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Los "poco a poco" de Paloma Cuevas y Luis Miguel, camino de convertirse en un "ya está"
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SE CONSOLIDA LA RELACIÓN

Los "poco a poco" de Paloma Cuevas y Luis Miguel, camino de convertirse en un "ya está"

La pareja, cuyo romance confirmaba estos días la revista 'Semana', ha vivido un camino largo hasta llegar a consolidar su historia

Foto: Paloma Cuevas, en una imagen de archivo. (Getty)
Paloma Cuevas, en una imagen de archivo. (Getty)

Luis Miguel era uno más en la familia de Paloma Cuevas y Enrique Ponce. Siempre que sus compromisos profesionales se lo permitían, acudía cada verano a la Cetrina, donde se alojaba en el pabellón de invitados de la finca. En esas reuniones, lo habitual era que el torero y el artista cantaran a dúo. Desde pequeño, el Sol de México, como se le conoce, tenía una relación directa con Victoriano Valencia a través de su padre, Luisito Rey.

Por lo tanto, nunca ha sido un extraño en la vida de la familia de Paloma. Precisamente en la finca de Jaén fue donde se gestó la relación afectiva entre Luis Miguel y Genoveva Casanova. Paloma le buscaba novias entre sus amigas y una de ellas fue la exmujer de Cayetano Martínez de Irujo.

Había reciprocidad familiar y lo mismo pasaba cuando el matrimonio ejemplar viajaba a México por temas relacionados con el mundo taurino de Ponce. Era el anfitrión de sus amigos españoles.

placeholder El cantante, durante el concierto inaugural del festival de Cap Roig. (EFE/David Borrat)
El cantante, durante el concierto inaugural del festival de Cap Roig. (EFE/David Borrat)

Este equilibrio desaparece con la aparición de Ana Soria y la exposición mediática de la pareja. Imágenes publicadas en Instagram que no solo hacen daño a Paloma y a su familia, sino a los íntimos, que no entienden el proceso. Entre estos afectos de verdad se encuentra Luis Miguel, que desde el primer momento da su apoyo a la amiga y se convierte en su caballero andante. En esos primeros años entre ellos solo había cariño fraternal. Según la prensa mexicana, el cantante siempre estuvo fascinado por la personalidad de Paloma.

El tiempo pasa y también el dolor que supone para la empresaria que su separación estuviera en boca de todos. Retoma su vida laboral y comienza su colaboración con Rosa Clará. En esta nueva agenda como mujer independiente y divorciada también se abre un nuevo capítulo con salidas lúdicas con cenas y almuerzos, donde no todos los participantes están emparejados. Se barajaron nombres de posibles romances que en realidad no tenían ninguna base real.

placeholder Paloma Cuevas, en una imagen de archivo.
Paloma Cuevas, en una imagen de archivo.

Hasta que hace un año el nombre de Luis Miguel comienza a formar parte de los rumores que rodean la parcela íntima de la empresaria, que calla y ni confirma ni niega. El “poco a poco” amoroso ya comenzaba su cuenta atrás. Se revela como más que un rumor en septiembre cuando se anuncia en el programa 'La crónica rosa' de Federico Jiménez Losantos que ambos habían compartido verano en la mansión de la urbanización La Zagaleta, propiedad de Luis Miguel.

Ese dato, junto con otras informaciones en las que se sabía que el cantante estaba viviendo en Madrid (concretamente en el hotel Villa Magna), fue suficiente para atar cabos. La pareja iba poco a poco, pero ese poco cada vez era más público y ya no se escondían. A sus compras compartidas en El Corte Inglés, se sumaban las cenas en el restaurante Portonovo solos o en compañía de otros amigos. Actos que han dado naturalidad a la relación. Este local en la carretera de La Coruña era uno de los preferidos del rey don Juan Carlos. Se encuentra fuera del circuito de restaurantes de moda, pero cerca de La Finca, donde viven los duques de Anjou. Su casa en esta urbanización, a prueba de paparazzi, ha sido también el lugar de encuentro sin testigos molestos.

Hay que recordar que Paloma Cuevas es propietaria de una parcela que le regaló su padre, Victoriano Valencia, y en la que el exmatrimonio construyó una mansión que iba a ser la nueva vivienda familiar. No sería extraño que Luis Miguel pudiera instalarse en esa zona privilegiada de Pozuelo de Alarcón.

Foto:  Paloma Cuevas, en una imagen de archivo. (Getty)

Desde el verano, las reuniones compartidas con el grupo de confianza de Paloma han ido en aumento. Ellos conocían de sobra a Luis Miguel y, por lo tanto, no hacían falta presentaciones explicando la relación: “Aquí mi novio”. Aparecía con Miki, que es como se le conoce en la familia Cuevas, sin necesidad de dar más información. La realidad era la que era. Y así ha continuado con salidas en solitario y viajes que tampoco trascienden porque no hay testigos. El avión privado de Luis Miguel facilita la intimidad. No hay esperas en las salas vip de los aeropuertos.

placeholder Luis Miguel, durante un concierto ofrecido en Bogotá. (EFE/Leonardo Muñoz)
Luis Miguel, durante un concierto ofrecido en Bogotá. (EFE/Leonardo Muñoz)

Para uno de los desplazamientos que Paloma hizo a París, por cuestiones laborales y acompañada de sus hijas, que documentó en su Instagram en julio de 2021, pudo dejarle Luis Miguel su avión. Y no era la primera vez que el cantante facilitaba la vida a Paloma. Lo hizo también con Ponce, pero eso forma parte de un histórico que ya es un capítulo cerrado. Las manifestaciones de Victoriano Valencia a Vanitatis, hace unos días, reforzaban ese cambio de tercio, donde incluso quedaba abierta la puerta a un futura boda. “Solo quiero que mi hija sea feliz”, decía.

El miércoles, la revista 'Semana' daba la exclusiva mundial con las fotos de Luis Miguel y Paloma juntos en el aeropuerto de Bilbao en la zona de los aviones privados. Un viaje de ida y vuelta en el día que tenía un almuerzo en el exclusivo Asador Etxebarri. La prensa mexicana se hacía eco del reportaje dando por hecho el noviazgo de su Sol y la bella española.

Lo que ha sido un “poco a poco” se ha convertido en una relación que parece consolidada. Las imágenes no dejan mucho espacio para la imaginación y tampoco para las interpretaciones. Una de las versiones que ya circulan sobre este viaje se refiere a que estas fotos (¿permitidas?) serían el aperitivo de una futura aparición conjunta que no tiene por qué ser en ninguna revista sino en un acto público.

Luis Miguel era uno más en la familia de Paloma Cuevas y Enrique Ponce. Siempre que sus compromisos profesionales se lo permitían, acudía cada verano a la Cetrina, donde se alojaba en el pabellón de invitados de la finca. En esas reuniones, lo habitual era que el torero y el artista cantaran a dúo. Desde pequeño, el Sol de México, como se le conoce, tenía una relación directa con Victoriano Valencia a través de su padre, Luisito Rey.

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