La discreta y solidaria vida de Sandra Ortega, alérgica a la prensa y al lujo

Hace unos meses trascendía la noticia del insospechado regalo de Sandra Ortega a los niños de su pueblo. La mujer más rica de España iba a crear un parque público de 20.000 metros cuadrados en el municipio coruñés de Oleiros, en un terreno de su propiedad donde se iban a construir 88 viviendas. Como corresponde a su deseo habitual de mantenerse en un discreto segundo plano, la hija de Amancio Ortega no acudía al acto de presentación del proyecto y, por supuesto, se negaba en redondo a que el parque se bautizara con su nombre.

Esta es una de tantas muestras del carácter propenso al anonimato del que hace gala Sandra Ortega y que contrasta por ejemplo con la cada vez mayor exposición mediática de su hermana Marta, la nueva presidenta de Inditex. Mientras su hermana menor aparece en reportajes de 'The Wall Street Journal' y alterna con Naomi Campbell en su flamante exposición de Peter Lindbergh en A Coruña, ella conduce un utilitario y se mantiene apartada de los medios de comunicación.

Pero las cifras no mienten y de nuevo se ha vuelto a convertir en la segunda mayor fortuna de nuestro país. Según la clasificación de millonarios anual que elabora la revista 'Forbes', que encabeza como de costumbre Amancio Ortega con un patrimonio de 53.500 millones de euros, su hija le sigue en este ranking, a pesar de que su capital haya descendido un 14% respecto al año pasado y se haya situado en 5.400 millones de euros. Cabe destacar que ella es la única mujer entre los cinco primeros puestos de la lista.

* Si no ves correctamente este formulario, haz clic aquí

Una lista en la que encontramos curiosidades como el hecho de que, a pesar de no figurar entre los cien españoles más ricos, Rafa Nadal es el deportista con más patrimonio y se queda a las puertas de entrar en el ranking con 250 millones de euros. En el mundo de la cultura, la baronesa Carmen Thyssen aparece entre las veinte fortunas más importantes del país, con un patrimonio de 1.300 millones de euros, y veinte puestos más abajo, el cantante Julio Iglesias con 700 millones.

Siguiendo las normas de discreción y austeridad que tanto ha cultivado el fundador de Inditex, Sandra Ortega lleva una tranquila vida de provincias muy alejada de los lujos que se le podían presuponer a una persona con su cuenta corriente. Prefiere pasar desapercibida, existen pocas fotografías de ella y jamás ha concedido una entrevista. Tampoco es una figura habitual en las crónicas de sociedad donde sí se cuela habitualmente su hermana Marta.

La primogénita del matrimonio entre los fundadores del imperio textil gallego, Amancio Ortega y Rosalía Mera, a la que estaba muy unida y que fallecía en 2013 de forma repentina, nació en 1968 y está licenciada en Psicología por la Universidad de Santiago de Compostela. En mayo de 1971 nació su hermano Marcos, afectado con una parálisis cerebral. Sandra está casada con su novio de toda la vida, el que fuera su compañero de clase, Pablo Gómez, directivo de Inditex con el que ha tenido tres hijos: Martiño, Antía y Uxía.

"Yo creo que Sandra tiene mucho mérito", decía sobre ella su madre a Iñaki Gabilondo en una entrevista para Canal+. "A veces, tener unos padres brillantes en algún sentido, conocidos, puede aplastar el qué ser, el cómo ser".

Sandra Ortega está volcada en su trabajo como presidenta de la Fundación Paideia Galiza, la entidad que su madre fundó en A Coruña para dar oportunidades de integración a personas con discapacidad. Pero esa es tan solo una de las muestras de la solidaridad de la que ha hecho gala a través de los años. Uno de sus últimos gestos fue la donación, recién iniciada la pandemia de coronavirus, de un millón de las entonces tan necesarias mascarillas, además de 50.000 pantallas protectoras, así como 5.000 monos médicos de protección.

Con un trato con Inditex tan solo a nivel accionarial, nos sorprendía en aquel aciago 2020 con su poco habitual renuncia al anonimato cuando entraba en el consejo de la farmacéutica PharmaMar y también por su ruptura personal y profesional con el que fuera la mano derecha de su madre y suya propia, José Leyte.

Lejos de encarnar el tópico de millonaria que vive de las rentas, esta destacada filántropa está cimentando su fortuna también mediante inversiones en hoteles de lujo. Entre ellas destacan su importante participación en la cadena Room Mate, el futuro hotel Bulgari de París o varios establecimientos en Estados Unidos.

Pero ni su fortuna, ni sus negocios internacionales, ni las distintas formas de entender el apellido y la empresa familiar que mantiene con su hermana Marta parecen trastocar la normalidad de su vida familiar en Oleiros, donde pronto podrá pasear, tan discreta como siempre, por el parque que no llevará su nombre.