La intra-OTAN, en 5 claves: del ataque de los clones estilístico a la otra agenda de Biden

Es incuestionable que la cumbre de la OTAN en Madrid se ha convertido en el eje de toda la actualidad vivida esta semana. Ya sea dentro o fuera de las reuniones institucionales desarrolladas en las instalaciones en Ifema, la Alianza Atlántica, sus protagonistas y las decenas de planes que ocurrían en diferentes puntos de la ciudad de manera simultánea no han dado un respiro a nadie. Y eso que gran parte de la agenda fue adelantada varios días. Pues bien, hubo mucho más.

Si todos pensábamos que el pistoletazo de salida lo daría la cena de bienvenida celebrada intramuros del Palacio Real, nos equivocábamos. Aunque gran parte de las autoridades asistieron a la invitación de Felipe y Letizia casi recién llegados de la cumbre del G7 celebrada en Baviera (Alemania), lo cierto es que desde el domingo a última hora, las noticias relacionadas sobre todo con los acompañantes de los participantes en la cumbre comenzaron a sucederse de manera imparable alimentando un calendario intra-OTAN de lo más completo.

Almuerzos privados, compras por la Milla de Oro, paseos a altas horas de la madrugada y conciertos en embajadas seguidos de una juerga flamenca han sido algunos de los detalles que quizá se te han escapado en el frenesí de eventos en el que tanto líderes como sus cónyuges han participado a lo largo de la semana.

Esto es lo que (quizá) te perdiste.

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La otra agenda de Jill Biden

Sí, la Reina era sobre el papel la gran protagonista de la agenda de los consortes durante esta semana. No obstante, Jill Biden ha conseguido robar toda la atención con sus planes, looks y gestos de una manera arrolladora.

La primera dama de Estados Unidos aterrizaba en la base aérea de Torrejón de Ardoz el domingo por la noche con nocturnidad y muchas ganas de exprimir Madrid. Escoltada por dos de sus nietas, Finnegan y Maisy, la esposa de Joe Biden nos ha regalado grandes imágenes y titulares durante su estancia de cuatro días en la capital.

El lunes por la mañana, tras mantener un breve despacho con Letizia en Zarzuela y visitar la sede de la Asociación Española Contra el Cáncer, puso rumbo en secreto a la Moncloa, donde conoció personalmente a Begoña Gómez durante un almuerzo distendido y agradable. Pasearon por el jardín, intercambiaron confidencias y Begoña aprovechó para regalarle unas alpargatas hechas en España que rápidamente estrenó al día siguiente.

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Patricia Izquierdo

No fue el único par que ha añadido en su maleta de vuelta. De regreso en la embajada de Estados Unidos, donde la esperaban sus nietas, se cambió de ropa y salió de compras por la Milla de Oro, donde se hizo con varios pares de alpargatas tanto para ella como para las chicas en Castañer, una de las favoritas de royals de todo el mundo y, por supuesto, de doña Letizia.

Aunque el día había estado cargado de emociones, Jill no paró a descansar ni un momento, volvió a cambiarse de ropa y recibió en la terraza de la embajada a Alejandro Sanz, Eugenia Martínez de Irujo, Carlos Vives y Pablo López, entre otros, para disfrutar de una buena juerga flamenca hasta altas horas de la noche. Abrazó a los intérpretes tras sus actuaciones, bailó, dio palmas, compartió confidencias con la hermana del duque de Alba… Incombustible.

El martes también encontró algún que otro hueco para hacer una agenda paralela a la prevista comiendo en el restaurante El Qüenco de Pepa por recomendación de su amigo el chef José Andrés. Allí degustaron las coquinas, su famoso tomate y aprendieron a mojar pan.

Eso sí, el miércoles por la noche, su ausencia fue una de las más sonadas durante la visita al Prado y la posterior cena en la Sala de las Musas servida precisamente por José Andrés, como también lo fue durante el último acto de agenda con Letizia en el Teatro Real el jueves por la mañana.

Paseo a medianoche de los Macron

Y si hablamos de agendas paralelas, no podemos dejar de destacar el paseo a medianoche de los Macron por el centro de Madrid. Aprovechando las restricciones de movilidad de la capital por las fuertes medidas de seguridad y las buenas temperaturas pasadas las 11 de la noche, el presidente de Francia y su esposa Brigitte fueron fotografiados dando un romántico paseo tras participar en la cena de bienvenida celebrada en el Palacio Real.

Una caminata relativamente corta en la que Emmanuel Macron volvió a demostrar su maestría en cuanto a comunicación política paseando de la mano de su mujer en mangas de camisa y sin corbata, sosteniendo la americana por encima del hombro. De lo mejor de la semana.

El ataque de los clones (estilísticos)

Otro de los puntos más comentados de las jornadas de la OTAN han sido los estilismos. Aunque finalmente los organizadores nos dejaron sin cena de gala, tiaras y grandes vestidos de noche, lo cierto es que, como siempre, el dress code (sobre todo el de las mujeres) nos ha dado grandes anécdotas. Sobre todo, a la hora de encontrar coincidencias entre unos y otros.

Más allá de lo anecdótico de que el rey Felipe y Joe Biden posaran exactamente igual vestidos en el Salón del Trono antes de la cena del martes (traje azul marino, camisa blanca, corbata del mismo tono de azul eléctrico), hubo otras coincidencias de lo más llamativas, al menos, al ojo experto.

Una de ellas, la protagonizada por la reina Letizia y Jill Biden, quienes durante el martes por la mañana y por la noche, respectivamente, lucieron un traje de chaqueta blanco que parecía exactamente el mismo. De hecho, bromearon sobre ello durante su llegada a la cena ofrecida por los Reyes.

No obstante, lo más llamativo sin duda ha sido que Brigitte Macron escogiera para las dos citas nocturnas dos vestidos entre los que era complicado encontrar diferencias. Con escote cerrado, manga larga ligeramente abullonada y rematada en un puño XXL y largo midi con vuelo, sin duda resultaban dos gotas de agua y prácticamente indiferenciables a simple vista.

Mucha moda española

No obstante, si algo destacó con respecto a la moda fue el despliegue de marcas y diseños españoles con los que nos deleitaron tanto la Reina como Begoña Gómez. El vestido de The 2nd Skin Co con el que Letizia ejerció de anfitriona en el Palacio Real no dejó indiferente a nadie, como tampoco el de lunares del diseñador sevillano José Hidalgo para recibir a Jill Biden en Zarzuela.

Begoña tampoco se quedó atrás y lució un dos piezas de lo más favorecedor en un tono rosa pálido firmado por Moisés Nieto (el mismo que firmó el vestido blanco del día anterior) para pasearse por La Granja de San Ildefonso y almorzar en el Reina Sofía, y dos creaciones a medida de Marcos Luengo, uno de sus diseñadores de cabecera, para colarse entre las mejor vestidas tanto el martes en la cena de los Reyes como el miércoles, cuando cogió el relevo de Letizia en el Museo del Prado.

La ausencia más sonada

Y si hablamos de presencias y grandes looks, también cabe recordar lo que nos perdimos. Aunque esperábamos que todos los grandes líderes de la Alianza Atlántica asistieran junto a sus cónyuges, Boris Johnson apareció solo para gran decepción de los seguidores de su esposa en España.

Carrie, que sí que estuvo presente durante la agenda de primeras damas días antes en Baviera, volvió a casa finalizado en G7 para reunirse con su pequeño.