Carlos Maldonado, el chef que ha demostrado que hasta los sueños más grandes se quedan cortos
Repasamos la trayectoria profesional de uno de los concursantes más recordados del programa de Televisión Española justo cuando celebra su final
Como en todos los talents, hay concursantes que dejan huella y en ‘MasterChef’, que ya está a punto de cerrar su décima edición, es imposible olvidar a Carlos Maldonado, no solo por su trayectoria en los fogones de TVE, sino porque ha sido uno de los participantes a los que pasar por el concurso le cambió la vida. Hoy en día es un reputado cocinero que perfectamente podría ocupar el puesto de Samantha Vallejo-Nágera, Pepe Rodríguez o Jordi Cruz ejerciendo de jurado y aconsejando a los aspirantes para que lleguen alto en el mundo de la cocina.
Prueba de ello es que no hay que irse muy atrás en el tiempo, ateniéndonos solo a los últimos diez días podemos ver que ha formado parte del prestigioso II Foro Internacional de Queso de Gran Canaria. También ha sido uno de los chefs al frente de un foodtrack en el Mad Cool Festival, algo nada sencillo de conseguir hoy en día. Pero, claro, ya nada parece demasiado si tenemos en cuenta que es el único concursante en diez ediciones que ha ganado una estrella Michelin, que también tiene un sol Repsol y que incluso ha protagonizado su propio documental.
Pero vayamos por partes: hace siete años que un inseguro pero auténtico Carlos se alzaba con la chaquetilla de chef (que por cierto ahora subasta para colaborar con la fundación Pequeño Deseo) del programa culinario de la televisión pública. Hasta ese momento, él se dedicaba a ayudar a su padre en la venta ambulante de jamones compaginándolo con un puesto de vigilante de seguridad nocturno, y a pesar de que aquel 2015 todo cambió, él tardó en reaccionar, pensó mucho qué era lo que quería hacer, pero cuando lo tuvo claro se lanzó.
La mala suerte quiso que Raíces, su primer restaurante, se encontrase con un bache muy grande al principio, la pandemia por el covid-19. Él había invertido todo en ese sueño, cuya parte administrativa le vino muy grande, y el vivir improvisando, algo que todos sufrimos a veces, jugó en su contra cuando se vio obligado a cerrar el local y todavía quedaban muchas deudas en el banco. Él mismo lo ha explicado en más de una ocasión: fue un momento muy duro que finalmente logró convertir en oportunidad, pues de la necesidad nació El Círculo, un servicio de hamburguesas que comenzó ofreciéndose a domicilio y que, adaptándose al momento, no ha parado desde entonces. De hecho, lo registró como sociedad aparte en cuanto el confinamiento se lo permitió, en julio de 2020, siendo él el único administrador.
En 2018, el talaverano fundó El Rastro Gastrobar, la empresa con la que gestionaba el proyecto de hostelería ambulante con el que comenzó y más tarde su ya famoso local de Talavera de la Reina (Toledo). Y pocos meses después se asociaba con la cervecera Ebora a través de Grupo Hostelero Ebora Gustans SL, empresa que arrancó con 15.000 euros y el servicio en marcha. También con su padre, Pablo Maldonado, como mano derecha. Hoy en día, lo mantiene todo en marcha y con un éxito tan rotundo que ya no hay mesa para comer en Raíces hasta pasado el verano.
Pero no ha sido fácil, y él no se cansa de repetirlo. Lo explica en varios momentos del documental que grabó con TVE y en el que reflexiona sobre ello siempre que tiene oportunidad; la última vez hace solo dos semanas, en redes sociales, donde decía que “la clave del éxito es la experiencia, pero la experiencia no surge por sí sola, se consigue invirtiendo trabajo y esfuerzo en su antónimo, su palabra hermana, su otro polo: el fracaso”. Aunque es muy consciente de que su paso por televisión le ha ayudado mucho, no resta un ápice de mérito al equipo con el que cuenta a su lado, a su familia y a su propio esfuerzo.
Y es que llegar donde ha llegado en tan solo siete años ha requerido muchos sacrificios, siendo quizá el personal el más importante. Su pareja, Ruth Jiménez, no quería que se presentara al concurso y, tal como ella misma explicó, no le fue fácil asimilar el nuevo estilo de vida de Carlos. Pero de nuevo salvaron los obstáculos y en 2017 fue el propio programa quien les organizó una boda de ensueño, con los platos preparados por los concursantes, cuando solo hacía un mes y medio que se habían convertido en padres.
Ahora quedan atrás esos duros momentos y ven los frutos de años de esfuerzo. El pasado diciembre celebraron en familia la estrella Michelin de Raíces. Como él dice, “no hemos llegado porque seguimos remando y no se llega hasta que no se deja de remar”, y remar con los suyos al lado es un orgullo que hace que el camino sea más llano. Y es que con 32 años aún le queda mucho por delante, y es consciente de ello, por eso ya ha dejado claro que su cabeza no deja de maquinar y que le quedan muchos fogones que encender.
Como en todos los talents, hay concursantes que dejan huella y en ‘MasterChef’, que ya está a punto de cerrar su décima edición, es imposible olvidar a Carlos Maldonado, no solo por su trayectoria en los fogones de TVE, sino porque ha sido uno de los participantes a los que pasar por el concurso le cambió la vida. Hoy en día es un reputado cocinero que perfectamente podría ocupar el puesto de Samantha Vallejo-Nágera, Pepe Rodríguez o Jordi Cruz ejerciendo de jurado y aconsejando a los aspirantes para que lleguen alto en el mundo de la cocina.