Natasha Romanov, la zarina marbellí: "Mis antepasados tendrían vergüenza de Putin"

Natasha Romanov es la última 'zarina rusa'. En su entorno la llaman 'la diosa moscovita'. Es guapa, rica y por sus venas, asegura, circula sangre de los Romanov. Cargada de rublos y de frío, llegó a Marbella hace más de dos décadas. Ahora desde su atalaya particular contempla la guerra de su país, que le ha dividido el corazón, ya que la aristócrata, además de la sangre azul de los zares, es nieta de ucranianos: “Siento vergüenza por el país en el que nací. Tenemos que parar esta locura. Desde Marbella vivimos con inmenso dolor lo que está ocurriendo en nuestra tierra”.

La aristócrata, en una entrevista concedida a Vanitatis, habla de los problemas que está generando el conflicto bélico que no le deja dormir: “Estoy orgullosa de esa gente que arriesga su vida en la calle. Tengo familiares en Ucrania que los maridos están luchando en la batalla y las mujeres en casa cuidando los niños. Nadie podía imaginar esto. Putin es un asesino. Muchas familias y amistades son destruidas por esta guerra. Y esto es más peligroso que el mismo Putin. Esta es la guerra entre hermanos y hermanas, esposos y esposas, padres e hijos, mejores amigos”.

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La moscovita lleva con mucho orgullo el apellido Romanov, genealogía que le imprime carácter y estirpe. “El apellido me viene por parte de mi abuela. Pero además de la sangre azul de los Romanov, por mis venas también corre la de mi abuelo, la de los Kochubey (una estirpe de nobles ucranianos con una historia dramática narrada en un popular poema de Alexander Pushkin). He organizado los álbumes familiares para editarlos y que mis hijos descubran su legado”. Natasha nos recuerda que, en la Rusia comunista, los Romanov no existían, no se hablaba de ellos, y de ahí que apenas se guarden recuerdos. “Soy Romanov por parte de mi familia materna y tengo toda la documentación que lo avala, pero en Rusia era muy complicado activar este apellido por lo que conlleva. Creo que cualquiera de mis antepasados tendría mucha vergüenza de ver lo que Putin está haciendo con los territorios de Ucrania. La Unión Europea debe acoger a los ucranianos porque, si no, todo va a acabar fatal".

Rica y famosa

En España se conoció a Natasha Romanov por su participación en el reality 'Mujeres ricas'. Aparecía como una de las millonarias más 'cool' de Marbella, donde se asentó hace más de veinte años y compró una de las mansiones más codiciadas de la Costa del Sol: el palacete donde Melanie Griffith y Antonio Banderas vivieron sus primeros años de amor.

La mansión está ubicada en Benahavís, en el mismo municipio donde se ha hablado de que Putin tendría una casa vacacional. “Yo compré esta casa hace más de 20 años. Aquí fue donde vivieron Antonio y Melanie cuando se instalaron en la Costa del Sol y eso se desprende en la energía que hay en su entorno. Esta villa siempre me gustó. Se respira libertad. Y es verdad que la comunidad rusa habla de la casa de Putin de la Zagaleta, pero lo cierto es que nunca lo hemos visto aquí. Él es más de refugiarse en los inmensos palacios que tiene en Rusia. Es inconmensurable su capital”.

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Natasha llegó a Marbella con su exmarido. Su fortuna proviene de la empresa Submarine Electronics, que importa medidores electrónicos de tanques de petróleo. Esta empresa la crearon cuando vivían en Suecia. Fueron los primeros que se vendieron en Rusia y hoy los utilizan las principales empresas petroleras. En plena vorágine del oro negro, Natasha y su expareja visitaron a unos amigos en Marbella y lo tuvieron muy claro. Ya no se fueron. Era la época dorada de la Marbella de Jesús Gil, la que reconoce que echa de menos.

“A Marbella han venido muchos rusos a lo largo de estos años. Es un lugar donde es fácil obtener la residencia. Es un país perfecto para educar a los niños, con buena economía y estratégicamente es cómodo para volver a Moscú o hacer negocios. El ruso es muy cerrado, aunque poco a poco está cambiando. Por norma, al ruso no le gusta relacionarse ni hacer muchas actividades en grupo. Pero ahora lo están pasando mal. Ayer mismo me contaba una pareja amiga que en un restaurante en Marbella no quisieron servirles la comida cuando supieron que eran rusos”.

Bloqueo de cuentas

Natasha no está sufriendo en este momento el bloqueo de cuentas de los bancos en Rusia. Ella abandonó Moscú antes de la caída del comunismo: "Salí de Rusia en 1989 con mi marido buscando una estabilidad, un sitio donde confiar en el sistema bancario. Era una época inestable, una época en la que, si ingresabas tu dinero en el banco, desaparecía. Fuimos a Suecia y comenzó a trabajar para Saab, luego pasó por otras compañías hasta que fundó la suya propia. Juntos ganamos nuestro primer millón de dólares".

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La aristócrata nos cuenta que el problema económico no la afecta, pero sí otras cosas: "Me afecta que, por ejemplo, el coche que lleva mi madre es de matrícula rusa y se lo han dañado aquí en Marbella. He tenido que alquilarle uno nuevo. Y a los hijos de mis amigos les están haciendo bullying en el colegio. Tengo una amiga que sacó a su hija de seis años llorando de las aulas porque los niños la insultaban. Mi mejor amiga, una conocida presentadora de televisión rusa, está atrapada en Kiev y no puede volver a Rusia. Han amenazado con 20 años de cárcel para quien hable mal de Putin. Es todo un desastre”.

A la moscovita no se le ha olvidado la catástrofe de Chernóbil ahora que los tanques están tan cerca: “Es otro tema que da pánico. Yo viví aquella catástrofe nuclear muy cerca. Vivía en Suecia y recuerdo que había muchos alimentos que no se podían comprar por la contaminación”.

Amigos en la lista de Putin

Natasha nos cuenta que desde Marbella ha organizado a amigos de Suecia para que lleguen hasta la frontera de Ucrania y saquen a otros amigos que tienen allí: “Amigos músicos muy reivindicativos, contrarios al régimen, que están en la lista de Putin para ser asesinados. Hay que ser solidarios y salvarles la vida”.

La ‘zarina marbellí’ se considera una persona comprometida. Es microbióloga, y consciente de que la imagen que se tiene de ella es de cierta frivolidad. Tal vez la culpa de esa etiqueta la tuvo el programa 'Mujeres ricas', que la catapultó a la fama mediática. “Yo en aquellos años quería presentar mi vida musical y elegí esta fórmula para promocionar mis canciones. Puse una condición, que sacaran mi canción”. De hecho, así se la presentó: “Conocemos a Natasha Romanov, una atractiva mujer de origen ruso que vive en una lujosa urbanización en Marbella y que quiere ser cantante”.

“La gente piensa que mi vida es fácil y lujosa, pero yo he trabajado mucho para llegar aquí. Gracias a mi trabajo convertí mi vida en lo que es ahora. Nada me ha venido gratis”. Ahora que ve el desplome económico que se avecina en su país natal se acuerda de sus inicios: “Yo no he sido siempre millonaria, cuando conocí a mi exmarido, juntos hicimos el primer millón. Tener una buena cabeza en aquel tiempo en Rusia era todo un premio. Estuvimos juntos 25 años y luego se acabó el amor”.

Ella misma confiesa que “cuando una persona trabaja tanto como trabajaba mi esposo es difícil que se conserve una relación. Tenía muchas preocupaciones y no tenía tiempo para su familia. No se puede tener todo. La gente que tiene mucho dinero no es feliz en su familia. Es de las que piensan que los sueños se cumplen si los persigues. Con dinero también es más fácil”.