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Cien años de José Luis López Vázquez, el actor superdotado de infancia dura y amores complicados
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Cien años de José Luis López Vázquez, el actor superdotado de infancia dura y amores complicados

Repasamos la trayectoria vital del protagonista de 'Mi querida señorita', que habría cumplido un siglo de vida este viernes

Foto: López Vázquez, en una de sus muchas películas rodadas en los 70. (Getty)
López Vázquez, en una de sus muchas películas rodadas en los 70. (Getty)

George Cukor, nada más y nada menos, dijo que José Luis López Vázquez era el mejor actor del mundo. De hecho, después de trabajar para él en ‘Viajes con mi tía’ (1972), le ofreció la posibilidad de iniciar una carrera en Hollywood. Él, hombre sabio y profesional, la desestimó debido a su bajo nivel de inglés. Ese mismo año sorprendió a los espectadores con su capacidad dramática en un telefilme, ‘La cabina’, que dio la vuelta al mundo y ganó el premio Emmy.

José Luis López Vázquez fue algo más que un figurinista convertido en actor; más que un hombre de físico corriente que protagonizó una y mil españoladas en la década de los 60 y después fue escorando hacia el drama con trabajos muy arriesgados. Y si alguien lo duda, que busque en plataformas películas como ‘Mi querida señorita’, donde tiene las formas y el ingenio para transmutarse en una mujer (o en un hombre que se cree mujer) y desafiar, adelantándose a su tiempo, las leyes de género y la propia censura. O que contemple el patetismo de su personaje en ‘No es bueno que el hombre esté solo’, donde sus ojos tristes reflejan la más pura desesperación.

López Vázquez es mucho López Vázquez y su recuerdo sigue muy presente a través de libros como ‘El universo de José Luis López Vázquez’ (Notorious Ediciones). Sus películas también siguen programándose como si se hubiesen rodado ayer mismo.

placeholder 'El universo de José Luis López Vázquez'. (Notorious Ediciones)
'El universo de José Luis López Vázquez'. (Notorious Ediciones)

Pero toda historia tiene un principio. También la de López Vázquez, un niño que apenas conoció a su padre, un funcionario del Ministerio de Justicia que huyó del hogar familiar, y que estuvo al cuidado de su progenitora, también administrativa de otro ministerio de la época, el de la Guerra. El José Luis adolescente era un ser tímido y confiado que se refugiaba en el dibujo para no pensar demasiado en sus privaciones. De hecho, empezó a trabajar pronto y el cine se convirtió en un lugar en el que conseguir dinero. Sus primeras tareas tras las cámaras tuvieron que ver con el diseño de decorados hasta que Berlanga y Bardem le dieron un pequeño papel en ‘Esa pareja feliz’.

Corría el año 1951 y él ya era un joven que estaba encantado de meter cabeza en el séptimo arte, algo que en el franquismo suponía un enorme privilegio. En ese mismo año se casó con otra actriz a la que conoció entre rodaje y rodaje, Ana María Ventura. La cosa fue, según contaban sus allegados, bastante complicada. El periodista Manuel Román cuenta en uno de sus artículos que el actor y su esposa tuvieron que vivir con la madre de él porque no tenían suficientes recursos económicos. Esa fue una de las razones de que el matrimonio se acabase desintegrando en 1960.

En aquella época los papeles de López Vázquez fueron ganando en peso e importancia. Ya no era el segundón que aparecía de refilón en la pantalla, sino un secundario con todas las letras en películas importantes como ‘Plácido’, que llegó a estar nominada al Oscar como mejor película extranjera. Tras separarse, conoció a otra mujer, la francesa Katty Magerus, relaciones públicas del famoso local Bocaccio con la que tuvo dos hijos.

Aquella unión coincidió, durante la década de los 60, con la época dorada del actor, que trabajó en una y mil producciones comerciales y también en otras más ambiciosas artísticamente. No hay más que verle en comedias de José María Forqué como ‘Un millón en la basura’ o ‘Atraco a las tres’ para comprobarlo. Sin embargo, ese ritmo imparable también pesó en sus relaciones personales. Según Román, sus hijos mayores contaron que siempre estaba trabajando y apenas le veían por casa. Magerus también se acabó separando de él en 1978, coincidiendo con una crisis personal del actor que lo llevó de viaje a la India.

placeholder López Vázquez, con su Goya de honor. (CP)
López Vázquez, con su Goya de honor. (CP)

No pasó mucho tiempo hasta que conoció a la más popular de sus mujeres, la periodista Flor Aguilar. Aunque ella tenía treinta años menos que él, congeniaron enseguida el día que le hizo una entrevista en el domicilio del actor. Un momento mágico que se prolongó durante años y que les llevó a tener dos hijas en común y a jurarse amor eterno. Pero eterno tampoco es el adjetivo apropiado para aquella unión que acabó explotándole en la cara a López Vázquez. Con el tiempo, Aguilar fue de plató en plató narrando detalles oscuros de su relación con él que no vamos a reproducir aquí. Ya en el otoño de su vida, conoció a la actriz Carmen Sainz de la Maza, que estuvo con él hasta que murió en noviembre de 2009. Según cuenta el relato de Manuel Román, a esta sí la consideró la mujer de su vida. El problema es que llegó demasiado tarde.

Hombre poliédrico y actor de una versatilidad a prueba de bombas, José Luis López Vázquez sigue teniendo consideración de grande de nuestro audiovisual. Hace poco, en un homenaje televisivo presentado por Elena Sánchez, Pepe Viyuela remarcaba lo mucho que ha influido en otros actores. En ese mismo programa, Julián López hablaba de la fuerza que tenía su mirada, como la de Landa y otros gigantes del cine español a los que quizá no se valoró del todo en su día por ser excesivamente populares. El tiempo, el juez más sabio de todos, ha acabado por ponerlo en su sitio, y su centenario es una buena oportunidad de dar a conocer a un hombre tan complejo y apasionante como muchas de sus interpretaciones.