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Rocasolano, Preysler y otros amores maduros: el sexo a los 70, según los expertos
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Rocasolano, Preysler y otros amores maduros: el sexo a los 70, según los expertos

En el imaginario colectivo, ya de por sí no suele situarse una mujer que ronda o pasa los 70 años en casi ninguna situación, pero menos aún disfrutando de su sexualidad

Foto: Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa, en una imagen de archivo. (Getty/Pablo Cuadra)
Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa, en una imagen de archivo. (Getty/Pablo Cuadra)

Ha sido una de las imágenes más comentadas de la semana. La de Paloma Rocasolano, madre de la reina Letizia, besándose en plena calle con su pareja, Marcus Brandler, en unas fotografías publicadas por la revista 'Lecturas'. No es, desde luego, una imagen muy común, quizá por la edad de sus protagonistas: Paloma tiene 70 años; Marcus, 65. Un edad que el imaginario colectivo ya sitúa lejos de la pasión física e incluso de la ilusión por un nuevo amor, aunque haya muchos ejemplos que demuestren lo contrario, además del de la propia madre de doña Letizia.

Uno de ellos es el de Isabel Preysler, que comenzaba a salir con Mario Vargas Llosa a los 64 años, un tiempo después de la muerte de su tercer marido, Miguel Boyer. Otro, Teresa Campos, que también empezó su ya finalizado noviazgo con Edmundo Arrocet cuando había cumplido los 73 años. Un poco más lejos de nuestras fronteras tenemos a Holland Taylor, que además rompió todos los moldes en Hollywood al comenzar a salir con la también actriz Sarah Paulson, con la que además se lleva 30 años de diferencia. Todas ellas dejan claro que es más que posible encontrar de nuevo el amor pasada cierta edad en la que, probablemente, una ya no lo espera.

Y claro, tener una nueva pareja conlleva muchas cosas, entre ellas el sexo, aunque no tengan que ir siempre de la mano. Y tenemos que volver al imaginario colectivo, en el que no suele situarse una mujer que ronda o pasa los 70 años en casi ninguna situación, pero menos aún disfrutando de su sexualidad. Pues bien, por si los ejemplos de Paloma Rocasolano, Isabel Preysler, Teresa Campos o Holland Taylor no fueran suficientes, también hemos querido consultar con expertos para conocer algo más de un tema que parece casi tabú y que puede general muchas dudas.

"La sexualidad en la adultez madura está muy invisibilizada. Todavía se cree que el placer depende de la juventud y la belleza. Sin embargo, el placer nos acompaña a lo largo de la vida. Con el paso de los años, el deseo puede cambiar. También pueden aparecer algunas enfermedades que pueden afectar a la capacidad sexual, pero eso no significa que no se pueda disfrutar o que no se quiera un encuentro erótico, sentir placer, gozar del propio cuerpo". Son palabras de Loola Pérez, sexóloga, que también nos ofrece una idea de qué ventajas puede tener practicar sexo a cierta edad.

"Cada etapa madurativa tiene una serie de peculiaridades", dice. "En la juventud y adolescencia predominan el deseo, las dudas sobre la orientación y/o la identidad sexual, las dificultades para la aceptación personal... Muchas situaciones también son novedosas y a menudo se hace sexo sin tener un conocimiento de la fisiología del placer... En cambio, en la madurez, las mujeres tienen más claro lo que quieren y lo que no quieren, lo que les gusta y lo que no les gusta. La experiencia es autoconocimiento y a menudo, también manifiesta la ruptura con algunos tabúes. Han aceptado el cambio en sus cuerpos, al menos, en general. Y, sobre todo, han aprendido que el placer no se localiza solo en los genitales, sino que todo nuestro cuerpo es un gran mapa del placer".

placeholder Paloma Rocasolano, en los Premios Princesa de Asturias.(Limited Pictures)
Paloma Rocasolano, en los Premios Princesa de Asturias.(Limited Pictures)

Aunque también hay que saber que en estas cuestiones no se puede generalizar, porque cada mujer es diferente y, por tanto, las circunstancias sexuales también. Y así nos lo cuenta Almudena Herranz Roldán, sexóloga y coordinadora del Centro Sexológico Sexorum: "De momento, no es lo mismo hablar de una mujer que ha tenido una relación con su vida erótica divertida y agradable, que le resulta una experiencia gratificante y satisfactoria, que de otra mujer que establece una relación con esa área de su vida desde el desagrado o la insatisfacción", comienza.

Son muchos los factores que entran en juego a la hora de hablar de la sexualidad de las mujeres de cierta edad: "En cualquier etapa de la vida, las realidades corporales, relacionales, sociales... van cambiando. En cada uno de esos momentos se producen una serie de reajustes. Y hay quien puede hacerlos con más facilidad y hay a quien le resultan más complicados, muchas veces porque no se tiene toda la información que nos permite contextualizar los cambios. Por ejemplo, hablando de los cambios en los niveles de lubricación vaginal por una cuestión hormonal -ya sea por la menopausia o por otras circunstancias-, si la información que manejas es que lubricación es sinónimo de excitación, eso es una desinformación que puede afectar negativamente".

Para darnos muestra de lo importante que es tener una buena información a todos los niveles, Almudena Herranz apunta que muchas veces estas creencias erróneas relacionadas con la erótica, el deseo y el placer pueden conducir a que las relaciones de pareja puedan entrar en procesos de insatisfacción y desentendimiento. De ahí que uno de los consejos más generales que puede dar, independientemente del tipo de mujer, es la búsqueda de información: "El malestar o las dificultades pueden surgir también por desinformación. Si algo no va como le gustaría, siempre es interesante buscar asesoramiento, alguien con quien contrastar lo que está pasando, saber su origen y dotarlo de un significado para evitar desinformaciones y confusiones".

placeholder Sarah Paulson y Holland Taylor. (Reuters/Danny Moloshok)
Sarah Paulson y Holland Taylor. (Reuters/Danny Moloshok)

¿Y qué variables físicas pueden intervenir a la hora de practicar sexo a una edad ya avanzada? Tal y como confirma nuestra experta, hay dificultades y posibilidades físicas que intervienen a la hora de tener relaciones eróticas: "Los cambios en el interior de la vagina provocados por los cambios hormonales debidos a que los ovarios dejan de funcionar afectan especialmente cuando hablamos de penetración vaginal". Aunque, matiza, si no existe este gesto, no tiene por qué ser un problema a la hora de realizar otro tipo de actividad sexual.

Y por supuesto, también en la vida sexual de una mujer de cierta edad influye mucho la experiencia previa. Y ésta puede hacerlo tanto de forma positiva como de forma negativa: "Cuando pensamos en la sexualidad de mujeres de 70 años, sin querer entramos en un estereotipo, olvidándonos de que las mujeres de esa edad han vivido ya varias décadas, generando unos gustos eróticos, unas particularidades o ciertas prácticas que no interfieren en nada con la cuestión de la edad y el envejecimiento y los cambios físicos que suponen".

Por eso, insiste, no podemos generalizar al hablar de la sexualidad de una mujer madura, que ya ha pasado esa barrera tras la que el sexo parece una idea difuminada: "Pensamos solo en mujeres de 70 y hay que pensar en que hay tantas posibilidades de ser mujer a los 70 como hay de ser mujer a los 40. Simplemente, hay que adaptar esos gustos eróticos a los cambios físicos que se van dando a lo largo de la vida. Cuando se piensa en esta cuestión, hay que hablar siempre en plural: hay muchas formas de ser mujer a los 70 y muchas formas de entenderse como mujer erótica a los 70 y, por tanto, muchas formas de ser amante a los 70".

Ha sido una de las imágenes más comentadas de la semana. La de Paloma Rocasolano, madre de la reina Letizia, besándose en plena calle con su pareja, Marcus Brandler, en unas fotografías publicadas por la revista 'Lecturas'. No es, desde luego, una imagen muy común, quizá por la edad de sus protagonistas: Paloma tiene 70 años; Marcus, 65. Un edad que el imaginario colectivo ya sitúa lejos de la pasión física e incluso de la ilusión por un nuevo amor, aunque haya muchos ejemplos que demuestren lo contrario, además del de la propia madre de doña Letizia.

Isabel Preysler
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