Álvaro Falcó, el 'novio del año': startups, restaurantes y clínicas veterinarias

Álvaro Falcó Chávarri, marqués de Cubas, había vivido una existencia relativamente alejada de los medios hasta que el fallecimiento de su padre, Fernando Falcó, despertó la curiosidad sobre él. Entonces los medios pusimos el foco sobre su vida y descubrimos a un hombre con intereses empresariales audaces, con un círculo fraternal de amigos (muchos de ellos muy conocidos), y un representante de esa nueva aristocracia que pretende ganarse el mérito a pesar de que ya desde su juventud sus amigos le llamaban 'Cubas'.

El ejecutivo tenía, a pesar suyo, todos los billetes para el tren de la popularidad. Pareja de la bellísima Isabelle Junot; amigo íntimo de empresarios como Rosauro Varo, Fernando Nicolás, los hermanos Cortina Lapique o Alonso Aznar; hijo de la mujer más bella y famosa de los 80; heredero de un clan nobiliario que entronca con el Gran Capitán. Su boda este fin de semana con Junot en Plasencia se augura como el gran enlace de la temporada, con una lista de más de 200 invitados, entre los que pocos serán anónimos para el voraz lector de la prensa rosa.

Según su perfil oficial de LinkedIn, Falcó trabaja en el departamento comercial de Arkeero, una empresa de marketing digital de mediano tamaño que comercializa sus propias herramientas. Pero no es, ni de lejos, su único interés en el mundo de la empresa, que ha tomado un nuevo impulso en los últimos años. Falcó es socio de un fondo de inversión en el que aparecen también Alonso Aznar y Pepe Ruiz-Gallardón, Zala Capital. A través de este vehículo gestionan sus intereses en restaurantes de moda o en una red de clínicas veterinarias.

Además, el joven se ha metido a fondo en el sector inmobiliario. En los últimos años ha adquirido varios locales en el barrio de Salamanca y en Chamberí, en Madrid, con la intención de obtener rentabilidad. Estas compras coinciden con la venta que hizo su padre de la finca Valero, el gran coto de caza extremeño, que hoy es propiedad del doctor Víctor Madera.

Alquileres con opción a compra

Su inversión más prometedora dentro de este sector es la que inició con la proptech Libeen (las 'proptech' utilizan la tecnología para mejorar o reinventar servicios dentro del sector inmobiliario), una startup inmobiliaria que nació en 2019 de la mano de José Manuel Cartes y Sofía Iturbe. "Empieza a invertir en tu futuro hogar, mientras dejas de malgastar en un simple alquiler", es uno de los eslóganes de esta empresa que ofrece la opción de pagar la casa a través de las rentas mensuales del alquiler.

Entre los primeros que creyeron en ella se encuentra Álvaro Falcó, que apoyó la iniciativa desde sus inicios aportando capital y ahora forma parte de su junta directiva. La idea ha levantado también el interés de Lanzadera, la famosa plataforma de apoyo a startups de Juan Roig (Mercadona) y ha cosechado varios premios. A finales de 2020 tuvo lugar la entrega de la segunda edición de los Premios Expansión Startup, que reconocen a las empresas emergentes más innovadoras y que más impacto están teniendo en sus sectores. Entre las premiadas se encontraba Libeen.

La proyección de la empresa es ascendente, hasta el punto de que no hace mucho decidieron expandir su actividad y dar el salto de Madrid a Valencia. En la ciudad mediterránea cuentan con una bolsa de entre 50 y 60 propiedades en alquiler con opción a compra. La idea es ir creciendo a un ritmo de dos o tres ciudades por trimestre hasta acabar 2021 con presencia en 10 ciudades españolas para consolidar su modelo. Y en el futuro, quizá todo el país.

Álvaro Falcó y sus socios invirtieron en un principio cerca de dos millones de euros en una cartera propia de inmuebles que reformaron y amueblaron para ponerlos en alquiler. "Tras un tiempo viviendo juntos y cansados de desperdiciar una cantidad considerable de dinero en un alquiler tradicional, empezamos a pensar y mirar opciones para comprar. Nos encontramos, posiblemente, con el mismo problema que tú. Aun teniendo ingresos decentes, nos era imposible comprar un piso en Madrid. Viendo esta situación, y con todo nuestro espíritu emprendedor, decidimos buscar una solución a este problema de acceso a la vivienda que sufre toda nuestra generación", explican desde su web los impulsores del proyecto, José Manuel Cartes y Sofía Iturbe.

Zala Capital, con Alonso Aznar

Como decíamos, el marqués de Cubas gestiona sus inversiones a través de Zala Capital SL, una sociedad de la que es administrador único Alonso Aznar (al que considera un hermano, dado que vivieron juntos siete años). Se constituyó en julio de 2017 y, según las últimas cuentas presentadas al Registro Mercantil, a Falcó y sus socios les va bien. En 2020 lograron un beneficio de 125.000 euros, lo que supone una notable subida respecto a 2019, cuando lograron una recaudación neta de 84.000 euros. La actividad oficial de la sociedad ese último ejercicido fue la "búsqueda y obtención de patrocinadores para eventos deportivos".

A través de Zala Capital, los socios invierten en otras empresas, una actividad que incrementaron exponencialmente en 2019. Si en 2018 tenían 41.000 euros comprometidos en otras compañías, en 2020 eran ya 126.000 euros los que tenía destinados a esto. ¿Y en qué invierten? El hijo de Fernando Falcó es, por ejemplo, uno de los socios 'en la sombra' de Fernando Nicolás (el conocido creador del Grupo Larrumba) en el Grupo Carbón Negro. También tiene intereses en Wanchai SL. En 2020 vendió parte de su participación (1.125 participaciones) en la mercantil Juan Brasas, S.L., obteniendo un beneficio de 10.169,36 euros.

También invierte junto a otros amigos en el holding Inversiones Vets Conservus, que a su vez participa en el Grupo Veterinario Petsalud, cuyo presidente es Carlos Cortina Lapique. Las mascotas y todo el negocio que las rodea se han convertido en un sector muy apetitoso para los inversores, y el 'novio del año' no ha sido ajeno a este fenómeno.