Preysler, Urdangarin y Griñón: historias reales que negaron como ahora Esther Doña

En junio de 2021, un año después de la muerte del marqués de Griñón, Esther Doña aparecía paseando por Madrid con Santiago Pedraz, juez de la Audiencia Nacional. En ese momento, las explicaciones de la viuda eran que mantenían una buena relación que venía de tiempo atrás. Efectivamente, esa afirmación era verdad. El matrimonio Falcó-Doña alternaba con el juez y su novia, la abogada Sylvia Córdoba, con la que tenía intención de casarse. Había pedido la mano al padre de la especialista en derecho penal, le hizo entrega de un anillo de compromiso y compartieron una nueva casa con una hipoteca importante que, a día de hoy, mantiene sola la abogada.

El marqués y Esther, por su parte, vivían una existencia de viajes y compromisos sociales. Hubo una crisis importante cuando el aristócrata tuvo que pasar una noche en comisaría por unos desencuentros con su mujer que finalmente no fueron a ninguna parte. Una situación muy dolorosa para el marqués, la familia y los amigos comunes que sabían del fuerte carácter de Doña.

La semana pasada, la pareja anunciaba su matrimonio en una exclusiva de ‘¡Hola!’ que finalmente no ha sido. La marquesa viuda y el juez habían roto su historia de amor sin vuelta atrás, como el mismo Pedraz anunciaba esta semana en la misma revista.

Una historia que ha pasado del mundo estrictamente del corazón a la judicatura dadas las características del protagonista. Como dice el refrán, las mentiras tienen las patas muy cortas. Y una vez que la periodista Beatriz Cortázar adelantó la ruptura en la ‘Crónica rosa’ de esRadio, la pareja ya llevaba tiempo separada. Ni boda, ni reencuentro, ni excusas posibles para el desamor del juez.

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Relatos como este no son nuevos y forman parte de la biografía de muchos personajes que en su momento desmintieron una información que al poco tiempo se convertía en noticia. Así sucedió con los primeros rumores del romance secreto de Alberto Cortina y Marta Chávarri, que por supuesto se negó. Jesús Mariñas, en su crónica de la revista ‘Época’, daba unas claves que hicieron temblar a los entornos de ambos. La frase decía algo así como “la marquesa de Cubas y su interés por las Cortinas”. Hubo movimientos importantes en las alturas del poder que negaban el romance y la historia se paralizó hasta que las fotos de ambos, saliendo de un hotel de Viena, demostraban que el comentario de Mariñas era cierto. Años después, y ya con el divorcio concluido, el directo de ‘Tiempo’, Julián Lago, escribía en su columna cómo alguien muy cercano a Alicia Koplowitz (o la propia empresaria) llamó a Fernando Falcó para decirle lo que estaba sucediendo en su vida conyugal.

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Sucedió algo parecido con el marqués de Griñón, que también fue el último en enterarse de que Isabel Preysler se había enamorado de Miguel Boyer, ministro de Economía y Hacienda y vicepresidente del Gobierno de Felipe González. Una información en ‘Interviú’ y una portada en ‘Tiempo’ hicieron que los marqueses de Griñón convocaran a los periodistas en su casa de la calle Arga para desmentir que pasara algo en su matrimonio. Ese día, la cara de Carlos Falcó era de tristeza. Ya sabía que su mujer se había enamorado del que se convertiría en su tercer marido.

Estos desmentidos no solo afectaban a personajes del colorín. La reina Sofía e Iñaki Urdangarin también fueron protagonistas de este tipo de 'engaños' informativos. En el caso de doña Sofía tuvo un componente familiar que marcaría la agenda oficial de la soberana. Ese fingimiento tuvo que ver con la separación de la infanta Elena.

El 25 de noviembre de 2009, los duques de Lugo comunicaban su divorcio. Habían pasado dos años desde que el 10 de noviembre de 2007 se anunciaba el “cese temporal” matrimonial. Y una semana antes, la infanta Elena había abandonado el domicilio conyugal con sus dos hijos y se había instalado en el palacio de la Zarzuela. Nada se sabía de ese cambio de domicilio, pero sí circulaba el rumor de las malas relaciones del matrimonio ducal que, por supuesto, desmentían oficiosamente desde Zarzuela.

Esa semana en la agenda de los Reyes figuraba el viaje oficial a la Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado que se celebraba en Chile y a la que finalmente solo acudió don Juan Carlos, que protagonizó el famoso “¿por qué no te callas?”, dirigido a Hugo Chávez.

La explicación que justificaba la ausencia de doña Sofía era una “indisposición” de la que no se daban más datos. Tiempo después se supo que la reina no había sufrido ningún problema de salud, sino que quiso estar junto a su primogénita en esos momentos tan duros cuando había abandonado su casa del barrio de Salamanca.

Iñaki Urdangarin también fue protagonista de un desmentido relacionado con la compra de la mansión de Pedralbes que, desde el gabinete de comunicación del palacio, negaban. Ya se habían publicado informaciones relativas a esta adquisición. Y fue el propio Urdangarin quien se convirtió en el informador directo de la historia. Sucedió en el Palacio Real en la recepción con motivo del Día de las Fuerzas Armadas. El rumor estaba en la calle y el duque, que en aquellos tiempos era un hombre más bien tímido, respondió con una frase poco creíble: “La Infanta y yo no tenemos intención de adquirir ningún palacio”. Se refería a la compra y las dimensiones de la que después sería su vivienda habitual y que se convertiría en la piedra angular del caso Nóos. Tres semanas después, el rumor era noticia: “Los duques de Palma compran un palacete en la zona vip de Barcelona”.