Así era Isabelle Junot, de 'MasterChef Celebrity' y marquesa de Cubas, hace 30 años
Isabelle Junot ha sorprendido a todos durante su paso por las cocinas de 'MasterChef'. Recordamos cómo era de bebé y cómo ha cambiado
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El tiempo pasa para todos, incluso para Isabelle Junot, a pesar de que sus rasgos aniñados y dulces parecen señalar en otra dirección. La joven está viviendo una aventura única tras las cocinas de ‘MasterChef’, haciendo amigos nuevos, conociendo a nuevos rostros y sellando alianzas de las que pueden durar una prueba o toda la vida.
Un programa lleno de emociones y para todas las edades, porque nunca se es demasiado mayor -o joven- para descubrir la pasión por la cocina. Gracias a eso hemos podido ver competir a artistas de la talla de Norma Duval o Xavier Deltell, pero también a jóvenes promesas como Pepe Barroso y la propia Isabelle Junot.
Porque a pesar de que nos encanta echar la vista atrás para descubrir cómo eran y cómo han cambiado los protagonistas de este programa, somos perfectamente conscientes de que la joven tiene 31 años, por lo que viajar treinta años al pasado nos lleva a su tierna infancia. Lo cierto es que la imagen que Junot compartió en sus redes sociales parece el ejemplo ideal para demostrar que hay cosas que nunca cambian.
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Obviamente, ahora ya queda poco de la niña que fue una joven de cabello claro y ojos redondos llena de ganas de aprender y descubrir el mundo… aunque puede que no haya cambiado tanto. En la imagen, una fotografía tomada en Saint-Tropez en 1992, se la puede ver disfrutando del mar, feliz de posar sobre la arena con un bonito gorro que la protege del sol con un gracioso gesto en su cara.
Un gesto que debe ser habitual en ella, pues una amiga no duda en comentar entre risas que “todavía lo haces”. Aunque puede que en realidad su amiga se refiera más al comentario que la propia Junot escribía junto a la imagen “haciendo nada bueno”. Un detalle que deja claro que su carácter inquieto y curioso no es de ahora.
No hay duda de que su vida ha cambiado mucho desde entonces, no por nada han pasado 30 años, pero también ha ido cambiando bastante con el tiempo, desde que disfrutaba de sus escapadas en familia junto a sus padres y sus hermanos hasta la actualidad, en la que ha formado su propia familia tras casarse con Álvaro Falcó y convertirse así en la marquesa de Cubas.
Nació en Nueva York en 1991, fruto de la relación entre la modelo danesa Nina Wendelboe-Larsen y del primer marido de Carolina de Mónaco, Philippe Junot. La pareja tenía tres hijos, Victoria, Alexis e Isabelle, y diez años después de su enlace, anunciaban su separación. Aunque ahora lleve tiempo afincada en España, lo cierto es que ha viajado a lo largo de todo el mundo y ha vivido en lugares como París o Los Ángeles, algo más sencillo gracias a su don de lenguas, pues habla cinco idiomas: inglés, castellano, francés, danés e italiano.
Durante mucho tiempo tuvo claro que su vocación era la interpretación, tanto es así que estudió Arte Dramático y Cine en la Universidad de Virginia. A esta profesión se dedicó durante un tiempo, pero más adelante decidió reinventarse, formándose para dedicarse a la nutrición, actividad que ahora desarrolla y que seguramente sea para ella un aliciente a la hora de seleccionar los ingredientes de las recetas que cocina en el programa, una experiencia que está exprimiendo al máximo.
Gracias a su cuenta de Instagram y a la hemeroteca (no podemos olvidar la fama de su familia) hemos podido ver cómo pasaba de ser una jovencita dulce, de rostro angelical, a convertirse en una mujer dulce, de rostro angelical. Hay cosas que nunca cambian y aunque ahora ya ha cumplido 31 años, lo cierto es que Isabelle todavía tiene mucho de esa niña que con un año se bañaba en arena con la misma ilusión que lo hacía en el mar.
El tiempo pasa para todos, incluso para Isabelle Junot, a pesar de que sus rasgos aniñados y dulces parecen señalar en otra dirección. La joven está viviendo una aventura única tras las cocinas de ‘MasterChef’, haciendo amigos nuevos, conociendo a nuevos rostros y sellando alianzas de las que pueden durar una prueba o toda la vida.