Cómo comenzó la relación entre Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa y el porqué de su ruptura

Fue toda una sorpresa descubrir que Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa mantenían una relación sentimental y no ha sido menos sorprendente conocer que han decidido ponerle punto y final a casi ocho años de amor. Hacía tiempo que los rumores de crisis en la pareja sonaban con fuerza, vacaciones por separado e incluso se llegó a afirmar que ya no vivían juntos.

Ahora Isabel ha confirmado para la revista ‘¡Hola!’ que, efectivamente, su historia de amor ha llegado a su final. Una noticia que llega poco después de la sonada ruptura de su hija, Tamara Falcó, con su prometido. Tamara ponía punto y final a su relación con Iñigo Onieva tras hacerse públicas unas imágenes que demostraban que él no había sido sincero con ella. En este caso no hay terceras personas, pero los celos del escritor parecen haber jugado un importante papel.

Para conocer el principio de esta relación hay que viajar un poco al pasado, de hecho, un poco más de lo que se puede pensar, porque antes de enamorarse, Isabel y Mario forjaron una bonita amistad que comenzó en 1986, cuando Isabel entrevistó a Mario para la misma revista en la que ahora anuncia su ruptura. Años más tarde, su relación cambiaría.

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En este caso, tenemos que ir hasta el año 2015, cuando una fotografía confirmaba que entre el escritor peruano y la ‘reina de corazones’ las cosas habían cambiado. Ella hacía unos cuantos meses que había enviudado, tras la muerte de Miguel Boyer; él, por su parte, todavía seguía casado con quien había sido su mujer los últimos 50 años, Patricia Llosa. De hecho, hacía poco que habían celebrado sus bodas de oro aunque la pareja siempre aseguró que el matrimonio estaba separado en el momento de empezar su relación sentimental.

La sorpresa era mayúscula para todos al conocerse la nueva pareja, también para la esposa del escritor, que se veía en la obligación de publicar un comunicado pidiendo respeto, también para sus hijos, que no se esperaban este cambio en la vida de sus padres. Esta historia de amor hizo que se abriera una brecha entre Mario y sus hijos, una distancia que por suerte, con tiempo, han podido superar y actualmente su relación vuelve a ser buena.

Estas fotografías eran prueba del romance, aunque este ya hacía tiempo que estaba floreciendo. De hecho, se suele señalar Londres como el inicio de su relación, en un viaje patrocinado por Porcelanosa. Ambos acudieron a la cena de gala organizada por el entonces príncipe de Gales (hoy rey Carlos III), con la que recaudaba fondos para su organización. Una ‘puerta secreta’ facilitaba los encuentros entre la pareja.

Tras hacerse público el romance, se dieron los pasos lógicos a seguir. Mario oficializaba su divorcio y comenzaba una nueva vida como hombre divorciado al lado de su nuevo amor, mudándose a la casa de Isabel en Puerta de Hierro. Las citas públicas, compromisos sociales, veladas en el Teatro Real y escapadas románticas marcaron los primeros años de su relación, algo que en los últimos tiempos parece haber quedado atrás, apostando por vacaciones más discretas, sin grandes viajes.

La pareja siempre ha dejado claro que entre ellos había una gran química, juntos se lo pasaban en grande, se reían mucho y tenían muchas cosas en común. Tal vez por eso Mario aceptó de buen grado que su vida pasara a ser de dominio público, pues los focos y la prensa forman parte de la vida de Isabel desde hace mucho tiempo. Hemos visto al escritor en portadas de revistas del corazón, concediendo entrevistas en las que hablaba sobre su relación con la socialité, siendo entrevistado por Tamara Falcó e incluso formando parte de su documental para Netflix.

Una historia de amor que en sus comienzos parecía idílica. Juntos superaron los comienzos complicados, las críticas públicas, el confinamiento durante la pandemia -que coincidió con el 84 cumpleaños del premio nobel- y el coronavirus de Mario, en abril de este año, por el que tuvo que permanecer ingresado en el hospital.

Ahora, en plenas fiestas navideñas, Isabel ha confirmado que su relación no era tan perfecta como querían hacer ver y que su historia de amor ha llegado a su final. Los motivos parecen ser varios, aunque se ha apresurado a descartar la existencia de terceras personas. Al parecer, esta decisión habría llegado precipitada por los celos -infundados- del escritor, así como por el desgaste de la relación. La pareja comenzará una nueva etapa, ahora por separado.