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La boda de Márquez Piquer y Curro Romero: marabunta, lipotimia y el escollo de Carmen Tello
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60 AÑOS DEL ENLACE

La boda de Márquez Piquer y Curro Romero: marabunta, lipotimia y el escollo de Carmen Tello

Así nació su amor y así fue uno de los enlaces más sonados de la época. Su matrimonio no fue, en absoluto, idílico y acabó roto

Foto: Curro Romero y Concha Márquez Piquer, en una imagen de archivo. (Getty Images/Gianni Ferrari)
Curro Romero y Concha Márquez Piquer, en una imagen de archivo. (Getty Images/Gianni Ferrari)

Tal día como hoy, hace 60 años, tuvo lugar una de las bodas más multitudinarias y mediáticas de la década de los 50 en España. Concha Márquez Piquer y Curro Romero se daban el 'sí, quiero' en Madrid, en una ceremonia religiosa que permitió que, muchos años después, se convirtieran en los pioneros, dentro del mundo del espectáculo, en protagonizar un divorcio.

Pero para que haya una separación (de la cual hablaremos más adelante), antes tuvo que haber una unión, y la de ellos, como decíamos, no pasó desapercibida, teniendo en cuenta que se casaba una gran figura del toreo con la hija de un mito viviente, Concha Piquer, casada a su vez con el torero Antonio Márquez, el Belmonte Rubio, padre de la novia.

Foto: Curro Romero, durante un homenaje. (Cordon Press)

Gracias a 'Yo misma' (Ed. Letra Clara), las memorias de Márquez Piquer que vieron la luz en marzo de 2017, hoy conocemos, de primera mano, no solo muchos detalles de cómo nació ese amor y de aquel enlace, sino también todo el recorrido de un matrimonio que no fue, en absoluto, idílico y que acabó roto.

placeholder Concha Márquez Piquer. (Getty Images)
Concha Márquez Piquer. (Getty Images)

Cuando aún era una adolescente, Concha Márquez Piquer vivía con sus padres en un piso de la calle Gran Vía. Fue a la edad de los 15 años, un día que salía del portal de su casa, cuando Curro Romero se cruzó en su camino. “He encontrado al amor de mi vida”, le dijo a su madre cuando subió de nuevo al piso.

Asustados por la juventud de su hija y la diferencia de edad con Romero (12 años), la diva de la copla, Concha Piquer, y su marido decidieron que la adolescente pusiera tierra de por medio y la enviaron a viajar y a estudiar a Europa, fuera de nuestras fronteras. Inglaterra o Suiza fueron algunos de los destinos que mantuvieron a Conchita Márquez Piquer lejos de Curro Romero.

Pero de nada sirvieron estos planes. Cuando aún no había cumplido los 18 años, Concha Márquez Piquer y Curro Romero se reencontraron en Madrid y no tardaron en comprometerse.

El 22 de octubre de 1962, miles de personas se agolpaban a las 18:00 h en los alrededores de la iglesia de los Jerónimos, en Madrid. Querían ver de cerca la llegada al templo tanto de los novios como de reconocidos invitados entre los que se encontraban Lola Flores, el torero Juan Belmonte o el maestro Quiroga, afamado pianista y compositor, entre muchos otros.

placeholder Curro Romero y Concha Márquez Piquer, en una imagen de archivo. (Getty Images/Gianni Ferrari)
Curro Romero y Concha Márquez Piquer, en una imagen de archivo. (Getty Images/Gianni Ferrari)

El revuelo generado y los nervios jugaron varias malas pasadas a la novia. En primer lugar, hizo esperar 20 minutos a sus invitados porque se olvidó su ramo de azahar en casa. Tuvo que volver y esperar a que un cerrajero forzara la puerta para poder cogerlo.

Tanto los novios como los padrinos necesitaron la ayuda de la policía para acceder a la iglesia. Tuvieron que hacerlo a través de la puerta de la sacristía en vez de por la puerta de la fachada principal. Una vez finalizada la ceremonia, la propia Concha Márquez Piquer cuenta cómo “al final me sacaron en volandas con una lipotimia, ya que me había bajado la tensión al haber estado sin comer todo el día, y nos fuimos al Hotel Wellington, donde se daba una cena para los más de 1.300 invitados".

Aquella misma noche, los novios viajaron a Palma de Mallorca, donde comenzaron su luna de miel que después continuaría en América. Allí, le esperaban varios compromisos profesionales a Curro Romero. “Luna de miel de tauromaquia para él. Luna de miel de pánico para mí”, confesó Conchita Márquez Piquer en sus memorias. La profesión de su marido traía a la cantante por la calle de la amargura. Aun así, ella prefería presenciar las corridas de toros que esperar en casa: “Era más doloroso esperar en casa una llamada”.

Cuando Márquez Piquer decidió seguir los pasos de su madre en el mundo de la música, se encontró con la oposición total de su marido. Tras siete años casados, la cantante debutó en 1970 a pesar del ultimátum que le había dado Curro Romero: “Me dio un ultimátum pero yo lo esquivé”.

placeholder Concha Márquez Piquer. (Getty)
Concha Márquez Piquer. (Getty)

Ninguno de los dos aceptaba de buen grado la profesión del otro. A eso se sumaban otros problemas que la propia Márquez Piquer confesó en sus memorias, como las salidas nocturnas de Curro Romero, las timbas de póquer y las infidelidades. "Ponérmelos (los cuernos), sí que me los puso, pero muchos años después de casarnos". "Las juergas flamencas de Curro duraban dos y tres días (...). Y cuando no, partidas de póquer interminables. Lo del póquer era, más o menos, soportable porque al fin y al cabo le tenía en casa, pero ¿y cuándo tenía que ir a buscarle a algún tablao preocupada porque se había prolongado más de lo normal?".

En junio de 1981 fue aprobada en España la ley del divorcio. Conchita Márquez Piquer y Curro Romero no tardaron en beneficiarse de ella y se convirtieron en la primera pareja de famosos que se divorciaron en nuestro país, en 1982, aunque ya llevaban tres años separados. Lo que nunca quiso conceder la cantante al torero fue la nulidad matrimonial, algo que generó tensiones entre ambos, pues eso se convirtió en el mayor escollo para que Curro Romero pudiera casarse por la Iglesia con Carmen Tello, la persona con la que rehízo su vida en 1996. "Yo no le había negado absolutamente nada, porque está meridianamente claro que yo no tengo potestad para dar o negar la nulidad a ningún matrimonio, ni siquiera al mío, cuando es un tribunal, el de la Rota, quien tiene que pronunciar una sentencia en un sentido o en otro. Yo me había limitado a contestar con la verdad cuando se me preguntó. Ya sé que si los excónyuges se ponen de acuerdo y les cuentan mentiras a los monseñores que forman ese Tribunal pueden llegar a obtener una sentencia de nulidad según su conveniencia. Pero a mí en ningún momento se me dijo nada". Así excusaba Márquez Piquer en sus memorias, su manera de proceder ante este asunto.

La relación de la pareja duró 17 años y fruto de la misma nacieron dos niñas, Conchita y Coral. Esta última perdió la vida en 1986, con tan solo 20 años, en un accidente de tráfico en Estados Unidos.

placeholder Curro Romero y Carmen Tello, en un acto en Sevilla. (EFE/José Manuel Vidal)
Curro Romero y Carmen Tello, en un acto en Sevilla. (EFE/José Manuel Vidal)

Curro Romero y Carmen Tello se casaron por lo civil en el año 2003. No fue hasta la muerte de Concha Márquez Piquer, en octubre de 2021, que la pareja pudo plantearse, por fin, la posibilidad de una boda religiosa que anunciaron en diciembre de ese año. Los planes iniciales eran que el enlace se celebrara a principios de este año, pero eso no ha ocurrido de momento. La fecha se ha ido retrasando y aún tienen pendiente la confirmación de la misma y todos los preparativos.

Quizás sea el 2023 el año en el que, por fin, Carmen Tello y Curro Romero puedan cumplir ese sueño.

Tal día como hoy, hace 60 años, tuvo lugar una de las bodas más multitudinarias y mediáticas de la década de los 50 en España. Concha Márquez Piquer y Curro Romero se daban el 'sí, quiero' en Madrid, en una ceremonia religiosa que permitió que, muchos años después, se convirtieran en los pioneros, dentro del mundo del espectáculo, en protagonizar un divorcio.

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