Cayetano Rivera: todas las pruebas de su pasión por la adrenalina y el riesgo en su año más difícil

Este año ha sido complicado para Cayetano Rivera. Hemos podido ser testigos del final de su matrimonio con Eva González y también se encuentra más distanciado que nunca de su hermano Francisco; por suerte, no todas las noticias son negativas, pues su relación con Kiko Rivera sigue siendo tan sólida como siempre y han podido pasar tiempo juntos estas Navidades.

Una nueva vida en la que muchas cosas han cambiado, como su casa, pero otras continúan como siempre, como la pasión de Cayetano por los deportes de aventura, las experiencias extremas y el gusto por actividades que conllevan cierto riesgo, algo que nadie ponía en duda teniendo en cuenta que es torero de profesión.

Su cuenta de Instagram se ha convertido en el mejor escenario para que el torero comparta estas experiencias, lo que, por un lado, es positivo, consigue el apoyo de sus seguidores, creando una comunidad en la que gente que comparta sus gustos puede sentirse a gusto. Por otro, se expone a las críticas de quienes no entienden su estilo de vida y no temen afearle ciertas conductas de riesgo de las que hace gala.

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Esto es precisamente lo que ha pasado en algunas de sus publicaciones, en las que nadie pone en duda la actividad en sí, sino más bien la forma que ha tenido el torero de abordarlas. Destaca el vídeo en el que él mismo es quien se graba montando en moto, sujetando el móvil con una mano. Estamos seguros de que el riesgo era mínimo y todo estaba dentro de la legalidad, pero la preocupación de sus seguidores ante el riesgo que estaba tomando parece ser extrema.

Esta no es la única vez que Cayetano se ha dejado llevar por su ‘adicción’ a la adrenalina. Está dispuesto a probar experiencias muy diferentes y a disfrutarlas al máximo, como pilotando un autogiro, en este caso acompañado de profesionales. Esto no ha evitado que su hija, Lucía Rivera, bromee en la sección de comentarios advirtiéndole para que tenga “cuidado”. Su hermano Kiko llega aún más lejos y confirma que “no me monto contigo ni muerto”.

Estas actividades un poco más atrevidas las compagina con otras que tienen riesgos controlados, como el senderismo o el trail running (carreras en escenarios de montaña), ideal para disfrutar de la naturaleza, una de sus grandes pasiones. Eso sí, que el riesgo sea menor no quiere decir que no exista; por ejemplo, en una de sus excursiones a la montaña se perdieron durante la bajada.

Hemos podido verle esquiando en la nieve, aunque de momento este año parece que este deporte ha quedado en un segundo plano. Los escenarios soleados son los que ganan y el mar se ha convertido en un estupendo refugio para él. Por lo menos así lo demuestra la imagen que ha escogido para felicitar el año, en la que se le puede ver saltando para zambullirse desde un barco.

Cayetano parece tener claro que no es el momento de privarse de nada, quiere probar nuevas experiencias y compartirlas con todos sus seguidores, que no se cansan en aplaudir sus aventuras y tampoco de preocuparse por su bienestar.