Las claves de la reconciliación de Mario Vargas Llosa y Patricia Llosa

Aunque la inesperada separación entre Mario Vargas Llosa e Isabel Preysler se produjera hace apenas un mes, han pasado tantas cosas en el entorno de la familia del laureado novelista que cualquiera diría que ha transcurrido mucho más tiempo. Tras los reproches y acusaciones mutuas sobre las causas de la ruptura de una relación sentimental que había durado ocho años, la publicación de un cuento del peruano con amargas referencias a su noviazgo y la decisión de nuestra 'reina de corazones' de hacer pública ahora la carta que le envió Patricia Llosa en 2015, el premio Nobel se ha refugiado en su ex y en sus hijos en un momento muy importante de su carrera.

El autor de 'La tía Julia y el escribidor' está a punto de ser investido como miembro de la Academia Francesa, siendo esta la primera vez que se concede este honor a alguien que no ha escrito en francés, y en ese magno evento no solo estará acompañado del rey emérito Juan Carlos I, también le rodearán sus tres hijos y la que fuera su mujer durante cincuenta años.

La relación entre Mario Vargas Llosa y Patricia Llosa, que precisamente se iniciara en la capital gala hace seis décadas, ha pasado de la guerra fría entre los antiguos esposos cuando el escritor la dejó por la socialité filipina, tomando sus hijos partido por ella en la separación, a una etapa de bonanza y ahora a la de una aparente reconciliación en toda regla.

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Después de que hace unos meses padres e hijos se reunieran en su antigua casa de Lima en medio de un renovado clima de calidez familiar, estos días hemos visto más juntos que nunca a Mario y Patricia. Primero, como adelantaba Vanitatis, fue en Madrid, donde ambos disfrutaron de una comida en un restaurante acompañados de su hijo Gonzalo, la pareja de este y sus nietas.

Ahora los dos también se han dejado ver formando un frente unido en París, donde han celebrado el cumpleaños de su nieta Anaís Reich. El encargado de relatarnos la crónica de la aventura francesa de los Llosa es el hijo del nobel, Álvaro, que nos mostraba en su cuenta de Twitter una instantánea del matrimonio en su exclusiva casa, ubicada en la Rue de Saint Sulpice de la capital gala. "Con mis padres en París, en vísperas de grandes acontecimientos", apuntaba el también escritor junto a las instantáneas.

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Sobre las claves de un acercamiento entre el novelista y su exmujer que no hace tanto parecía improbable, fuentes de su familia aseguran a 'El País' que "fue Mario quien tomó la iniciativa de invitar a Patricia al evento de su incorporación a la Academia Francesa. Le pareció lógico y justo que la persona que ha estado a su lado prácticamente durante toda su carrera literaria estuviera allí presente".

Codiciado objeto de atención de la prensa en estos momentos, parece que la peruana no está llevando del todo bien el seguimiento de los periodistas y ha llegado a protagonizar un pequeño incidente con los reporteros que se encontraban a la entrada de la casa de Mario. Una muy enfadada Patricia incluso llegaba a amenazar a una reportera levantando su bolso con un gesto desafiante.

No olvidemos que cuando Vargas Llosa dio su discurso en Estocolmo tras recibir el premio Nobel, algunas de sus palabras más emotivas fueron para ella. "Ella hace todo y todo lo hace bien", aseguraba entonces sin poder contener las lágrimas. "Administra la economía, pone orden en el caos, mantiene a raya a los periodistas y a los intrusos, defiende mi tiempo, decide las citas y los viajes, hace y deshace las maletas y es tan generosa que, hasta cuando cree que me riñe, me hace el mejor de los elogios: 'Mario, para lo único que tú sirves es para escribir'", añadía de manera entrañable.

El citado medio sigue recabando información sobre esta reconciliación en el entorno del escritor añadiendo que "el reencuentro se ha dado de manera natural y espontánea", dado que ambos continúan "compartiendo intereses e inquietudes culturales e intelectuales". Estas fuentes confirman que en este reencuentro ambos han hablado de libros, de cine y de actualidad, y han recordado viejas anécdotas compartidas hace décadas en París. Finalmente, se apunta que "el hecho de que no tengan ningún reparo a ser vistos juntos en público dice mucho".

Tras esta estancia en la Ciudad de la Luz, donde también está previsto que Vargas Llosa y el rey Juan Carlos asistan a un almuerzo con el presidente francés, Emmanuel Macron, en el palacio del Elíseo, los Llosa tendrán otra oportunidad de reunirse en familia el próximo mes de marzo con motivo de la anunciada boda de su nieta Josefina.