La fiesta de Vargas Llosa desde dentro: destacados invitados, sin capea y con subasta
En este homenaje al Nobel, no estuvo esta vez Tamara Falcó y sí Ana Boyer, que no se separó de su madre
Este viernes, la Fundación Cátedra Vargas Llosa organizaba para el escritor una fiesta homenaje en la finca El Jaral de la Mira, en San Lorenzo de El Escorial, propiedad de los hermanos Sandoval.
Estaba prevista una capea, previa al almuerzo, con Cayetano Rivera que finalmente no se celebró. El tiempo no acompañó el día pero había un plan B para los cuatrocientos convocados que disfrutaron de un encuentro literario y social con presencia de políticos y expolíticos como Feijóo, Martínez Almeida, Aznar y Ana Botella, Cayetana Álvarez de Toledo, Albert Rivera, Esperanza Aguirre o Begoña Villacís. Del mundo social, Nuria González, Fernando Martínez de Irujo o la pintora de cerámica y vajillas, Bárbara Pan de Soraluce, entre otras amistades de Isabel Preysler.
Si no hubiera llovido, el almuerzo multitudinario se habría celebrado al aire libre. No pudo ser pero el chef Mario Sandoval lo tenía previsto. Las mesas de ocho o diez comensales se organizaron esta vez en unas carpas donde la principal estaba presidida por Mario Vargas Llosa, Isabel Preysler y el hijo, Álvaro, que acudió con su nueva pareja, Nada Chedid, tras separarse de Susana Abad, madre de sus tres hijos. La exnuera del Nobel es una profesional reconocida en el mundo de la salud y nutrición integral.
Esta vez, como ya sucedió en la edición del año pasado, que fue la primera, tampoco estuvieron sus hijos, Gonzalo y Morgana. Con ellos pasó el mes pasado en Perú, donde viajó el escritor para buscar escenarios que ilustren su nueva novela. Tampoco estuvo esta vez Tamara Falcó y sí Ana Boyer, que no se separó de su madre. Como anécdota, señalar que el acompañante de la marquesa de Griñón el año anterior fue Iñigo Onieva. Nadie imaginaba en aquellas fechas que la pareja acabaría de una manera tan abrupta.
Los amigos y conocidos comenzaron a llegar a la finca sobre las doce de la mañana y con un recibimiento gastronómico con cortadores de jamón y venenciadores. Al no haber capea, la gente se entretuvo formando grupos y felicitando al chef Mario Sandoval y su familia por sus próximos éxitos. Los Sandoval tienen previsto abrirun restaurante en Londres y otro en el hotel Marriott en Madrid.
La agenda festiva continuó con un almuerzo cinco estrellas y después una subasta donde los convocados pujaron por varios libros de Vargas Llosa, una escultura de Adolfo Barnatán (exmarido de Elena Benarroch), un capote de Cayetano Rivera, una cena para dos en el restaurante Coque o acudir a algún acto literario del homenajeado, entre otras propuestas. Se recaudó una cifra cercana a los ocho mil euros que servirán para becas y proyectos de la fundación Cátedra Vargas Llosa.
El coste por cubierto era de mil euros por persona, que los organizadores consideraban ajustado dada la oferta que se presentaba. En esta edición, se mantiene más o menos el mismo precio. Una de las propuestas que pueden elegir los convocados más pudientes es comprar mesas. Una de las ofertas incluye también un pago extra con presencia preferente en el evento, mención de agradecimiento, posibilidad de recibir en su mesa invitados vip y un encuentro especial con Mario Vargas Llosa. El abanico en este apartado es amplio. El plus sirve también para tener un lugar preferente en las distintas actividades (plaza de toros, actuación musical…) y una invitación especial para cuatro personas a conferencias internacionales de la cátedra. Esta celebración tiene las dos vertientes: una lúdica y otra cultural. Los organizadores explican que se trata de “un encuentro importante para hacer networking con personalidades del mundo artístico, cultural, empresarial y político, de uno y otro lado del Atlántico. Una ocasión de colaborar, dedicada a fomentar la cultura y la creación literaria”.
El discurso del Nobel fue muy aplaudido, como no podía ser de otra manera, y dejó claro cuál es el objetivo de esta fundación: “la razón fundamental de esta cátedra es estimular los intercambios culturales, fundamentalmente los literarios, entre España y el vasto ámbito de la lengua española”.
Los del Río fueron los encargados de animar la fiesta.
Este viernes, la Fundación Cátedra Vargas Llosa organizaba para el escritor una fiesta homenaje en la finca El Jaral de la Mira, en San Lorenzo de El Escorial, propiedad de los hermanos Sandoval.
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