El padre Ángel, Diana Navarro y la Peña Cuarto Poder recuerdan a Jesús Mariñas en una misa
A este recuerdo religioso han acudido Lola Herrera, Antonio David Flores, Carmen Borrego y Terelu y muchos compañeros de profesión
Jesús Mariñas fallecía el 10 de mayo en el hospital San Rafael. No hubo velatorio en el tanatorio de Tres Cantos por deseo expreso del periodista. Las despedidas ya las hizo en vida. Durante los dos meses que estuvo ingresado, los amigos íntimos le visitaban y le dieron afecto y cariño de una manera discreta. Así lo quería y así lo hizo su marido, Elio Valderrama, que lo cuidó hasta el último día.
Mariñas era muy suyo y no deseaba llantos de gente que no quería, ni apariciones de personas que le caían mal. Elio cumplió con sus deseos y, el día que murió, los más íntimos se reunieron en la casa del matrimonio para recordar los momentos divertidos y las anécdotas compartidas, tanto profesionales como personales. Y situaciones surrealistas que había protagonizado el periodista en su vida. Una de ellas hacía referencia a lo mucho que le gustaba viajar. Era capaz de comprar un billete para ir a Nueva York con varias escalas porque le salía más barato, y después se gastaba el doble comprando regalos en los outlets de la Gran Manzana o en Milán para Nati Mistral o Monserrat Caballé.
No quiso tanatorio, pero sí una misa en su recuerdo a la que han asistido este lunes todas las personas que le apreciaron y le trataron durante su vida profesional. Como decían muchos de los presentes, “Jesús no tenía término medio. O se le quería o se le odiaba. Y él era igual. Si no le caías bien, te lo decía a la cara y se quedaba tan tranquilo”. Tampoco quería panegíricos y lo avisaba cuando aún estaba bien y no pensaba que iba a morirse. No soportaba que se reescribieran biografías con historias de bondad cuando el personaje no lo era. Y en su caso lo tenía muy claro: “Los que no me han querido en vida, que no lo hagan cuando esté muerto”.
Y así ha sido. Todos los que han acudido a la misa recordatorio le apreciaban con sus defectos y sus cualidades. Ha estado cooficiada por el padre Ángel, con el que Mariñas se llevaba muy bien, y el padre Antonio Montero, director del programa religioso de TVE. La cantante Diana Navarro, íntima del periodista, interpretó el ‘Ave María’ y acabó cantando la Salve Marinera. Rosa Valenti leyó las lecturas y tampoco faltó entre los asistentes Pedro Narváez, la persona que convenció al periodista para que escribiese sus memorias.
No han faltado todos los miembros de la Peña Cuarto Poder, de la que Mariñas era el presidente. Por unanimidad de los componentes del grupo periodístico, ese puesto no se va a cubrir y se mantendrá como presidencia honorífica. Otra decisión que se ha tomado era instaurar un premio con su nombre. Un martes al mes, Mariñas y el resto de periodistas acudían al restaurante Lucio para un almuerzo que compartían con un personaje. Por esos encuentros pasaron Carmen Cervera, Isabel Ayuso, Concha Velasco y Bertín Osborne, entre otros muchos, y Mariñas era el introductorio de las entrevistas que se hacían en los postres.
A este recuerdo religioso han acudido Lola Herrera, Antonio David Flores, Pedro y Begoña Trapote, Carmen Borrego y Terelu, además de muchos compañeros de profesión.
Jesús Mariñas fallecía el 10 de mayo en el hospital San Rafael. No hubo velatorio en el tanatorio de Tres Cantos por deseo expreso del periodista. Las despedidas ya las hizo en vida. Durante los dos meses que estuvo ingresado, los amigos íntimos le visitaban y le dieron afecto y cariño de una manera discreta. Así lo quería y así lo hizo su marido, Elio Valderrama, que lo cuidó hasta el último día.