El mensaje de Elena Tablada tras su separación para despedir el verano

Después de que una pareja se rompa, hay diferentes maneras de afrontar el futuro inmediato. Con rencillas, con desesperación o mirando sin más adelante, con el mayor optimismo posible. Esto último es lo que ha decidido hacer Elena Tablada, después de un complicado verano en el que ha puesto punto y final a su relación de seis años con Javier Ungría, con el que tiene una hija en común.

Tras muchos rumores y especulaciones sobre los problemas que el matrimonio podía estar atravesando, era finalmente la propia diseñadora la que confirmaba la noticia en sus redes sociales, asegurando que "el amor y el respeto entre nosotros es profundo y latente".

Aunque no cerraba del todo la puerta a una posible reconciliación, sí ponía de manifiesto que esa no era la situación actual y que su prioridad número uno era su hija, que siempre será el nexo de unión entre los dos.

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Ahora, finalizado un verano en el que nos ha obsequiado desde sus redes sociales con todo tipo de posados en playa y piscina, mira una última vez al mar para hacer una valiente declaración de intenciones.

"Así despido al, probablemente, verano más aleccionador en mis 41 años de vida. Sabiendo que el sol igual que se va, vuelve a salir y que la vida son momentos que nos ayudan a crecer. Voy pa' ti otoño, ¡y voy con todo!", escribe la diseñadora.

Sus palabras han sido recibidas con inmediatas pruebas de amor y cariño, siendo especialmente celebrados los emojis que aporta su amiga Chenoa, con la que comparte un ex, David Bisbal.

Este mensaje de la diseñadora llega después de que la viéramos hacer un entrañable homenaje a su madre y posteriormente a que su ex se pronunciara también, aunque de forma escueta, sobre la separación. "Estamos bien", explicaba el empresario a Europa Press. "Son decisiones que hemos tenido que tomar, pero muy bien, estamos todos muy bien", insistía por todo comentario.

Recordemos que Elena y Javier contrajeron matrimonio en 2018, primero por lo civil en Miami y meses más tarde por la iglesia en La Habana, en el mismo lugar donde se habían casado los abuelos de ella. Ahora, tras separar sus caminos y tal como expresaba ella en su comunicado, "hemos decidido dar un parón para así poder respirar y ver en qué consiste realmente la felicidad".