Paloma Cuevas, Luis Miguel y el misterio de las fechas de sus encuentros

Desde que Paloma Cuevas se divorció de Enrique Ponce han sido varios los romances que le han atribuido a la empresaria. Cerró ese capítulo de su vida y procuró, como había hecho siempre, mantener un perfil bajo. La irrupción de Ana Soria en la vida del torero cambió todo y la que fuera pareja modelo dejó de ser el referente de matrimonio ejemplar. Ponce publicitó su historia de amor en su Instagram en todas las variantes posibles: subido a un cocodrilo hinchable, compartiendo paseo marítimo con ella y con sus padres o apareciendo en una cama abrazados. Una exposición que sorprendió al mundo taurino y a los amigos, tanto suyos como los comunes.

La exmujer se dedicó a su familia y sacar adelante las colecciones en colaboración con Rosa Clará. Los supuestos novios que iban apareciendo se diluían enseguida. El empresario mexicano del que se habló nunca tuvo rostro y el doctor Villamor era de su círculo y tenía pareja. Ponce y Ana Soria desaparecieron de las redes sociales hasta hace poco, cuando la joven volvió a retomar su Instagram. ¿Cuáles fueron sus razones para esta nueva visibilidad de la estudiante de Derecho? Según comentaban, era una manera de retomar una vida que a su edad pasa por compartir sus experiencias en Instagram.

Así estaba el panorama informativo de Paloma Cuevas, Ponce y Ana Soria. Cada uno en su estilo y sin novedad en el presente, salvo la posible boda que el torero ha desmentido este miércoles en la revista 'Semana'. Lo que ha resultado un bombazo ha sido la posible relación de la empresaria y el cantante Luis Miguel. Fue el presentador argentino Javier Ceriani quien aseguraba en su programa la existencia de este idilio.

El Sol de México, como se le conoce, había pasado unos días en Madrid alojado en el hotel Villamagna y daban a entender que se había encontrado con Paloma Cuevas sin testigos. Un dato que nunca fue cierto, como confirmaron a Vanitatis. Lo que sí hicieron fue cenar en el restaurante asiático del hotel a la vista del resto de comensales, sin que por ahora haya constancia gráfica de ese encuentro. Nada que esconder.

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Este fue el primer capítulo donde se demostraba la buena sintonía entre ambos. Una amistad que mantienen desde pequeños. Hay que recordar, como ya publicó Vanitatis, que Luisito Rey, padre de Luis Miguel, era un gran aficionado taurino y amigo de Victoriano Valencia, al que vio torear muchas veces hasta que se retiró en 1971. Luis Miguel formaba parte de la familia Cuevas y más tarde también de la de Enrique Ponce al casarse con Paloma.

El cantante viaja a menudo a España, aunque esas visitas no sean visibles. Y precisamente una de las que ahora el mismo programa de Cerini ha actualizado como si fuera presente ha sido un encuentro entre los dos en la zona gourmet de El Corte Inglés. Una historia que, tal como se relata, hace posible ese romance.

Pero la realidad es otra, como se ve en varias páginas de fans (adict@s a Luis Miguel, por ejemplo) del cantante, donde Paloma Cuevas aparece en la catedral de la Almudena el 16 de julio de 2019 con el mismo vestido que en las imágenes del restaurante.

Una visita que se completaba con un video de un seguidor o seguidora en el que se ve al artista en la puerta del restaurante Lucio ese mismo día. En el perfil de esta red social una mujer pregunta: “¿Es de ahora?”. Y la respuesta que le dan es que, efectivamente, era ese 16 de julio y que antes, en mayo, ya había estado también en Madrid.

Este es el desarrollo de unas imágenes donde las fechas marcan la información. Habrá que esperar si Luis Miguel quiere dar explicaciones, como sí ha hecho negando la compra de la finca La Cetrina, igual que Ponce, al periodista Saúl Ortiz. La vida del cantante no está en España por mucho que tenga arraigo emocional.