Arturo Valls, más allá del polémico loft de Rocío Monasterio: familia, paellas y Shakira

El nombre y primer apellido de Arturo Valls ha saltado de nuevo a los titulares, pero esta vez no ha sido por el estreno de un nuevo programa de televisión o de una película. En este caso, el tema tiene cariz judicial, ya que la Justicia ha condenado a la empresa de Rocío Monasterio por una obra ilegal en su loft del madrileño barrio de Lavapiés que se remonta a 2005. La Audiencia Provincial ha confirmado ahora el fallo de un juzgado de Madrid y condena a la empresa de la política de Vox a pagar más de 8.000 euros.

En 2020, cuando se revelaron nuevos datos sobre el caso, Monasterio llegó a hacer pública la dirección personal de Valls en Twitter, y este entraba en directo en el espacio de Cuatro 'Todo es mentira' para, con su habitual sentido del humor, dar su opinión sobre el espinoso asunto. "No quiero hablar porque lo mejor es que lo haga la Justicia. Y ahora encima estoy ocupado haciendo un arroz y esto me tiene muy preocupado", zanjaba entonces el tema.

Valenciano orgulloso y devoto hombre de familia, Valls reside en la capital desde hace décadas, junto a su pareja, Patricia, con quien mantiene una relación de más de 12 años. Tras abandonar la carrera de periodismo y comenzar a presentar un magacín en la televisión local valenciana donde tuvo como compañera a otra futura famosa, Carmen Alcayde, se presentó ante todo el país en 1998 como reportero en la primera etapa de 'Caiga quien caiga'. Entonces fue uno de aquellos hombres de negro que se convirtieron en un tormento para los políticos y famosos del momento a las órdenes del Gran Wyoming.

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Con una carrera afianzada en carismáticos papeles como el de 'Camera Café' y su larga etapa como presentador de '¡Ahora caigo!', ha logrado con tesón dejar de ser conocido como 'el de los concursos' o 'el de los chistes', para entre otros menesteres producir cosas serias como la película 'Tiempo después', de José Luis Cuerda, o conseguir ser galardonado en 2022 con un premio Goya, también como productor, por el corto 'Totem Loba', de Verónica Echegui.

Un galardón que celebraba de su manera preferida: con una buena paella. En plena Albufera, el humorista hizo de anfitrión junto al director más laureado de la gala gracias a 'El buen patrón', Fernando León de Aranoa, que consiguió seis de las veinte estatuillas a las que optaba. Junto a él estuvieron presentes parte de su equipo y un invitado muy especial: Joaquín Sabina.

Su afición a degustar y preparar el plato valenciano por excelencia es una de las curiosidades que descubrimos de él gracias a sus siempre espontáneas entrevistas y a unas redes sociales donde comparte momentos tanto profesionales como personales. Entre ellos destaca su faceta como tenista aficionado, un deporte que no se le da nada mal. Presumiendo de amistades le hemos visto posar junto a una estrella como Carlitos Alcaraz y también contar una divertida anécdota con raqueta famosa incluida a David Broncano en 'La resistencia'.

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Con el éxito aún fresco que supuso el estreno en cines de la película de 'Camera Café', este currante no deja de acumular proyectos como el rodaje de 'Mala persona'. Es en su oficina, rodeada de detalles de cultura pop, y que mostraba en una entrevista con la revista 'Esquire', donde tiene su base de operaciones. Allí destaca, además de la célebre máquina de café original de la serie, una flamenca con rostro de Lola Flores. "Es mi gran inspiración. ¿No decían de ella que ni canta ni baila, pero no se la pierdan? Pues eso es justo a lo que aspiro yo, como soy un vaguete... Eso sí, cuando hago las cosas las hago de verdad, sea lo que sea. Es la única fórmula para que te compren", asegura en tono profesional.

Sobre su pequeña familia, el presentador ha comentado que sobrellevan su fama de la mejor manera posible: en el caso de su mujer, un poco peor, y en el de su hijo, a medida que va creciendo lo va asimilando, aunque ambos le apoyan mucho. De hecho, Arturo ha comentado en alguna ocasión que su hijo, aunque es tímido, ya le imita, y es que eso del amor por el espectáculo les va en la sangre. En este caso, en la sangre paterna.

"Siempre lo cuento, pero cuando estábamos en reuniones familiares, en las fiestas del pueblo o en verano, mi padre era el primero que se disfrazaba de mujer y se lo pasaba bomba. Yo veía a la gente reír y bueno… ¡Fíjate qué referentes artísticos!", comentaba el presentador entre risas durante la emisión de una entrega de '¡Ahora caigo!', a raíz de la muchas ocasiones en las que le hemos visto travestirse.

Seguramente la más legendaria de todas ellas la recordaba él mismo en su último post de Instagram. Fue el inolvidable momento en el que Arturo se convertía en una loba enjaulada para imitar a Shakira de forma magistral en 'Tu cara me suena'. "Por lo que sea, me he acordado de esto", escribía el presentador junto al vídeo de aquella antológica actuación de 2012, que compartía coincidiendo con el aterrizaje de la 'Sesión 53' de la barranquillera junto a Bizarrap.