Todos los comunicados de Mario Vargas Llosa que han sorprendido al mundo literario

Mario Vargas Llosa entró en el mundo de la prensa rosa al enamorarse de Isabel Preysler. La primera noticia que confirmaba esta relación tan inesperada y sorprendente fue, precisamente, una portada de '¡Hola!'. La nueva pareja no aparecía de frente, sino ambos de espaldas y tomados de la mano. El que saliera en la revista que Tamara Falcó define como “nuestro álbum familiar” demostraba que la historia iba en serio. Quizá lo más llamativo fue que tiempo después era la propia Isabel la que contaba que el romance de valentía se había gestado en Londres. El escritor y la 'reina de corazones' formaban parte de un grupo de famosos y periodistas que acudían a un encuentro organizado por el príncipe Carlos de Inglaterra para recaudar fondos.

Todo era normalidad y nadie imaginaba -como contaría más tarde la protagonista- que las noches que vivieron en ese hotel londinense eran "noches de boda”. Las habitaciones eran contiguas y, de hacer caso a Preysler, fue el comienzo hace siete años de una relación que convirtió al nobel en protagonista de las prensa del colorín.

El primer comunicado emitido por el nobel que sorprendió a sus colegas intelectuales fue para explicar que Isabel no había roto ningún matrimonio porque el suyo con Patricia Llosa estaba en total decadencia. Era la respuesta a las palabras de su exmujer, que en otro comunicado aseguraba que “mis hijos y yo estamos sorprendidos y muy apenados por las fotos que han aparecido en una revista del corazón. Hace apenas una semana estuvimos con toda la familia en Nueva York celebrando nuestros 50 años de casados y la entrega del doctorado de la Universidad de Princeton. Les rogamos respetar nuestra privacidad”. El escritor respondía en 'Sálvame' asegurando que estaba separado y, por lo tanto, no había sido infiel. Sorprendía al mundo literario tanta locuacidad, cuando siempre había sido discreto con sus romances estacionales

Más adelante, hubo otro desencuentro familiar que sirvió para que el hijo Gonzalo criticara que su padre hubiera dejado que una imagen de sus hijas con él, con Preysler y Tamara hubiera acabado en la revista de cabecera. El comunicado de Gonzalo era muy duro: “Mis hijas no tenían idea que habría periodistas en el homenaje académico a su abuelo en Nueva York, y mucho menos que '¡Hola!' publicaría fotos de ellas con la señora Preysler. De lo contrario, no hubiesen aceptado ir al premio. Si lo hicieron, es exclusivamente por el cariño y admiración que le tienen a su abuelo. Este reportaje es una penosa ilustración más de la capacidad de la señora Preysler para manipular a las personas para sus propios fines”.

La respuesta del autor de 'La ciudad y los perros' no se hizo esperar y, de nuevo, el mundo intelectual se sorprendía ante el duro comunicado. “Las tres sabían perfectamente que yo estaría acompañado por Isabel y yo mismo les advertí que habría fotógrafos en el acto. Me alegró que, pese a ello, las tres, que son mayores de edad, se empeñaran en asistir. Sugerir que cayeron en una emboscada o que 'la señora Preysler' se benefició económicamente con aquellas fotografías es una calumnia. También es falso que Isabel no haya tenido gestos cariñosos con mis nietas. Hace muy poco, a pedido de ellas, las hizo invitar en Boston a un concierto de su hijo Enrique, quien las recibió y se fotografió con ellas. No haré ninguna otra declaración sobre este asunto”, firmó el escritor.

A esta lista se suma otro comunicado de hace solo unos días en el que Vargas Llosa apuntala su noviazgo eterno, pero no porque la pareja haya decidido casarse. Aunque esto fuera lo esperado, el escritor ha revelado que duerme fuera de casa. Lo hace, según la revista 'Semana', en el piso de la calle Flor que fue el domicilio familiar que compartió con su exmujer y sus hijos cuando estaban en Madrid. En este (por ahora) último mensaje aclara que “no hay crisis ni nada. Es totalmente falso. Desmiento categóricamente que Isabel y yo vivamos separados”. Los colegas no salen de su asombro ante esta nueva aparición del nobel en los medios de la prensa social.

Al poco tiempo de hacer pública la relación, el escritor se trasladó a la mansión de Puerta de Hierro propiedad de Isabel Preysler. En el despacho que fue de Miguel Boyer trabajaba y concedía las entrevistas para la prensa escrita y los canales televisivos. Una manera de mostrar que la casa de su novia era también la suya. Ahora este cambio intermitente de domicilio ha servido para todo tipo de interpretaciones. Unas favorables, que explican que en la pareja no hay interferencias, y otras que puede haber marejadillas que acaben en tormenta.

Por otro lado, para enredar más la situación, la relación de los hijos de Vargas Llosa (salvo Álvaro) con Isabel Preysler es inexistente. Cada vez que Morgana y sus hijas, y Gonzalo con los suyos, viajan a Madrid el contacto es solo con el padre, y es que al principio del campanazo del noviazgo se cortó la comunicación filial. Más adelante, con buen criterio, los malos rollos se quedaron atrás y Vargas Llosa volvió a disfrutar de sus hijos y nietos gracias, precisamente, a las recomendaciones de Patricia, la exesposa abandonada, que intercedió: “No hagáis sufrir a vuestro padre y a las niñas, que tienen derecho a estar con su abuelo”, dijo en aquel entonces.

El ingreso hospitalario de Mario Vargas Llosa por covid volvió a demostrar ese cariño que los hijos sienten por su padre, ya que viajaron desde Lima a Madrid. Sin embargo, esta vez tampoco coincidieron con Isabel Preysler en el hospital.