La escapada romántica de Antonio Banderas y Nicole: champán, posado y mucho amor

Los rumores que acechan la intimidad de las celebridades, y que muchas veces son solo eso, no se suelen callar sino con el paso del tiempo. Ni las reacciones a la supuesta infidelidad de Antonio Banderas, ni las explicaciones de lo ocurrido según su entorno cercano (y las propias del actor) han podido acabar con las especulaciones de una posible crisis con Nicole Kimpel. En vista de esto, o porque sencillamente sienten la necesidad de gritar su amor a los cuatro vientos, el actor y la financiera alemana se han dedicado unas tiernas palabras a través de Instagram con motivo de su octavo aniversario.

Ha sido a través de la red social que el tándem ha querido presumir un poco del buen estado en el que se encuentra su noviazgo, y las instantáneas no han dejado a nadie indiferente. Una cama doble de un hotel repleta de globos rojos y uno de un enorme número ocho en plateado es el lecho donde reposan Antonio y Nicole visiblemente felices, con batas de baño y gafas de sol.

Si normalmente es Nicole la que comparte con sus seguidores (65.000) retratos con el actor del que se enamoró en 2014, esta vez ha querido ser él el que se saliera un poco de lo habitual dedicándole unas emocionantes palabras. "¡8 años juntos, disfrutando cada segundo!", y un emoticono enamorado, es el pie de foto que acompaña una galería de dos imágenes.

En el perfil de ella vemos una instantánea similar de Banderas haciendo el gesto de pulgar arriba y ella sonriendo a la cámara. La segunda es de la sorpresa que les dieron los responsables del hotel, que ya se habían adelantado al aniversario de los enamorados. Les obsequiaron con una botella de champán y un pequeño cóctel de frutas acompañados de una tarjeta donde les desearon un feliz aniversario. Ahora bien, sabiendo que uno de los hobbies preferidos del actor es viajar, no nos extraña que hayan decidido escaparse unos días para romper con la rutina.

A través de las historias de Kimpel, hemos podido saber que están en Asturias, disfrutando de los paisajes naturales y el buen comer. Ayer, el día de su aniversario, la pareja tomó rumbo a los Lagos de Covadonga, donde se recrearon en la belleza del Parque Nacional de los Picos de Europa, dieron un paseo por el pueblo costero de Llanes y finalizaron el día con una cena en la que soplaron las velas por sus recién cumplidos 8 años de relación. Hoy han arrancado el día con un cuantioso desayuno que Nicole inmortalizó también en sus redes sociales.

Una de las últimas apariciones públicas en las que los vimos juntos fue en la procesión de María Santísima de las Lágrimas y Favores, donde el actor y su pareja disfrutaron de la Semana Santa visiblemente emocionados junto a su gran amiga María Casado.

Dejan atrás una estela de rumores

Todo el huracán mediático se desató después de que el programa 'Viva la vida' emitiera unas imágenes del actor entrando en su domicilio en Málaga acompañado de una misteriosa joven, que posteriormente fue identificada como Lorena Calero. Algunos medios tuvieron el atrevimiento de hablar de una infidelidad de la que no se tenían más pruebas, poniendo el nombre de Antonio Banderas en las portadas de la prensa rosa por una supuesta aventura con una compañera de teatro que ambos desmintieron rotundamente. Calero no solo es amiga del malagueño, sino que además protagoniza la obra que él dirige en la actualidad, el musical 'Company'.

Las explicaciones de por qué estaba entrando al edificio donde vive Antonio Banderas llegaron después, ante los micrófonos de Europa Press: "Porque vive allí, tiene un piso alquilado en el mismo edificio que yo, con lo cual no es noticia. Noticia sería que se metiera por la ventana o entrara escalando el edificio, pero que entre por la puerta con una llave es lo que hacen la mayoría de los mortales", añadió el protagonista de 'Los abrazos rotos' con cierta sorna.

Estas declaraciones junto a la romántica dedicatoria con posado incluido que se dedican en redes sociales es la mejor prueba de que la relación Banderas-Kimpel está en un excelente momento, aunque sigan sin sonar las campanas de boda.