Quevedo, el moderno poeta canario: su salvaje, rentable y polémico éxito musical

Si este verano has notado con extrañeza la abundancia de noticias sobre Quevedo, pensando quizá en un revival del Siglo de Oro o quizá en el 500 aniversario del nacimiento del encarnizado rival de Góngora, no estás solo. Pero como bien sabe, sobre todo el público más joven, el tal Quevedo que se ha convertido de la noche a la mañana en una superestrella a nivel planetario no tiene nada que ver con el célebre escritor.

No es de extrañar, pues, que si escribimos en Google 'Quevedo', los primeros resultados que obtengamos nos remitan a Pedro Luis Domínguez Quevedo. El artista veinteañero que en las últimas semanas ha revolucionado el panorama musical mundial con su voz ronca, su uso y abuso del autotune y la consagración de 'Quédate' como canción del verano superando a artistas de la talla de Rosalía y su 'Despechá', Bad Bunny o Harry Styles.

La culpa de este sonado éxito la tiene sobre todo el rey Midas de la música urbana actual: el enigmático productor argentino Bizarrap. Cuando ambos lanzaron al alimón el tema 'BRZP Music Session Vol. 52' el pasado mes de julio, en menos de 24 horas superó los 10 millones de reproducciones.

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A estas alturas se calcula que sus escuchas en Spotify y los visionados en plataformas como YouTube le pueden haber reportado la jugosa cifra de 1,5 millones de euros. Pero ¿le ha afectado el éxito y fortuna repentinos a este joven músico? Él asegura que, de momento, no.

"Me levanto en mi casa, me voy al parque, echo un cigarro, vuelvo a mi casa, como con mi padre, voy a casa de algún amigo, voy al estudio y vuelvo a mi casa. Es supersencillo, la verdad. Sigo haciendo música con la misma gente, sigo viendo a la misma gente siempre. A lo mejor, si voy a algún sitio que haya mucha peña, me paran para una foto, pero nada que digas que no se puede vivir con ello", aseguraba en una entrevista para 'El Mundo'.

Criado en Las Palmas de Gran Canaria desde los cinco años, tras nacer en Madrid e instalarse de niño en Brasil con su familia, el éxito de Quevedo es atípico en muchas cuestiones: no cuenta con una multinacional que le respalde, no tiene ningún álbum publicado y su repertorio se reduce a una veintena de canciones, muchas de ellas colaboraciones. Pero algunas de verdadero relumbrón, como la que le unió a la pelirroja estrella Ed Sheeran.

Aunque hasta hace meses fuese prácticamente desconocido en la escena musical española, el éxito de Quevedo se lleva cocinando a fuego lento desde el confinamiento por la pandemia de covid, cuando decidió abandonar la universidad y empezar a escribir y subir sus propios temas a las plataformas de streaming.

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Discreto y rodeado del aura de misterio que le da el apenas conceder entrevistas, su ascenso no conoce límites y ya ha aparecido por ejemplo en las pantallas de la neoyorquina Times Square como uno de los artistas clave de Spotify. También cantó en el mediático evento pugilístico organizado por Ibai Llanos y bautizado como La Velada del Año, que fue seguida por más de tres millones de espectadores a través de Twitch.

Entre el lanzamiento de nuevos singles y giras por los principales festivales de música urbana, no ha podido escapar de las críticas que le persiguen por su peculiar empleo de técnicas como el autotune o el playback.

Quienes le defienden apuntan que Quevedo canta durante buena parte de su set y que es solo cuando llega el turno de su hit 'Quédate' cuando prefiere dejar el micrófono en el suelo y escuchar a miles de personas vociferar la canción mientras él baila con sus amigos, que suben al escenario. El propio cantante se toma con humor en sus redes sociales esta controversia.

¿Es su éxito efímero y pronto volveremos a relacionar a Quevedo tan solo con sonetos satíricos y burlescos? Quién sabe. De momento, el canario acaba de lanzar un nuevo tema, 'Vista al mar'; debuta en televisión con su visita a 'El hormiguero', ultima su álbum debut y, desde luego, puede presumir de haber despachado la canción más escuchada del mundo, y eso no es cosa baladí.