Nadal, a lágrima viva: del adiós a un amigo a las complicaciones "en casa"

Están siendo días de altibajos emocionales para Rafa Nadal, un deportista que si bien nos tiene acostumbrados a verle haciendo gala de su parte más cerebral sobre la pista, también es capaz de dejarse llevar por sus sentimientos hasta desbordarse cuando sale de ella.

Eso es lo que le que ocurrió tras el partido que jugó a dobles el viernes en el O2 Arena de Londres junto con su compañero y amigo Roger Federer, para quien este suponía el último combate en pista de su carrera. Después de caer derrotados ante la pareja Sock-Tiafoe en la Rod Laver Cup, Federer recibió un merecido homenaje.

TE PUEDE INTERESAR

El look premamá de Xisca Perelló luciendo embarazo junto a Rafa Nadal

R. R.

Ha sido uno de los grandes del tenis y uno de los máximos rivales de Nadal, pero el respeto y la admiración entre ambos es mutuo y con el paso de los años, la competición entre dos deportistas de élite, dos de los mejores del mundo, fue dejando espacio a una gran amistad que quedó patente tras el encuentro disputado este pasado viernes.

Junto a un Federer que no podía parar de llorar al recibir el aplauso rodeado de su familia, compañeros, amigos y público completamente entregado, se pudo ver a un Rafa Nadal muy emocionado al observar a su compañero y amigo siendo protagonista de un momento tan importante en el que el agradecimiento y la tristeza se entremezclaron.

Para la historia ha quedado la estampa de los dos jugadores sentados en el banquillo, uno al lado del otro, llorando mientras unían sus manos.

Tras la intensidad de este momento de despedida a Federer, Rafa Nadal se confesó ante los micrófonos de los periodistas y de las cámaras presentes y admitió que ha estado viviendo días de altibajos emocionales. No tuvo ningún problema en reconocer que esas emociones le han podido generar un estrés que tuvo que soltar a través del llanto: "Soy una persona bastante sensible. No me preocupa llorar. Llorar es bueno a veces. Necesitas soltar estas emociones. Se va una parte de mi vida, por lo que es difícil".

Esa parte de su vida es Federer, junto al que ha crecido profesionalmente. Nadal se mostró encantado de que su amigo recibiera la despedida que merecía: "Ha sido emocionante, inolvidable, triste también. Es difícil describirlo, ha habido muchas emociones, pero bueno, al final ha sido un día muy especial, inolvidable. Al final, para todos hay un comienzo y hay un final. Es la vida".

A este día de emociones fuertes se ha sumado el estrés acumuluado que en lo personal lleva vivido Nadal en las últimas semanas. El embarazo de su mujer, Xisca Perelló, ha pasado por complicaciones que le obligaron a permanecer un tiempo ingresada. Rafa Nadal y ella están a punto de comenzar un nuevo capítulo en sus vidas, cuando nazca su primer hijo en común. Esto es algo que también ha afectado al tenista, como es lógico, y que ha desbaratado su estado anímico, el cual se encuentra más sensible de lo normal: "Han sido semanas difíciles, pocas horas de dormir, un poquito de estrés en general. Situaciones un poco más complicadas de lo habitual en casa. He tenido que lidiar con una presión diferente a la que estás acostumbrado en la vida profesional. Por suerte todo está bien, mucho más tranquilo, y en ese sentido he podido venir aquí. Para mí era importante".

Por su parte, el suizo también ha dedicado unas cariñosas palabras al tenista español: “Me hace muy feliz dónde está nuestra relación hoy día, que pueda llamar a Rafa y hablar de lo que sea. Creo que él se siente del mismo modo. Ha sido especial también que la familia de Rafa haya estado estos días aquí porque te demuestra que no es solo que Rafa haya venido a jugar y que a nadie de su equipo le importe. Puedo sentir su pasión por mí, como persona".