El homenaje de Elena Tablada a su madre tras su separación de Javier Ungría

La separación de Elena Tablada y Javier Ungría ha sido una de las noticias del verano. El cese temporal de la convivencia del matrimonio llega con la intención de la pareja de superar la fuerte crisis que atraviesan, pero tomando una necesaria distancia física entre ellos. El final de su relación tiene lugar dos años después del nacimiento de su hija y la confirmación de la decisión sucede poco después de comenzar los rumores de crisis.

Un verano cada uno por su lado que anunciaba la revista ‘Lecturas’ y que más tarde se confirmaba. Vacaciones que no han pasado juntos y que continúan haciendo por separado, poniendo al mal tiempo buena cara y buscando la manera de superar este bache en sus vidas. Elena se mostraba firme en sus primeras declaraciones tras hacerse oficial esta separación: “Quien me conoce sabe que mis hijas son lo más importante que tengo en mi vida, y si me veo en la posición de ponerlas en una balanza, siempre pesarán más ellas”.

También en ese mismo efímero comunicado, colgado en sus redes sociales durante un breve periodo de tiempo, dejaba abierta la puerta a una posible reconciliación: “El amor y el respeto entre nosotros es profundo y latente y creó un ser maravilloso por el cual estaremos unidos siempre”. De momento, la pareja hace vidas por separado y a pesar de que se ha dejado claro que es algo temporal, “para así poder respirar y ver en qué consiste realmente la felicidad”, parece que ambos se lo han tomado muy en serio.

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Mientras se prepara y coge fuerzas para la vuelta al cole de sus hijas, algo que le hace especial ilusión, pues será la primera vez para la pequeña, Elena está exprimiendo al máximo los días de descanso que le quedan. La empresaria se encuentra en Ibiza, aprovechando el atardecer para sacarse las mejores fotografías con la mejor luz, esa a la que las influencers se refieren como ‘golden hour’, pues aumenta la belleza de cualquier posado al instante.

Entre posados en ropa de baño, cenas con amigos y baños de sol, también ha sacado un poco de tiempo para rebuscar en el armario de su madre. Un ejercicio que parece que no es la primera vez que realiza a tenor de sus palabras, aunque lo cierto es que no nos sorprende si el resultado suele ser como el que muestra con orgullo en su cuenta de Instagram. Viajando al pasado, concretamente hasta los años 80, Elena ha encontrado un estupendo mono que le sienta como un guante.

De color negro y con detalles en dorado, es la mezcla perfecta de feminidad, elegancia y comodidad. Un largo mini y unas cadenas doradas, en lugar de los tradicionales tirantes, se convierten en protagonistas de esta prenda, que cautiva por los botones de la zona del escote, que se ajusta en forma de corazón y potencia su figura. “De las cosas que más me gustan es heredar cosas chulas de los 80 de mi madre… como este mono”, escribía con la clara intención de quedarse esta bonita prenda para siempre. Un mono que para ella tiene unas vibes (o sensaciones) muy “Madonna’s style”.

Un vestido que apenas necesita más adornos, tal y como ha demostrado la diseñadora, que ha preferido que sea la prenda quien se lleve todo el protagonismo, acompañándola de algunas finas joyas de oro, como los pendientes de aro y las gargantillas, pero pocos adornos más. El cabello suelto y las sandalias nude de tacón completaban su look de noche, sencillo pero impactante, muy del estilo de la propia Tablada.

Parece que no está dispuesta a dejar que el hecho de que su separación sea ahora pública acabe con esa búsqueda de la felicidad a la que hacía referencia al confirmarlo. Para Elena, este verano está siendo diferente -la pareja llevaba junta desde 2016-, pero no por ello menos especial. Está rodeada de su gente, sus amigos y su familia, y aunque no siempre resulte sencillo, disfrutar de su tiempo y aprovechar al máximo el paraíso en el que se encuentra seguramente sea una prioridad.