Santiago Segura, Ana Milán... Los famosos españoles nos dan su opinión sobre la polémica de Twitter

Si hay algo evidente es que todo cambio tiene consecuencias, y la adquisición de Elon Musk de la plataforma Twitter no ha sido una excepción. Compró la compañía el pasado 22 de octubre por 44 millones de dólares. Además de anunciar su intención de que este espacio comience a ser diferente y más seguro, algo que por el momento no ha pasado de ser un mero anuncio, ha tomado la muy cuestionada decisión de despedir, tal como han confirmado medios estadounidenses, a más de la mitad de la plantilla de trabajadores. Eso se traduce en más de 3.700 personas. Y las reacciones, como no podía ser de otra forma, no se han hecho esperar.

Han sido muchos los famosos que han tomado la decisión de cerrar sus cuentas, bien como una forma de protesta ante lo sucedido, o bien porque no confían en que el nuevo presidente de la compañía pueda aportar algo positivo en una red social que ya de por sí no pasaba su mejor momento. Las críticas por la no verificación de los usuarios eran tan solo la punta del iceberg de muchas otras relacionadas con el bienestar, la educación y el respeto entre usuarios. La modelo e influencer Gigi Hadid ha sido una de las primeras en abandonar, decisión que explicó en su cuenta de Instagram: “Se estaba convirtiendo cada vez más en un pozo negro de odio e intolerancia. No puedo decir que sea un lugar seguro para nadie, ni una plataforma social que hará más bien que mal”.

Más clara que ella fue Shonda Rhimes. La creadora de ‘Anatomía de Grey’ y ‘Los Bridgerton’, que contaba con más de dos millones de seguidores en la red, escribía: “No me quedo a esperar lo que Elon haya planeado. Adiós”. Toni Braxton, Téa Leoni o Sara Bareilles también han pulsado el botón de cerrar y no parece que vayan a ser los únicos.

¿Qué ha ocurrido en España?

Pero el desagrado generalizado que el multimillonario provoca no se ha quedado en Estados Unidos, que es donde parece haber habido más reacciones. También ha traspasado fronteras, pues la plataforma opera en casi todo el mundo. En España, la primera en marcharse y además en decirlo abiertamente y utilizando nombre y apellidos del ‘culpable’ ha sido la actriz Ana Milán: "He cerrado Twitter porque para mí no tiene sentido prestarle atención a una red social que tiene más de red que de social. Donde insultar sale gratis. Además, Elon y sus despidos me caen fatal. Y quiero tener la sensación de que sí se puede hacer algo. De que, si lo que haces no me gusta, te digo adiós. Así que ciao, Elon. Ciao, trolls cobardes. Echaré de menos el talento y el ingenio de mucha gente”.

Además de conocer la opinión de Ana Milán, Vanitatis ha querido ponerse en contacto con otros rostros conocidos usuarios de Twitter para conocer su opinión acerca de todo lo sucedido y si se plantean echar el cierre a sus cuentas. Pilar Eyre, periodista muy activa a través de esta red, tiene muy clara su postura al respecto: “Yo no me he planteado abandonar en absoluto, porque me encanta, me lo paso superbién. Para mí es una fuente de información, ya que tengo entretenimiento, tengo amigos, tengo lectores... He hecho una comunidad de 80.000 personas y me parece que les conozco uno por uno… Para mí, Twitter ha sido una gran compañía, no un gran descubrimiento, porque estoy en redes desde hace muchos años, antes de Twitter. Pero para mí es una fuente de enriquecimiento, de compañía y también una herramienta de trabajo para escribir mis artículos y mis libros; no pienso abandonarla, me es igual las luchas que haya en la cúpula, no me atañen, yo no he notado nada de esto de Elon. Yo creo que ha sido divertido, todos hemos hecho bromas sobre ello, y bueno, los que se van es que estaban hartos de la red, pero yo seguiré con Elon o sin Elon”.

La humorista Anabel Alonso, sin embargo, sí ha pensado en abandonar la red y tiene claro lo que no le gusta de ella: “Pues mira, yo muchas veces he pensado en dejarlo por la impunidad que hay, porque creo que faltan controles. Hay mucho anónimo que te insulta y todo, y luego cuando denuncias, muchas veces dicen ‘no incumplió las reglas de Twitter’ y yo pienso: ‘Dios mío, con lo que me ha dicho’. Entonces sí lo he pensado, pero lo pienso más ahora, especialmente, porque esté Elon. No sé si acabaré haciéndolo; de momento no, pero no porque este hombre haya despedido o dejado de despedir, porque al fin y al cabo es su compañía, él hace y deshace. Ahora, si cambian las reglas o me cobran por tener la verificación, pues ya veremos. Estaré muy atenta, de momento ahí voy”.

Una opinión parecida tiene la presentadora Nuria Marín: "He pensado en abandonar Twitter muchas veces, pero no por la llegada de Elon Musk, sino por la crispación y polarización que hay. Parecía que Musk quería reformar la red social para hacerla más amable, pero sus formas creo que aumentan y legitiman el 'hate'. Es por ello que cada vez la consumo menos y priorizo otras redes como TikTok".

En la misma línea de pensamiento se sitúa la actriz Melanie Olivares, que era muy asidua a Twitter hace un tiempo y lo fue apartando. Aunque todavía no ha cerrado su perfil, se muestra muy crítica con los últimos acontecimientos: “Actualmente, lo utilizo muy poco porque hay mucha agresividad y no me gusta, y ahora, con todo lo que ha pasado, con la mitad de la plantilla despedida, menos aún. Al final siempre es lo mismo, todo sirve para que se enriquezcan más los que más tienen y se empobrezcan más los que tienen menos. Ya no me gusta Twitter”.

Santiago Segura, director y actor, es otro de los rostros de nuestro país que interactúa a diario con los usuarios de la plataforma, y por ahora, no ha tomado decisiones acerca de seguir o no haciéndolo. La razón, al cierre de este artículo, es porque no está del todo enterado de lo que ha ocurrido: “No estoy muy al tanto de la compra ni de lo que ha sucedido”, decía con sinceridad al ser preguntado.

Hace poco más de un mes que Elon Musk tomó las riendas y ha puesto sobre la mesa varias ideas de lo que él considera mejoras para el uso de la red. Sin embargo, ninguna está del todo instaurada. No cabe duda de que el tiempo dará o quitará la razón tanto a quienes tienen plena confianza en el futuro de la compañía a su cargo como a quienes desconfían del magnate sudafricano. Por ahora, al menos en España, lo que reina es la incertidumbre.