Ana Antic: cómo la estilista del lujo aprendió a estar en todas partes sin perder su discreción

¿Se puede ser discreto y no pasar desapercibido? Ana Antic sí puede. Te suena su nombre, ¿verdad? Su imagen seguro que también. Ella es ese tipo de personas que está en toda fiesta que se precie y tiene amistades hasta debajo de las piedras, pero siempre se mantiene en segundo plano. Es estilista y triunfó en su profesión mucho antes de que su nombre apareciera en la prensa, pues lo hizo por una causa que ella, de poder, seguro que preferiría borrar: se la ubicó en el mapa del famoseo patrio cuando falleció su padre, Radomir Antic, el único entrenador que lo ha sido del Atlético de Madrid, de Real Madrid y del Barcelona, entre otros equipos.

En enero de 2020 su padre falleció y fueron muy numerosos los mensajes de cariño que recibió de diferentes rostros conocidos como Sara Carbonero, Paula Echevarría, en cuyo cumpleaños ha estado recientemente, o Úrsula Corberó. Para muchos fue una sorpresa ver en su muro de redes sociales mensajes de personajes tan dispares, pero para ella no, y es que en aquel momento hacía ya años que ella se codeaba con la jet y era la persona a quién llamar para elegir el mejor 'outfit' de cara a un evento.

Pero es más, antes de aquello ya tenía un libro publicado. En 2012, la editorial Espasa publicó ‘Tu personal shopper’, páginas en las que ella va desvelando los entresijos de su profesión con bastante humor y contando algunas de las anécdotas o situaciones más surrealistas que ha vivido a lo largo de su recorrido. Y es que su experiencia va mucho más allá de nuestras fronteras.

Adriana Lima es una de sus mejores amigas desde que la conoció a través de su marido, el exjugador de baloncesto Marco Jaric. De su mano acudió a un desfile de Victoria’s Secret y esto le abrió las puertas del mercado internacional y la terminó de consolidar en su papel de asesora e imagen. Tanto que ha trabajado junto a Kylie Minogue o Bar Rafaeli. En España, Georgina Rodríguez se ha convertido más que en una clienta, en una amiga, y Ana suele estar detrás de los diseños que luce en las grandes ocasiones.

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Pero la moda no fue siempre su vocación, o quizá sí, pero primero estudió Economía y Diseño de Interiores. Comenzó su trayectoria trabajando como directora de moda de ‘Avenue Illustrated’ y ese contacto hizo que ya fuera imparable. De hecho, en 2011 comenzó directamente a trabajar para sí misma, como autónoma, haciendo asesorías personales, editoriales de revistas, publicidad… Allí donde se la requería, estaba. Y comenzó a ser muy requerida.

Entre 2017 y 2020, sin dejar nunca a sus propios clientes, también trabajó de la mano de la prestigiosa firma Christian Dior Couture, tratando de forma directa para ellos con sus clientes privados más exclusivos. Y es que es la primera que tiene muy claro que sirve para su trabajo y que lo hace bien, pues ya en la presentación de su libro afirmaba: “Sé que hay estudios específicos para convertirse en asesor de imagen. En mi caso, me sirvió mi personalidad, mi gusto y muchos años de práctica”.

Y precisamente esos años, ir conociendo a todas esas personas que confiaban en su trabajo, acompañarles a fiestas, premios, estrenos y sesiones de fotos, hicieron que poco a poco fuera fraguando amistades que hoy le han valido no solo para tener una cartera de clientes envidiable, sino para situarse en el panorama social de nuestro país, aunque sea sin querer. En sus redes sociales atesora la nada desdeñable cifra de 158.000 seguidores y allí comparte solo el glamour, una vida de lujo y diseño muy poco accesible para cualquier ciudadano.

Este verano lo está pasando casi íntegro en Marbella -aunque no ha faltado el viaje de rigor a Ibiza-, donde ha acudido allí a la celebración de los 45 años de Paula Echevarría, ha sido invitada a la inauguración de varias pop-up en El Corte Inglés de la ciudad, se ha paseado por los mejores restaurantes y no ha dejado de estar invitada, como la mayoría de nuestros vips cada verano, a los conciertos que concentra el festival Starlite, que es uno de los más exitosos de la temporada.

Pero el éxito y haber llegado alto no hace que Ana quiera menos. De hecho, no hace mucho se embarcó en una nueva aventura: en enero de 2021 dio de alta Aaku-ra, una empresa de la que es cofundadora y CEO y cuya actividad se tipifica de manera legal como "prestación de servicios con un alto valor añadido, cuya actividad económica principal se basa en la intermediación comercial de alta calidad, captación de clientes para terceros, representación, promoción y yertas de sus servicios y productos”.

No se sabe mucho más de este proyecto, es todo un misterio vestido de exclusividad. Tanto es así que no existe página web de la empresa, tan solo una cuenta de Instagram privada, con 168 seguidores, entre ellos Georgina o Laura Matamoros, en la que no es fácil que te admitan, y probablemente tampoco será apto para cualquier bolsillo pagar sus servicios.

No cabe duda: Ana ha sabido moverse como pez en el agua entre el mundo de la moda y el lujo, ha entendido muy bien la importancia de las nuevas generaciones, vestidas de influencer, que vienen pisando fuerte, y sabe pasearse en esa delgada línea que separa el dejarse ver y disfrutar de las grandes oportunidades de ocio que se le ponen delante y mantener una discreción que parece fundamental para su trabajo.