Bienvenido, Mr. DiCaprio

La increíble historia de la fábrica de diamantes (no de sangre) del actor en Trujillo: todos los detalles desconocidos de la aventura empresarial extremeña de Leo que empezará a construirse a comienzos de año

Texto Silvia Capafons
Formato Marina G. Ortega|Fernando Anido
Fotografías Patricia J. Garcinuño

1999, Sierra Leona. En plena guerra civil, un exmercenario de Zimbabue encuentra una piedra preciosa extraordinaria y la esconde. Sabe que gracias a ella puede salvar a su familia de una vida de refugiados. Se llama Danny Archer y se gana la vida intercambiando diamantes por armas. A Archer lo interpreta Leonardo DiCaprio en ‘Diamante de sangre’ (2006), donde se denuncia la extracción y comercialización de estos minerales para financiar conflictos armados en condiciones de explotación laboral.

2022, Trujillo. Una planta fotovoltaica aguarda el momento inminente de comenzar su construcción para elaborar diamantes. Los fines son bien distintos: la aplicación como semiconductores para el desarrollo de la industria tecnológica 5G y de automoción eléctrica y el impulso de nuevas energías sostenibles.

Probablemente, también de alta joyería. Hay más coincidencias. De nuevo, diamantes. De nuevo, DiCaprio.

Leonardo DiCaprio
Leonardo DiCaprio en un fotograma de la película Diamante de sangre. Cordon Press.

Por fortuna, estos diamantes no estarán teñidos de sangre ni vulnerarán derechos humanos, sino que se crearán de manera sintética gracias a la energía fotovoltaica, aportarán riqueza al pueblo y presumiblemente sanearán el planeta.

Este famoso municipio cacereño de poco más de 9.000 habitantes es conocido por su valor histórico; pasear por las calles del interior de sus murallas te transporta a los tiempos del descubrimiento de América. En su plaza Mayor, una de las más grandes de España, la figura del conquistador Francisco Pizarro a lomos de su caballo nos da la bienvenida de manera majestuosa.

Luego ese castillo en lo alto de la colina, lugar de asentamiento de romanos y árabes, quienes construyeron la alcazaba. Y ahora esos monumentos recibirán a Leonardo Di Caprio.

Izquierda: Plaza Mayor de Trujillo, uno de los rincones más visitados de Extremadura. Derecha: Imponente, el monumento del conquistador español Francisco Pizarro, nacido en Trujillo, domina la plaza Mayor.

No es de extrañar que Trujillo sea uno de los más visitados de la región, y a ello contribuyen el clima y la cantidad de días de sol. El mismo que en su día dio origen a la creación de plantas de energía solar como la que a comienzos del próximo año, y si todo sale como se espera, dará lugar a la fábrica de diamantes en la que participa empresarialmente el actor. La empresa que está detrás y que ha invertido 670 millones de euros, según nos confirma la Junta de Extremadura, es la californiana Diamond Foundry, que habla del proyecto industrial como uno de los primeros en el mundo alimentado al 100% por electricidad solar y, por tanto, totalmente sostenible. Y aquí es donde la española Benbros, líder en el sector de las energías renovables, resulta clave como socio energético. Benbros viene a ser para los trujillanos una especie de ‘Bienvenido, Mr. Marshall’. La esperan con los brazos abiertos, conscientes de que la iniciativa aportará puestos de trabajo, 300 directos para ser exactos, y aún más turismo del que ya tiene el lugar.

El Castillo, fortaleza construida entre el siglo IX y el XII.

Ahora bien, en esta historia hay otro señor Marshall, y es el actor de Titanic. Leonardo DiCaprio, una de las figuras más comprometidas en Hollywood contra el cambio climático, es inversor de Diamond Foundry, así que, indirectamente, lo hace en la nueva fábrica. “Estoy orgulloso de invertir en esta empresa de diamantes sostenibles sin el coste humano y ambiental de la minería”, ha dicho, según la web de la compañía. “¿Vendrá DiCaprio por aquí?”, se preguntan ilusionados los trujillanos. “La invitación la tendrá, por supuesto”, cuenta el alcalde, José Antonio Redondo, que recibe a Vanitatis en su despacho del ayuntamiento, un edificio palaciego del siglo XIX que tres siglos antes fue Casa de Comedias.

José Antonio Redondo, alcalde de Trujillo, en el Salón de Plenos del ayuntamiento, edificio que antes fue Casa de Comedias.

Un plato con el nombre de DiCaprio

En el restaurante Bizcocho, uno de los más famosos de la plaza Mayor, también están ilusionados. Lógicamente, esto es un gran plus para el comercio. Alina Mutean es la metre y recuerda a una pareja andaluza que hace poco fue a comer allí porque se enteró de la noticia y decidió conocer Trujillo. “Es una publicidad muy positiva, ya estamos pensando en crear un plato con el nombre de DiCaprio para cuando venga. Sería probablemente una lasaña con las verduras autóctonas: criadillas de la tierra, espárragos trigueros y cardillos, como no come carne… Pero si viene, con el cerdo tan maravilloso que tenemos, igual vuelve a comerla”, comenta la metre entre risas.

“Quizá creemos un plato con el nombre de DiCaprio”, dice Alina Mutean, metre del restaurante Bizcocho.

En una de las callecillas estrechas que bajan de la plaza está la pastelería Basilio. 90 años después de su apertura, la nieta del fundador, María José de Julián, permanece al frente de la tienda donde los derivados de almendra y frutos secos, de ascendencia árabe, así como la manteca de cerdo, son el secreto de los dulces típicos. “Yo lo que espero es que Leo entre por esta puerta a por un pastel, ¿te imaginas?”. Leo o Ronaldo, porque, señala el alcalde, “también el futbolista es inversor. No estaría mal que Angelina Jolie también lo fuera y nos hiciera una visita”, bromea.

Pero si uno se pasea por Arroyo Caballo pensando en divisar alguna pista del proyecto de joyas, se llevará una decepción, porque todavía no hay nada. Pasada la fase del interminable papeleo, la recalificación de terrenos y todos los informes necesarios, es inminente la concesión de licencia de obra para movimiento de tierras.

Basilio, con María José de Julián al frente, es una de las pastelerías más antiguas de Trujillo: tiene 90 años.

Si todo va según lo previsto, la construcción de la fábrica tendrá lugar a comienzos de 2023. Aunque hay voces discordantes que no lo creen. Preguntamos a un vecino que prefiere no dar su nombre, porque “aquí luego se critica si estás a favor y te llevas bien con el partido del ayuntamiento (el PSOE). Los que están en contra piensan que no se construirá, ni ahora ni luego, pero yo creo que sí, y además, como dueño de un hotel, espero que algunos trabajadores que vengan de fuera lo utilicen. Va a ser una revolución, nos hacen falta más proyectos como este”, concluye ilusionado. Sí, la mayoría de los habitantes del municipio cacereño aguardan felices la llegada de los ‘diamantes de sol’.

Hosteleros y empresarios aguardan con ilusión el proyecto. Entre agricultores y ganaderos hay cierto recelo.

Pero junto a algunos de los que no simpatizan con el partido que gobierna, está un grupo de agricultores y ganaderos que a la desconfianza añaden crítica. Lo confirma el mismo alcalde: “Las placas solares suponen un impacto visual, dicen algunos, pero no oigo a la gente quejarse del impacto visual de las autovías, y España está plagado. Luego están los agricultores y ganaderos, que se quejan de que cada vez hay menos tierra que explotar. Ya estamos estudiando el modo de hacerlo compatible; se puede explotar de otra forma, cinegéticamente por ejemplo, o plantar bayas de goji o vid”.

Trujillo vive de la ganadería y agricultura, principalmente. En el polígono Arroyo Caballo se ubicará la planta solar que dará vida a los ‘diamantes de sol’

Redondo está convencido de que Trujillo abanderará la reindustrialización. Ciertamente se espera, y todo apunta a que el final de la película será muy distinto (para bien) al de Berlanga de ‘Bienvenido, Mister Marshall’. Nadie sabe si Leonardo DiCaprio le hincará el diente algún día a un solomillo en la plaza Mayor del pueblo, pero parece que la ‘operación diamante sostenible’, con su previsible impulso económico y social, ha comenzado su cuenta atrás.

Hacer diamantes con sol. ¿Cómo?

Esta es una aventura sostenible desde los inicios: “Fuimos los primeros que apostamos por las placas solares en Extremadura y junto a los empresarios de Benbros empezamos una singladura hace un tiempo que espero que continúe. Cuando me explicaron lo de hacer diamantes con sol no lo entendí, soy profesor de Historia Antigua”. El funcionamiento es el siguiente: la fábrica, que necesitará hasta 120 megavatios de energía solar, ocupará unos 80.000 metros cuadrados y se situará en el polígono industrial de Arroyo Caballo; contará con reactores de plasma capaces de reproducir las condiciones necesarias de presión y calor para generar diamantes. El proceso es artificial, los diamantes no, y carece del coste medioambiental de la minería tradicional. Prosigue Redondo que “la línea fundamental será la de semiconductores relacionados con electrónica, y también para baterías de coches eléctricos. La sociedad quiere cada vez las cosas más deprisa.

Su relevancia histórica ha hecho de Trujillo uno de los mayores lugares de interés de Extremadura.

Lo que hace la naturaleza en un millón de años se hará ahora en un mes. Un diamante aguanta 1.200 grados, la temperatura del sol; las baterías pesan actualmente unos 12 kilos y con ellas haces 200 km. Con estos conductores podrán pesar alrededor de 2 kilos y hacer 800 km. Por ejemplo, para ir a Madrid no habría que parar 3 horas para recargarla”. De joyería no se habla tanto. “Puede ser que se destine una parte, pero no será el fin principal”, añade el alcalde, que señala la escasez de microchips como una de las necesidades del mercado automovilístico que podrá cubrir la iniciativa. Otra parte podría ir destinada al respaldo bancario de grandes fortunas: “Quien invierte de verdad, ni bitcoins ni nada, quiere oro o diamantes, y el oro ya se ha acabado”. De ahí el interés del protagonista de ‘La Playa’.

Huella de carbono cero

“¿De verdad creemos que hasta que no se agote el combustible, el petróleo o el gas se van a dejar de consumir? De momento vamos a tener que tragar con ellos, así que mejor llegar cuanto antes a un acuerdo para una desescalada de combustibles fósiles. Esta es una apuesta no por Trujillo, sino por el mundo rural.

El entorno, gracias a la cantidad de días de sol, es un enclave perfecto para la creación de plantas fotovoltaicas.

Tenemos sol y terreno, es cuestión de usar las dos cosas para desarrollar la industria, que es imprescindible; solo con el sector primario y el comercio es inviable la sociedad”. Benbros Energy confirma a Vanitatis que ve en el emplazamiento “la capacidad de producir suficiente energía renovable, de calidad y a costes competitivos, que es precisamente lo que Diamond Foundry requiere”. Extrapolar los beneficios de crecimiento y sostenibilidad más allá del pueblo cuenta con el respaldo absoluto de la Junta de Extremadura. Desde la misma, explican a Vanitatis que “esta fábrica demuestra que Extremadura está preparada para competir en la revolución verde y digital del siglo XXI. Hoy esta tierra está a la vanguardia para liderar una nueva realidad. Si todo va bien, en breve se convertirá en un verdadero referente industrial para nuestra región, que está liderando el desarrollo de renovables en España y en Europa: el 25% del desarrollo de fotovoltaicas del país proviene de Extremadura”, nos cuentan. Además, agregan, está el que puedan construir una planta fotovoltaica al lado de la fábrica. “Permitirá que el precio de la energía sea más barato y por lo tanto puedan ahorrar costes”, aclaran desde la Junta.

Juan José Benito y Marta Paredes, de la Escuela de Hostelería de Trujillo.

Juan José Benito es profesor en la escuela de cocina situada en el polígono donde irá la planta: “Lo de los diamantes me recuerda a cuando llegó Navidul e hizo una fábrica aquí, ha quedado un bolsa de empleo fija con trabajadores locales”. Las estimaciones de Redondo al respecto son alentadoras: “Es un modelo de gestión americano, unos 300 serán técnicos especializados, pero probablemente subcontraten todo: vigilancia, limpieza, mantenimiento, catering, etc, quizá hablemos del doble o triple de puestos en total”. Nos lo confirman desde Benbros Energy: un total de 700 puestos indirectos. Marta Paredes, también de la escuela de hostelería, tiene buen pálpito con los diamantes: “Se va a crear empleo y encima algo tan diferente a lo habitual aquí, tecnología. Y con huella de carbono cero”. Y de sangre, nada de nada.