Luis Medina, ante el juez Carretero: solo, puntual y sin evitar a los medios

Este lunes, Luis Medina acudía al Juzgado de Instrucción número 47 de Madrid para responder a las preguntas del juez Adolfo Carretero, que investiga la presunta estafa al Ayuntamiento de Madrid. Lo hacía solo, con gran puntualidad y sin evitar a los medios de comunicación, ya que si por algo se ha caracterizado la cita, ha sido por la gran expectación que desde primera hora de la mañana había en la madrileña plaza de Castilla, donde se esperaba al hijo pequeño de Naty Abascal.

Medina y Alberto Luceño están imputados por los delitos de estafa agravada, falsedad documental y blanqueo de capitales. La Fiscalía Anticorrupción interpuso la querella el 7 de abril de este año tras conocer los hechos que se investigaban con anterioridad, tal y como aparece en el vídeo que publicó El Confidencial.

Luis Medina acudió el 13 de abril de 2021 para responder a las preguntas del fiscal. La conclusión de sus respuestas era que su papel fue poner en contacto a Luceño con el Ayuntamiento “y nada más”. Por esa intermediación cobró de Leno, la empresa de Malasia a la que se le compró el material sanitario, un millón de dólares.

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P. Barrientos

En el caso de Luceño (que nunca fue su socio, como acreditó Medina en su comparecencia), la cantidad que recibió fue de seis millones de dólares, una cifra de la que el hoy imputado no tenía información.

En la última semana, su situación legal se ha agravado al sumar a los anteriores supuestos delitos el de alzamiento de bienes, como figura en el auto: “Debido a que el investigado ha realizado disposiciones de sus bonos y patrimoniales desde el 13 de abril de 2021, fecha en que fue citado a declarar ante la Fiscalía Anticorrupción, se deberá ampliar su imputación al delito de alzamiento de bienes del artículo 257.1 del Código Penal".

En el caso del hijo de Naty Abascal, el único saldo que había en su cuenta bancaria era de algo más de 200 euros. Con los datos de la investigación, el juez instructor impuso una fianza civil de 891.427 euros.

La situación legal de Luis Medina no es fácil. La preocupación en su entorno familiar es importante, pero, como ha sucedido siempre, está Naty Abascal para que el hijo no se venga abajo, como confirman a Vanitatis amistades muy fieles. “Es muy fuerte y lo ha demostrado a lo largo de su vida. Está mal, sufriendo, pero procura que Luis no la vea llorar. Tiene mucha suerte porque los amigos están con ella y le dan ánimos, pero le vienen los recuerdos de todo a lo que se tuvo que enfrentar por su exmarido, Rafa Medina. Ha luchado mucho por sus hijos y ahora estaba viviendo una época muy tranquila con sus viajes y sus cosas. Lo que no quiere es que toda esta situación tan complicada repercuta en Rafa (su otro hijo), que tiene una vida laboral y familiar estable”.

Su hermana Ana María, su melliza, y el resto de familia sevillana están con ella, pero la que fuera modelo de Avedon sabe por experiencia que no es fácil manejar el tema mediático. En este caso se mezcla el mundo nobiliario, el social y el currículum amoroso de Medina, que durante años dio mucho de sí. Naty Abascal es consciente de ese interés que despierta el caso, pero reconoce a sus amistades que todo se está centrando en su hijo y menos en Luceño o en otras irregularidades cometidas en el área de influencia del Gobierno. La diferencia con la que fue su familia política es que la suya, de once hermanos y muchos sobrinos, son una piña. “Están con Naty aunque no les parezca bien cómo lo ha hecho Luis, pero por encima de todo está la hermana y tía”, comentan en Sevilla.

Habría que añadir el pasado familiar del que fuera duque de Feria y su trágica muerte en soledad a los 58 años en Casa Pilatos, el palacio de los Medinaceli. Si aquella historia alimentó las reuniones sociales de Sevilla durante años y ya estaba olvidada, con el ‘caso mascarillas’ se ha vuelto a remover esa triste trayectoria de Rafael Medina Fernández de Córdoba. El segundo hijo de la duquesa de Medinaceli fue desterrado por su madre de la vida familiar dejando en manos del duque de Segorbe, el hijo pequeño, la organización de la casa nobiliaria.

Hace unos meses, el 22 de noviembre del 2021, Rafa y Luis Medina y sus primas ganaron la demanda en primera instancia que les confirmaba su derecho a la legítima herencia de su abuela Victoria Eugenia Fernández de Córdoba. Después de nueve años de contencioso conseguían que la justicia les diera la razón.

Ahora esta herencia está en juego, aunque solo en la parte que afecta a Luis Medina. El juez Carretero envió un exhorto al Juzgado número 12 de Sevilla donde se tramitó la demanda. En ese documento se pedía que “si el investigado es parte procesal como demandante y heredero, que, en caso afirmativo, se embarguen preventivamente los derechos hereditarios del mismo y se anote el embargo en el registro de la propiedad o bancos, donde la causante tuviese bienes inmuebles o cuentas corrientes".

Los que han tratado a Naty Abascal en la intimidad saben lo mucho que hizo para sacar adelante a sus dos hijos y sobre todo a Luis, más débil de carácter que su hermano. Sus padres se separaron cuando tenía 9 años. Los hermanos siempre vivieron con su madre. El chico no fue buen estudiante, pero iba pasando los cursos hasta que estalló el escándalo Arny y la modelo los mandó fuera de España, una decisión que Luis aceptó muy mal. Naty Abascal contaba en una entrevista lo mucho que sufrió por la distancia: “Me llamaba llorando y pidiéndome volver”. La estilista tenía claro que no podía ser y a pesar de la tristeza que suponía no poder vivir juntos, viajaba a menudo a Nueva York para encontrase con ellos. Carolina Herrera y su familia, Oscar de la Renta y Valentino eran los cuidadores afectivos de los chicos Medina.
Han pasado mucho y Naty Abascal sigue manteniendo esa unidad familiar y apoyando al hijo más desprotegido afectivamente.