La profesora de yoga de Ana Rosa Quintana relata su proceso con el cáncer

El yoga es una antigua práctica nacida en la India hacia el siglo XVII antes de Cristo que combina meditación, respiración y posturas para establecer una conexión con los pensamientos, el cuerpo y el espíritu. Las personas que lo practican afirman que les conduce a un estado de salud física, relajación, felicidad, paz y tranquilidad.

Hay evidencias que muestran que esta disciplina milenaria puede ayudarte a dormir mejor, reducir el estrés, aumentar la fuerza y disminuir los dolores, y según ha publicado la Asociación Americana contra el Cáncer, existen evidencias para sugerir que el yoga puede ser útil cuando se usa junto con tratamientos médicos convencionales para ayudar a aliviar síntomas relacionados con cáncer. Precisamente sobre este tema se ha explayado Carmen Cánovas, la profesora de yoga de Ana Rosa Quintana.

La presentadora de Telecinco anunciaba el pasado mes de noviembre que le habían detectado un carcinoma en una mama y como consecuencia debería ausentarse de los platós durante un tiempo para recibir tratamiento. Desde que su enfermedad se hiciese pública, sus apariciones han sido escasas, pero afortunadamente ha ido transmitiendo en cada ocasión noticias esperanzadoras sobre la evolución de su enfermedad.

Ahora es su profesora, en un post conjunto de ambas en Instagram, la que se sincera sobre "una de las experiencias más bonitas que he tenido desde que soy profesora de yoga".

Carmen comienza recalcando que hay estudios sobre la efectividad del yoga como apoyo en pacientes con cáncer de mama antes de explicar que conoce a Ana Rosa desde hace años. "Cuando la diagnosticaron, lejos de abandonar la práctica y después de consultar con su oncólogo, decidió continuar. Estos procesos son procesos duros, física y emocionalmente, así es que hemos ido adaptando la práctica según las necesidades del momento", añade.

"Lo que quiero decir con esto es que la práctica de yoga ha sido como ese aceite que hace que la mano se deslice con suavidad, ha sido nutritiva e hidratante para el alma. Ha sido una gran ayuda mejorando varios aspectos de la calidad de vida", asegura la profesora, que durante este tiempo ha trabajado junto a la comunicadora en su "fuerza, equilibrio, respiraciones" y para "mejorar el descanso".

"Hoy solo puedo decir que estoy muy orgullosa de ella, de su trabajo y perseverancia, de su esfuerzo, de sus ganas de luchar contra la enfermedad, de sus ganas de vivir, siempre con una sonrisa", dice antes de finalizar deseando que "este post sirva para el aliento de muchas mujeres que puedan estar en una situación similar".

Entre las muestras de apoyo y cariño que ha recibido tras esta publicación, la propia Ana Rosa Quintana ha querido agradecerle su "acompañamiento estos años y en especial estos meses".

En otro comentario, la madrileña le da las gracias "por enseñarme a amar el yoga", una práctica que ella define como "ejercicio físico intenso, bueno para el alma y para el cuerpo".

Sin duda, unas palabras optimistas en la línea de las que ya pronunció poco antes de dejar el programa en manos de Patricia Pardo, que está siendo su sustituta durante este tiempo. "Sé que me voy a curar y que me espera un camino complicado, como conocen muchas mujeres valientes", era entonces su mensaje.

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