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El adiós de las reinas de la noche marbellí: llega Albert Beniflah como empresario estrella
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MARBELLA

El adiós de las reinas de la noche marbellí: llega Albert Beniflah como empresario estrella

El empresario tiene diez negocios y adquiere Casa Solei, el chiringuito Aüa que puso de moda Marta Martínez Bordiú

Foto: Albert Beniflah. (Foto: Amparo de la Gama)
Albert Beniflah. (Foto: Amparo de la Gama)

En el tablero de ajedrez de la noche marbellí, siempre brillaron las reinas. Divas empresariales como Regine, Olivia Valere o Menchu en la Meridiana. Pero los tiempos han cambiado y ahora el color de lo noctambulo adquiere los tonos azules apolíneos para dar paso al 'Maharajá de Mosh', Albert Beniflah, el joven empresario de 38 años que se ha erigido como el auténtico 'gurú de la noche', con seis negocios de glamour en la ciudad, entre ellos Playa Padre, cuya imagen fue Eva Longoria, y ahora el mismísimo Aüa, que regentó el verano pasado Marta Martínez Bordiú junto a Israel Bayón.

Foto: Alexander Grinberg. (Amparo de la Gama)

El propietario libanés del chiringuito Aüa ofreció este año al empresario de moda Albert Beniflah su regencia: “El dueño nos invitó a que rescatáramos este emblemático lugar. Este sitio es oro, con tanta historia que encierra de Marbella. Nosotros hemos reformado el local y le hemos dado una nueva imagen. Le hemos bautizado como Casa Solei. Es el antiguo Pureta, emblema de la Marbella dorada. A la sociedad la hemos llamado también así, haciendo un guiño con aquella Marbella 'de los Choris', que venían aquí. Ahora pretendemos albergar al público más 'cool' de la costa, que ya son clientes de los otros locales que tenemos”.

placeholder Albert Beniflah. (Foto: Amparo de la Gama)
Albert Beniflah. (Foto: Amparo de la Gama)

En una entrevista concedida a Vanitatis, el nuevo propietario, Albert, comenta a este medio: “Queremos dar a nuestros clientes exclusividad. Al fin y al cabo, cuando hemos abierto diferentes locales se masifican de público y queremos que este guarde una esencia mucho más auténtica”.

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Su amistad con estrellas internacionales llena los negocios que ya tiene en Marbella y defiende: “No es verdad que la gente guapa haya dejado de venir a Marbella, para nada. Lo que pasa es que ha cambiado el tipo de público. A nuestros locales viene gente que se gasta una millonada. Hay días que nos llegan aviones de Mikonos, por ejemplo, para pasar la jornada en Playa Padre y que se gastan miles y miles de euros, pero que van de perfil bajo para que no se sepa quiénes son. Tenemos mejor público que Ibiza mil veces. Las mesas de mis negocios son mucho mejores que los de Islas Pitiusas sin duda. Por eso, gente guapa, como futbolistas de elite, los nuevos ídolos o los sobrinos del rey Felipe VI están en mis locales”.

Criado a los pechos de Olivia Valere

Albert se dedica a esto desde muy joven. Su padre es uno de los grandes empresarios de la Costa del Sol. Nos cuenta: “Mi padre me inculcó que nada es gratis. Que todo hay que trabajarlo. Él siempre me explicaba que en la vida hay que valerse por uno mismo, no depender de nada ni de nadie. Para la gente, lo que tienes es lo que vales. Tengas o no tengas, los únicos que jamás te darán la espalda serán tu familia. Tengas o no tengas es lo que vales”. Así que Albert Beniflah cargó su mochila de libros y se fue a estudiar derecho a Madrid. Y mientras hacia la carrera, una noche de verano se empleó en un local llamado La Luna de Banús, donde ganó 700 euros por unas horas de trabajo con 20 años. Eso marcó un antes y un después en su vida: “Vi que se ganaba dinero fácil. Me di cuenta que eso era un chollo. Me dije: '¡Pero si esto es el dinero que me da mi padre para pasar el mes!' (risas). Y de ahí arrancó mi dedicación a los negocios de la noche“.

placeholder Albert Beniflah. (Amparo de la Gama)
Albert Beniflah. (Amparo de la Gama)

El siguiente paso fue Loft, como promotor, y después Dreamer hasta que llegó al imperio Valere. Allí fue donde realmente aprendió toda la parafernalia de la noche. Su maestra fue una de las grandes de Marbella, de la que fue durante años su mano derecha: Olivia Valere, considerada la reina de la noche de Marbella por sus negocios de ocio y restauración. “Olivia para mí va a ser siempre la reina de la noche. Fue mi maestra y me he quedado con todo lo bueno. Ella triunfó por cómo trataba a la gente. Ella sabía a quién darle su lugar. Siempre le dio gran importancia a la belleza y al glamour. Yo la observaba y trataba igual al cliente que se gastaba mucho o poco. Olivia era para gente de otro nivel.”

Esa gente guapa de la que hablaba Olivia ya es una ausencia en Marbella, dicho esto por la propia diva, pero Albert argumenta que ellos siguen rescatando a ese público: “El éxito de nuestros locales ha sido resucitar a esa gente guapa que ya no venía. Son nuevas generaciones. La gente que Olivia manejaba ya no sale, es por eso que ahora acude otro público diferente a nuestros locales”. Y entre ese público están todos los que quieren y los que no quieren salir en la foto.

Albert admira sobremanera a los empresarios que tienen negocios de hostelería, como el imperio que él ahora ha creado. Sus referentes: Pedro Trapote o Ricardo Urgel.: “Ahora Pedro es cliente mío. Admiro de Pedro su elegancia y la manera en la que ha enfocado su vida empresarial. Fue un adelantado a su época que hizo historia en la capital madrileña. Es un orgullo para mí que sea ahora uno de mis clientes y que venga a mis locales y me dé la enhorabuena. Eso me llena de orgullo. Es una mezcla bonita. Siempre viene con sus hijos y están todos en familia”, afirma.

"Lo de Eva Longoria fue mi estrategia"

La nueva etapa de Albert llega cuando se independiza y funda en 2016 el Grupo Mosh, formado por el restaurante Mosh Fun Kitchen, el beach club Playa Padre, la discoteca Momento, el club privado Motel Particulier y el club de playa Nido Estepona, Casa Soleil. Tiene otros cuatro aperturas pendientes, tres locales que abrirá ahora en el nuevo Hard Rock Hotel de Marbella: “Queremos seguir creciendo en Madrid. Replicar lo que hemos hecho en Marbella. Llevar las marcas que tenemos a la capital de España y expandirlas. Ese es el paso natural, pasar por Madrid. De Madrid, al cielo. Y si triunfamos en Madrid significará que ya podemos expandirnos internacionalmente. Llevamos la marca a Ryad este verano, durante tres meses, y fue un éxito”.

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Albert Beniflah.

La clientela árabe es uno de los pilares del grupo Mosh en Marbella. Y también lo eran los rusos: “Nuestra clientela rusa es ya casi nula”, significa Albert. Desde la guerra de Ucrania no viene nadie y si vienen lo hacen de una forma humilde. Antes cogían las mejores mesas, los gastos más notables y ahora lo hacen de perfil bajo. Sin hacer ruido y sin que se les vea”.

Playa Padre era su sitio favorito, el chiringuito insignia del que Albert se jacta de ser el creador de la estrategia publicitaria con Eva Longoria de imagen. “Esa idea se me ocurrió a mí, pero Eva solo fue imagen del chiringuito. Dije que se asoció con nosotros y se prestó a decirlo. Lo hizo por amistad, pero nunca fue real. Ahora acaba de hacer un tequila con mi primo hermano Estefan en Estados Unidos. Es muy amiga. Ella siempre lo pasa genial en Marbella y le encanta venir”, señala.

Casado con una modelo

Su amistad con estrellas internacionales ha hecho que DJs de primera línea, como Andrea Oliva o Luciano, vuelvan a meter a Marbella en el circuito de las grandes sesiones de verano. Él mismo sube a su hijo pequeño a la cabina y lo pone a bailar. Albert espera ahora su segundo hijo. “Un niño trae un pan siempre debajo del brazo”, se ríe. Su esposa, Carmen Navarrete, una conocida modelo marbellí de origen sevillano, es el referente en su vida: “Trabajamos juntos y vemos la vida del mismo lado. Ella se convirtió al judaísmo para vivir la vida en común conmigo. Celebramos juntos todas las tradiciones. Yo me considero muy creyente. Los judíos creemos en el mal de ojo y optamos por protegernos. Nací judío y lo que más me gusta de mi religión son los valores, que es lo que da sentido a la vida. El sábado es nuestro día. Celebramos el Shabat. El día de desconexión. Siempre estoy ocupado, pero creo que es una etapa de mi vida y que llegará un momento en que me podré bajar de este estado. Hay perfiles como el mío que no sabemos desconectar y a veces me crea problemas familiares”.

Sin duda, uno de los negocios que le ha ocupado más tiempo ha sido Motel, inspirado en ciudades europeas y que sigue la moda de los exclusivos de París, Berlín o Londres, donde la tendencia es el movimiento de lugares clandestinos dedicados al ocio en zonas industriales. “Ahí hemos conseguido la máxima exclusividad. Rescatar el buen vestir, un 'dress code' que si la gente no lo cumple no entra. Un negocio muy transgresor y diferente para Marbella que ha funcionado muy bien”, indica.

Albert pronostica un verano de diez para la 'Ciudad del canto sin dueño'. Y termina: “La pandemia nos ha enseñado que la gente quiere vivir y no piensa en otra cosa que en disfrutar. Ahora la gente no planifica, vive y gasta porque no sabe si va a ver un mañana. Eso es lo que percibimos ahora en la hostelería: la gente lo quiere dar todo y cuanto más, mejor. Lo de ahorrar ya queda para otras épocas”.

En el tablero de ajedrez de la noche marbellí, siempre brillaron las reinas. Divas empresariales como Regine, Olivia Valere o Menchu en la Meridiana. Pero los tiempos han cambiado y ahora el color de lo noctambulo adquiere los tonos azules apolíneos para dar paso al 'Maharajá de Mosh', Albert Beniflah, el joven empresario de 38 años que se ha erigido como el auténtico 'gurú de la noche', con seis negocios de glamour en la ciudad, entre ellos Playa Padre, cuya imagen fue Eva Longoria, y ahora el mismísimo Aüa, que regentó el verano pasado Marta Martínez Bordiú junto a Israel Bayón.

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