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Los Bono cuadruplican beneficios con una de sus empresas inmobiliarias
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Los Bono cuadruplican beneficios con una de sus empresas inmobiliarias

Ahorros Familiares Saja, administrada por Ana Rodríguez Mosquera y Ana Bono, ganó 407.000 euros en el ejercicio 2021 y repartió dividendos

Foto: Ana Rodríguez Mosquera, José Bono y su hija Amelia. (Cordon Press)
Ana Rodríguez Mosquera, José Bono y su hija Amelia. (Cordon Press)

José Bono y Ana Rodríguez Mosquera estuvieron casados casi tres décadas y son el perfecto ejemplo de que el sentido de la familia puede superar con creces cualquier desavenencia del pasado. La ruptura "amistosa y de mutuo acuerdo" que anunciaron en 2010 ha derivado con el tiempo en una relación entrañable, de la que vemos ejemplos constantes en las redes sociales. La última vez hace un mes, cuando Amelia Bono, su hija más conocida, colgó un vídeo desternillante en el que casi toda la familia (los dos abuelos, tres de los cuatro hijos y algunos nietos) canta lo que parece una versión de 'Bad Romance' de Lady Gaga.

Además de sus lazos de sangre, la familia mantiene también sólidos lazos empresariales en distintas sociedades. Una de ellas, Ahorros Familiares Saja, acaba de presentar los resultados del ejercicio 2021 y están de enhorabuena. Si en 2020 la entidad generó cerca de 100.000 euros de beneficios, en 2021 sus ganancias después de impuestos ascienden a 407.433 euros.

José Bono constituyó esta empresa en el año 2004, cuando era ministro de Defensa en el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Actualmente, la sociedad está administrada por su exesposa, Ana Rodríguez Mosquera, y su hija mediana, Ana Bono Rodríguez (la única de sus hijos que no tiene las redes sociales abiertas al público).

Su actividad se centra en la compraventa y el alquiler de toda clase de bienes inmuebles y "la intermediación del comercio". A lo largo de su historia, según distintos artículos de prensa, la mercantil ha tenido en propiedad varios pisos en Madrid y Estepona (Málaga). En la actualidad tiene a su nombre un céntrico ático con plaza de garaje en Madrid.

Aunque, según el balance de cuentas facilitado al Registro Mercantil, la sociedad no facturó nada en 2021, las razones de sus buenos números se encuentran en los ingresos de explotación, que ascienden a 568.000 euros (y fueron solo 18.000 en 2020). Los ingresos de explotación son todos aquellos que recibe la empresa por la venta de productos o servicios o, por ejemplo, por activos que se han revalorizado.

La obtención de beneficios, además, ha permitido a los accionistas llenarse el monedero. La sociedad repartió en ese ejercicio 162.000 euros en concepto de dividendos entre los accionistas.

placeholder Ana Rodríguez Mosquera, junto a Natalia Figueroa y Raphael. (EFE)
Ana Rodríguez Mosquera, junto a Natalia Figueroa y Raphael. (EFE)

La familia tiene varias sociedades inmobiliarias con las que rentabiliza su patrimonio. Recientemente, El Confidencial publicó que el expresidente de Castilla-La Mancha y su hija mayor, la conocida influencer Amelia Bono, habían comprado a través de dos mercantiles cinco inmuebles en Toledo. El asunto del patrimonio de la familia Bono ha estado más de una vez en la picota. En 2010, la Fiscalía del Supremo ya dejó escrito que los dos cónyuges del entonces matrimonio tenían una "alta capacidad de generar ingresos", por sus respectivos trabajos.

Durante su vida laboral, Ana Rodríguez Mosquera llegó a gestionar varias tiendas de Tous en Madrid y en Castilla-La Mancha en régimen de franquicia. Su hija Amelia siempre la ha apoyado en esta labor.

Y sin embargo, amigos

La separación de José Bono y Ana Rodríguez tuvo lugar hace casi 13 años y las razones siempre han quedado en la intimidad. Aunque en un primer momento la relación entre ellos no fue buena (ella llegó a declarar que no eran ni siquiera amigos), el tiempo fue poniendo las cosas en su lugar y ya en 2017 el discurso cambió: “Nos llevamos bien. Nos llevamos muy bien. Por ejemplo, las últimas navidades las hemos pasado toda la familia juntos, mis hijos querían y lo hemos hecho, lo cuento con alegría. ¿Que ha habido problemas? Sí, no lo niego, ¿pero quién no ha tenido problemas? Ahora tenemos una buena relación", explicaba el político en el programa de Bertín Osborne ‘Mi casa es la tuya’.

Ana Rodríguez y José Bono se conocieron cuando ella era estudiante de Sociología y él un abogado laboralista ocho años mayor. Compartían ideas políticas (estaban afiliados al Partido Socialista Popular de Tierno Galván) y se casaron en 1980. Ella trabajó en el ayuntamiento de Madrid e intentó mantener su vida profesional separada de la personal hasta que Bono llegó a la presidencia de Castilla-La Mancha. Suya es una famosa frase que hizo pública Bono: "Un día llegué y le pedí un beso. Ella me respondió 'que te lo dé Castilla-La Mancha".

Su divorcio revolucionó a la prensa rosa, que les había convertido en personajes de portada, entre otras cosas por la relación de su hija Amelia con Manuel Martos, hijo del cantante Raphael y Natalia Figueroa. y por la relación de Ana Rodríguez con el mundo de la moda. Desde su divocio, Ana ha preferido mantener un perfil bajo.

José Bono y Ana Rodríguez Mosquera estuvieron casados casi tres décadas y son el perfecto ejemplo de que el sentido de la familia puede superar con creces cualquier desavenencia del pasado. La ruptura "amistosa y de mutuo acuerdo" que anunciaron en 2010 ha derivado con el tiempo en una relación entrañable, de la que vemos ejemplos constantes en las redes sociales. La última vez hace un mes, cuando Amelia Bono, su hija más conocida, colgó un vídeo desternillante en el que casi toda la familia (los dos abuelos, tres de los cuatro hijos y algunos nietos) canta lo que parece una versión de 'Bad Romance' de Lady Gaga.

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