Carta abierta de Eduardo Navarrete a Verónica Forqué en el aniversario de su muerte

“En un rincón del alma,
donde tengo la pena,
que me dejó tu adiós.
En un rincón del alma,
se aburre aquel poema,
que nuestro amor creó.
En un rincón del alma,
me falta tu presencia,
que el tiempo me robó…”

Así lo cantaba la propia Chavela Vargas y así es … en un rincón de mi alma te tengo, Vero, en un rincón de mi alma y, por supuesto, también de mi día a día. Al principio, cuando Samy, como bien conocemos a Samantha Vallejo-Nágera, tan solo unos meses después de tu partida, me regaló esa especie de foto/postal en la que aparecías, durante una grabación de Masterchef, donde coincidimos, solo logré sentir pena; ni siquiera sabía qué hacer al recibirla.

Sin duda, me invadió ese terrible miedo, existente, por desgracia, en la vida, de tener que enfrentarnos a la realidad y a las cosas que no nos gustan… pero es mirarte… y me vienen tantos buenos recuerdos…

Por ello, finalmente, decidí crear un altar, un pequeño rincón especial en mi habitación, donde te encuentras junto con una imagen de mi padre, que, desgraciadamente, falleció también hace muy pocos meses. Ahí es donde descansáis las dos únicas personas que os habéis ido de mi vida. Yo no sé si te lo vas a encontrar por ahí, aunque, la verdad, no creo que os fueseis a caer del todo bien (risas). Sin embargo, a mí, el veros cada mañana y cada noche me hace sentiros cerca.

Además, quiero que sepas que también guardo en mi despacho aquel boceto que te diseñé para esa próxima obra que tenías prevista hacer, aunque después nunca llegó. A pesar de que con ello se nos quedó algo pendiente, yo estoy completamente seguro de que tú y yo nos volveremos a encontrar, más tarde que pronto, para poder hacer y disfrutar de muchas cosas juntos.

Ahora, en ocasiones, tengo la sensación de no haberte podido disfrutar lo suficiente, porque me da la sensación de que te conocí en la prórroga del partido… Entre nosotros, hablando del partido, no te puedes imaginar cómo está aquí la cosa con el tema del Mundial… Es todo un auténtico solar, pero ya lo de Masterchef ni te cuento; hubieras alucinado.

Hay una a la que se le ha ido la olla y dice que hay concursantes que fuman durante las grabaciones (risas), ¿te lo puedes imaginar? Madre mía, nos tendría que haber visto, qué viajes tan divertidos hicimos, Vero.

Por último, simplemente, quiero gritarte gracias, gracias y mil gracias, una vez más, por haberme dejado compartir todo eso contigo. Tú sabes que durante todo este año he querido creer en el fondo que tú no sabías que te ibas ir o si… porque nunca supe qué pasaba por esa cabecita antes de tomar tu última decisión. La verdad, solo sé que de haber tenido la más mínima oportunidad de hablar contigo, hubiese hecho todo lo posible por que siguieras aquí.

Nunca me cansaré de decirte: ¡Te quiero y siempre te querré, Vero!