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Arantxa Sánchez Vicario y su guerra judicial con Santacana: nueva cita en Miami
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DIVORCIO SONADO

Arantxa Sánchez Vicario y su guerra judicial con Santacana: nueva cita en Miami

El pasado 11 de julio, ambas partes tenían una cita importante en los juzgados de la ciudad en la que se debía revisar su caso y decidir si se pone fecha al juicio

Foto: Arantxa Sánchez Vicario. (EFE/ Marcial Guillén)
Arantxa Sánchez Vicario. (EFE/ Marcial Guillén)

Es la guerra que no cesa. Arantxa Sánchez Vicario y José Santacana se separaron hace más de cuatro años y sus desacuerdos posmatrimoniales los han llevado a un proceso de divorcio interminable. Infinito.

El pasado lunes 11 de julio volvieron a tener una cita en los juzgados de Miami Dade, donde el caso empezó en el mismo momento en el que decidieron separarse, el 26 de febrero de 2018, y donde sigue abierto sin visos de llegar a un final. Y mucho menos, claro, a un final amistoso.

placeholder Arantxa Sánchez Vicario, en Murcia en 2020. (EFE/Marcial Guillén)
Arantxa Sánchez Vicario, en Murcia en 2020. (EFE/Marcial Guillén)

La cita del día 11 era para decidir qué se está tratando exactamente y poner fecha a un futuro juicio. No ha sido la primera cita judicial de Sánchez Vicario y Santacana en las últimas semanas. El 7 de junio ya se presentó una queja en nombre de la tenista contra su marido por una cuestión relacionada con las facturas presentadas ante el juez. Hemos intentado ponernos en contacto con las partes, pero al tratarse de un proceso totalmente estadounidense, no nos han contado nada.

Cita importante

Sabemos, no obstante, que en junio ha habido otras citas, ya que así se refleja en las notas de los juzgados de Miami, donde todos los registros son públicos, como en el resto de EEUU. La última ha sido la cita más importante, un Case Management Conference (CMC, por sus siglas en inglés), lo que supone un encuentro de ambas partes con el juez para saber si el proceso sigue su curso de forma correcta y decidir si se pone fecha de juicio.

Foto: Arantxa Sánchez Vicario y Pep Santacana, en los premios Laureus de 2013. (Getty)

“El CMC puede ser muy beneficios para ambas partes involucradas en un divorcio”, señala Jeffrey Alan Aenlle, abogado de Florida. “Permite prevenir un gasto innecesario de tiempo y de instrumentos legales, al darle una oportunidad al juez para decidir sobre situaciones que las partes no han sido capaces de decidir por sí solas”. La CMC de este julio llega tras un mes de abril intenso en el que ambas partes han presentado una ingente cantidad de facturas y pruebas bancarias sobre sus ingresos, gastos y estados financieros.

De Barcelona a Miami

Fue en marzo de 2021 cuando los jueces de la Audiencia Provincial de Barcelona decidieron que el divorcio de Arantxa y Pepe se decidiera en Miami y no en la Ciudad Condal. Así le daban la razón a la extenista, quien había recurrido la decisión previa de un juzgado de Esplugues, donde habían vivido juntos, que había dictado sentencia de divorcio a petición de Santacana. La Audiencia consideraba que era un juez de Estados Unidos, donde vivían ambos cuando se separaron, quien debía seguir el proceso.

Foto: Arantxa Sánchez Vicario, con su nuevo look. (Vanitatis)

Y mientras el divorcio sigue su curso en Miami, Sánchez Vicario sigue pendiente de otro proceso judicial en Barcelona. El Banco de Luxemburgo se querelló contra ella y contra su exmarido por diversos motivos. Y esa causa es la más importante pendiente en la vida de la extenista. Desde el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya nos dicen que al tratarse de un caso muy complejo, con varias partes implicadas, está siendo muy lento y que la fecha de juicio todavía no está determinada.

El Banco de Luxemburgo ha solicitado una pena de cuatro años de cárcel para ambos por un delito de alzamiento de bienes, y una indemnización de 6.170.942 euros, a los que habría que sumar los intereses y las costas procesales. La entidad bancaria presentó en 2021, en el Juzgado de Instrucción número 4 de Barcelona, su escrito de conclusiones, al que se sumó después el de la Fiscalía y el de la defensa de ambos.

Residencia en Andorra

El caso se remonta a los años más turbulentos en la vida de Sánchez Vicario. Ya retirada del deporte, la excampeona se enfrentó a sus padres y parte de sus hermanos por cuestiones económicas. Durante ese tiempo, Arantxa había acumulado una deuda de 5,2 millones de euros con Hacienda por el impago de impuestos durante los años 1989 y 1993. Había declarado su residencia en Andorra y un juzgado decidió que no era cierto, por lo que debía abonar los impuestos impagados. Para hacer frente a esa deuda con Hacienda, pidió un aval al Banco Sadadell, un aval que fue contraavalado por un dinero que tenía depositado en el Banco de Luxemburgo.

Foto: Arantxa Sánchez Vicario. (Getty)

La cuestión es que durante el tiempo que duró el enfrentamiento con sus padres decidió abandonar su residencia española. Y vendió sus propiedades o, al menos, así lo considera el Banco de Luxemburgo, que la acusa de deshacerse de sus inmuebles y no saldar la deuda que contrajo con ellos hace años.

Alzamiento de bienes

Los argumentos del Banco de Luxemburgo, a los que Vanitatis ha tenido acceso en estos años, son implacables. Acusan a Sánchez Vicario y Santacana de “reiteración delictiva” y de aprovechar su libertad para un “agravamiento del alzamiento de bienes”. “El juzgado había dictado la prohibición de disponer a fin de que los querellados no siguieran vendiendo activos cuyo precio desaparecía, como habían hecho antes, durante y después de la sentencia condenatoria a pagar al Banco de Luxemburgo más de siete millones de euros”, señalan.

Foto: Arantxa Sánchez Vicario en una imagen de archivo. (Gtres)

Hace unos días veíamos a Arantxa en Barcelona, donde participó en una entrega de premios. Lo hizo toda sonrisas y alegría. Así que suponemos que los nervios van por dentro. Nadie como ella, atleta de élite, sabe controlar la tensión en momentos complicados.

Es la guerra que no cesa. Arantxa Sánchez Vicario y José Santacana se separaron hace más de cuatro años y sus desacuerdos posmatrimoniales los han llevado a un proceso de divorcio interminable. Infinito.

Arantxa Sánchez Vicario
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