Ona Carbonell: "Ser madre y deportista de élite es muy duro y estuve a punto de tirar la toalla"

Ona Carbonell se define como trabajadora, soñadora y positiva. "Si quieres conseguir algo muy grande, tienes que trabajar sí o sí. Tenemos que soñar, ser valientes y no tener miedo al fracaso. Y cuando las cosas te las tomas con ilusión, con positivismo y con una gran sonrisa, son más fáciles de conseguir". Son los tres valores que la medallista olímpica intenta practicar en su día a día y que, según dice, son imprescindibles para alcanzar todas sus metas. Nosotros resumimos a Ona en una palabra: imparable. A sus 31 años, la capitana del equipo español de natación sincronizada aguanta el ritmo, sigue en la cúspide del deporte de élite, no para de sumar nuevos proyectos y admite que todavía le quedan sueños y retos por cumplir.

Ahora está embarazada de su segundo hijo, un niño que nacerá este verano y que se llevará algo menos de dos años con el primogénito de Ona y su marido, el exgimnasta Pablo Ibáñez. Afronta esta nueva maternidad con otra perspectiva. "Sigo entrenado con la selección, manteniéndome en forma, pero a otro nivel", nos cuenta la nadadora. Quedamos con ella en Madrid y en una entrevista exclusiva para Vanitatis coincidiendo con el estreno de su documental, 'Empezar de nuevo' (Rakuten TV), hace balance de su último año, tanto en lo profesional como en lo personal, nos detalla cómo es su día a día y nos explica por qué siente que abanderar la lucha a favor de la conciliación familiar en el deporte de élite es de suma importancia.

Con 23 medallas a sus espaldas acumuladas en los siete campeonatos del mundo en los que ha participado, la catalana es la mujer con más condecoraciones en la historia de la natación. Hay más. Cuatro libros infantiles bajo el personaje de Elena Sirena, otro título autobiográfico, diseñadora de moda para marcas especializadas en trajes de baño, el título de 'MasterChef Celebrity 3', conferenciante y fundadora de un campamento de verano para jóvenes promesas de la natación.

A este cóctel de mujer todoterreno todavía debemos sumar un rol extra, Ona Carbonell es imagen de diferentes marcas: Mazda, Isdin, Nike, Iberdrola o Boboli, empresas a las que les une su pasión por el diseño, un estilo minimalista y una filosofía de vida respetuosa con el medioambiente. Por ejemplo, "Mazda comparte los valores que transmitimos en el deporte como el esfuerzo, el sacrificio y el trabajo, y además ha apostado por la sostenibilidad, que para mí es un pilar fundamental en mi vida".

Asegura que este 2022 se lo está tomando con más calma y que, aunque no tiene intención de dejar la piscina, esa dedicación deportiva plena que mantuvo a la catalana en un perpetuo estado de cansancio y estrés forzando una pronta recuperación tras el nacimiento de su primer hijo y con el objetivo de Tokio en el horizonte, está dando paso a su faceta como madre. "Estoy haciendo de mami de Kai. El año pasado con los Juegos Olímpicos de Tokio y mi vuelta que fue tan rápida y tan dura no lo pude disfrutar. Estoy haciendo más vida en casa: bañándole, cocinándole, leyéndole cuentos... En definitiva esa vida de madre que eche mucho de menos".

Apenas un mes y medio después de dar a luz a su primer hijo y con las típicas secuelas físicas que cualquier mujer sufre tras el parto, como el abdomen abierto o el suelo pélvico dañado, Ona Carbonell empezó su preparación física de cara a los JJOO y, al mismo tiempo, la aventura de ser madre. Es en ese momento cuando Rakuten TV llama a su puerta y le propone el documental. "Me costó tomar la decisión porque siempre he sido una persona celosa de mi vida privada, pero entendí que era una gran oportunidad y, en parte, responsable de visibilizar una situación que tiene que cambiar en el deporte, en la vida en general, la conciliación en muchos ámbitos tiene margen de mejora. Espero que el documental pueda ayudar a otras mujeres, con eso estaría satisfecha", confiesa la medallista olímpica.

[Dale al PLAY para ver la entrevista con Ona]

¿A qué Ona Carbonell vamos a ver en 'Empezar de nuevo'? Ella misma nos lo cuenta: "A una Ona a las 5 de la mañana dando el pecho, sacándome la leche en la piscina, hay lágrimas, momentos de fatiga, otros de tirar la toalla porque creía no poder más, pero en definitiva una Ona supernatural. Es mi pequeña historia". Asumir el reto, uno de los más complejos de su vida, y rodar un documental sobre su vuelta a la competición en medio de una pandemia mundial siempre ha tenido y tiene una motivación principal muy clara y definida: poder ayudar a otras mujeres deportistas que realmente deseen ser madres y que, por miedo a perder sus carreras y la evidente falta de ayudas, no se atrevan a dar el paso. "Ser madre deportista es muy duro. Noches sin dormir y después entrenamientos físicos muy exigentes en la piscina de unas 10 o 13 horas cada día, pero al llegar cada día a casa y ver la cara de mi hijo, todas las fatigas y todos los problemas se me iban a otro lado", desvela.

Con relación a ello, Carbonell reclama y denuncia que en el entorno de las atletas de élite "se necesitan salas de lactancia, ayudas económicas, poder viajar y acudir a concentraciones con tu hijo, muchas cosas, pero lo primero es dar visibilidad para que deje de ser un tema tabú y que se pueda normalizar, que toda aquella mujer deportista que quiera compaginar ambas cosas no tenga que renunciar a una de ellas por miedo". Aclara que "no todas las deportistas tenemos que ser madres y es igual de lícito, pero que si esa su ilusión, que lo hagan. Estamos todas aquí para ayudarlas y las cosas por fin están cambiando".