La sorpresa en la vida de Antonio Banderas: "El infarto fue lo mejor"

Hay momentos que cambian para siempre a una persona, y para Antonio Banderas ese instante llegó de la mano de un gran susto. El infarto que sufrió en 2017 fue para él un punto de inflexión, el instante en el que se planteó todo lo que estaba haciendo y colocó toda su vida en perspectiva.

No es la primera vez que Antonio Banderas habla de esta experiencia, ya en conversación para Vanitatis dijo de esta situación que “me salvó la vida”. Para el actor, esta experiencia fue reveladora porque le hizo comprender, tal y como ha confirmado ahora en una entrevista para el portal ‘Page Six’, que estaba demasiado preocupado por cosas que en realidad no tenían tanta importancia: “Me di cuenta de que probablemente era una de las mejores cosas que me habían pasado en la vida”.

Él siempre ha sido un hombre muy positivo, que busca el lado bueno de las cosas y la manera de solucionar los problemas sin dejar que estos le afecten más de lo que deberían. “La tristeza me dura poco tiempo, enseguida me recupero”, afirmaba en la misma entrevista, en la que se ha mostrado más que optimista con todo lo que sucedió, algo que ha sido su tónica general, pues hace tiempo confesó que no había sido tan grave como se había dicho.

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Lo cierto es que, aunque fue una situación delicada y que preocupó bastante a sus seres queridos y seguidores, el actor puede presumir de haberse recuperado estupendamente y de haber podido seguir con su carrera, que parece seguir en ascenso a pesar de que ya se encontraba en lo alto. Ahora compagina su labor en el teatro con películas como ‘El Gato con Botas: el último deseo’, donde pone voz al famoso Gato con Botas y comparte protagonismo con su gran amiga Salma Hayek.

La vida de Antonio ha cambiado desde que sufrió el infarto hasta hoy, aunque tampoco tanto como pudiera parecer. Enfrentarse a la muerte le ayudó a tener claras sus prioridades -“siempre sabes que vas a morir, pero en esos momentos ‘lo sabes”-, como su vocación como actor, pero también el amor por su familia y sus amigos, y, sobre todo, por su hija Stella, con quien comparte pasión por su profesión.

Antonio siempre ha sido un hombre de familia. Stella es fruto de su matrimonio con Melanie Griffith, con quien formó una divertida y cercana familia, tanto es así que los hijos de ella todavía le guardan un gran cariño, pues pasaron a su lado buena parte de su infancia y parte de su vida adulta. Ese amor no han tratado nunca de ocultarlo. Dakota Johnson le dedicó unas tiernas palabras antes de hacerle entrega de un premio.

Él hizo lo propio con su hija Stella, a quien quiso tener presente al recoger su Goya de Honor en 2015. Considera que ella es quien “ha sufrido más mi pasión por el cine, mis ausencias prolongadas, mis compromisos profesionales. Es la persona de la que me perdí los mejores planos, las mejores secuencias, y que, sin embargo, ha sido mi mejor producción. Te dedico este premio pidiéndote perdón a ti, Stella del Carmen, a ti, hija mía”.

Así, puede que el infarto haya sido una de “las mejores cosas que me han pasado en la vida”; le haya ayudado a poner en claro sus prioridades y dejar de darle importancia a todo aquello que no la tiene, pero no ha cambiado su esencia, pues Antonio ya tenía claro qué era para él lo más importante.