dije que si todos hablásemos con su libertad y sin pensar en lo que opine nadie, viviríamos en una sociedad ideal.

¿Qué le parece que Victoria Federica sea una estrella en Instagram? ¿La conoce personalmente?

A los que parece que les encanta es a los medios de comunicación. Yo soy monárquico y me encanta que personajes relacionados con la familia real aparezcan en la prensa rosa y en Instagram. Es mucho mejor que cuando son portada de ‘El Mundo’ o ‘El País’. Pero sí, claro, la gente bien nos conocemos todos (risas).

¿Qué otras socialités internacionales llaman su atención?

Hay tantos... Carolina de Mónaco me parece la encarnación de la belleza a lo largo de toda su vida. Otro que me divierte mucho es el modisto Valentino. Creo que no tardarán en hacer una película sobre él y sus archifamosas vacaciones en barco por el Mediterráneo. Recuerdo que le conocí en Nueva York, en la premiere de la película ‘Doctor Strange’, y al verle allí, posando en el photocall, me pareció tan surrealista, como dicen ahora, tan superdivo... Fue genial.

¿Siguen molestando los nuevos ricos?

Solo los nuevos ricos con pretensiones. Los que quieren disimular como si se hubiesen movido en ese mundo toda su vida. Los horteras, tipo futbolistas, son geniales. Como los que se casan con gente bien, me recuerda a los tratos estamentales entre aristócratas y burgueses.

¿Cuál es la fiesta más snob en la que ha estado?

La que más recuerdo, tal vez por ser la primera, fue una inauguración sobre el surrealismo en el Museo Thyssen-Bornemisza. Había que ir disfrazado como los surrealistas. Bimba Bosé hacía de Dj, Alfonso Díez comía canapés con forma de ojo, Jaime Peñafiel apuntaba los dardos que iba a lanzar al día siguiente... Se juntaban aristócratas, actores, influencers y horteras españoles varios en una mezcla fabulosa. Claro que yo, entonces, tenía trece años.

¿Y a qué evento social le gustaría asistir?

Siempre pienso en la próxima boda de Carlota Casiraghi, estemos en el momento que estemos. También me gustaría mucho ir a las carreras de Ascot, un evento que tengo idealizado por ‘My fair lady’, para observar y tomar notas sin parar.

¿Qué libros podrían ser sus manuales de vida?

Alguno en el rollo ‘La hoguera de las vanidades’, de Tom Wolfe, unido a alguna obra de Tennessee Williams, la biografía de Audrey Hepburn escrita por Donald Spoto y el libro ‘Nadie es perfecto’ de Hellmuth Karasek sobre Billy Wilder, el último gran sardónico.

Lo suyo son los guiones de cine. Apasionado de las películas de Berlanga y Woody Allen, el 'charme' de Audrey Herburn y Cary Grant y el humor inteligente de Edgar Neville, cuando a Patricio Alvargonzález le ofrecieron publicar su primera novela, aceptó de inmediato. En ‘Conservados en champán’, este joven gijonés -sobrino de Vega y Carla Royo Villanova- dibuja una mordaz y divertida sátira sobre la nobleza la situación actual, la moda... "y casi todo, en realidad".

Tamara Falcó
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