Ramón Calderón y Kiko Rivera, juicio visto para sentencia

Este lunes, los abogados respectivos de Ramón Calderón y Kiko Rivera tenían una cita en el Juzgado número 81 de Madrid. La vista tenía que ver con la demanda que interpuso el que fuera presidente del Real Madrid y que fue admitida a trámite en marzo del 2021. La causa se derivaba de las gravísimas acusaciones que el DJ le dedicó en el programa 'Cantora, la herencia envenenada'.

Esa noche, mirando a cámara, Kiko se dirigió al que había sido el abogado e íntimo de Paquirri en términos muy duros: “Ramón Calderón es un sinvergüenza, que llame si se atreve, tan valiente que eres de llamar a los programas de televisión (sic). Con esto que tengo yo aquí -una carpeta con supuesta documentación- me lo vas a tener que explicar en un juzgado porque eres uno de los implicados en toda esta trama, porque esto es una trama”. Y efectivamente así fue, aunque a la inversa. El DJ se convirtió en acusado y el que fuera el gran amigo del torero en acusador.

Este 25 de abril no tenían que verse las caras, como cuenta el propio Calderón a Vanitatis: "No hubo declaraciones, sino alegaciones de cada parte. Se celebró solamente el trámite de conclusiones en que los abogados exponen los hechos y valoran las pruebas presentadas. Nosotros no teníamos que estar. En un mes puede estar la sentencia".

El demandante explicaba el procedimiento que se ha seguido anterior a este acto judicial: “El juez desestimó la declaración de Kiko y mía, así como la de todos los testigos propuestos por él (Matamoros, David Valldeperas y otras personas de Cuarzo), al entender que nada aportarían a las realizadas por Kiko, que son el objeto del pleito”. Por eso, el juicio del pasado lunes solo ha consistido en el análisis de las pruebas documentales y grabaciones que se presentaron en su día y en las conclusiones de los abogados.

En el momento de presentar la demanda, el empresario razonaba ese decisión: “No me dio opción. Pedí que rectificara, que dijera que lo que había dicho era falso. Me daba igual que pusiera la excusa de estar mal asesorado. No lo hizo”. Incluso Calderón llegó a contactar con la abogada de Kiko Rivera, Cynthia Ruiz -que lo fue también en su momento de Isabel Pantoja- para llegar a un acuerdo. Estaba dispuesto a facilitar toda la documentación para que se viera que nunca hubo mala fe y que todo estaba en orden: “Como no hubo respuesta, lo que hice fue utilizar los cauces legales. No podía permitir que se cuestionara mi honorabilidad”.

Kiko Rivera acusaba a su madre, en el programa ‘Deluxe’ de Telecinco, de no cumplir la voluntad de Paquirri tanto con el testamento como con la administración de su herencia. Daba nombres de personas relacionadas con este asunto y entre ellos el del abogado Ramón Calderón. El que fuera presidente del Real Madrid, además de amigo del torero, era su asesor legal antes y después de que apareciera Isabel Pantoja en su vida afectiva. Compartieron vida familiar y tenía previsto, junto con su mujer e Isabel Pantoja, viajar a Caracas para acompañar a Paquirri en la gira taurina por Latinoamérica.

Con la cornada de Pozoblanco llegó la tragedia. Una relación especial que hizo que le nombrara defensor de los intereses de Francisco Rivera Pantoja incluso antes de que naciera. En el testamento dejaba todos sus bienes a sus hijos, a los hermanos y padre, así como a la descendencia que pudiera tener en el futuro con la artista. Ese documento se firmó la misma mañana de la boda de Isabel y Paquirri, a la que, por supuesto, acudieron Calderón y su mujer.

Calderón se convirtió en la persona que tenía que defender los derechos del menor, que en aquel momento tenía tres meses. “Nunca fui albacea. La repartición fue justa y todos firmaron. Cada hijo recibió lo que le correspondía, y con la viuda se hizo una capitalización de su tercio. Se hizo el cómputo, se valoró y la herencia se convirtió en ocho herederos. Al ser menor de edad, Kiko tenía que tener un representante que defendiera sus intereses. Y por eso afirmo que conozco perfectamente cómo fue la herencia y ni él ni nadie pueden sentirse perjudicados. Lo que se hizo no fue fácil porque había dos mujeres, tres hijos, tres hermanos... No era fácil encajarlo. Lo hicimos y todos estaban contentos".

Añadía que en el testamento nunca figuró que la finca Cantora fuera para Kiko. Así de claro lo dejaba el abogado. Como indemnización, Ramón Calderón solicitaba la misma cantidad que el DJ cobró ese día por su intervención en ‘Cantora, la herencia envenenada’.