Isabel Preysler no quiere más guerras: así ha sacado la bandera blanca

Mario Vargas Llosa ha sido uno de los grandes protagonistas esta semana. El nobel vivía hace dos días uno de los momentos más importantes de su trayectoria profesional y vital al convertirse en el primer autor en ingresar en la Academia Francesa sin escribir en dicho idioma.

Una de las estampas más llamativas durante el acto fue la del escritor acompañado de la que fue su mujer durante 50 años: Patricia Llosa. Ocho años llevaba ella alejada de Mario, los mismos que él vivió su sonado romance con Isabel Preysler.

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Alexandra Benito

Álvaro Vargas Llosa, el hijo del matrimonio, se refería a su madre como la mujer de la vida de Mario Vargas Llosa. Esta clara intención en recalcar públicamente el importante e irremplazable papel que Patricia ha jugado y sigue jugando en la vida del nobel era interpretada por muchos como una provocación más a la que hasta hacía pocas semanas era la novia de Vargas Llosa, Isabel Preysler. La ‘mala’ intención detrás de las palabras de admiración hacia su madre no sería de extrañar, teniendo en cuenta la anterior actitud de la madre de Tamara Falcó.

Tras su ruptura con Mario Vargas llosa, Isabel Preysler rompió su tradicional manera de actuar ante este tipo de situaciones. Siempre ha guardado silencio tras un fracaso sentimental, pero esta vez no lo hizo. Declaró que uno de los motivos de la ruptura eran los celos del escritor. También, ante el recelo de muchos de que hubiese recibido una carta de Patricia Llosa cuando comenzaba su relación con el nobel, no dudó hace pocos días en mostrarla de manera pública.

El llamativo comportamiento de Preysler, siempre abanderada de la discreción, nacía de un enfado provocado por lo que ella interpretó como un claro ataque de Vargas Llosa a su hija Tamara Falcó.

En un relato corto del escritor titulado ‘Los vientos’, publicado en octubre de 2021, Vargas Llosa hace referencia a la ficticia Facultad de las Islas Marquesas, donde "la Filosofía comparte departamento académico con Teología y Cocina". La reina de corazones vio en estas palabras una clara alusión a su hija.

Preysler asegura que cuando ella leyó este relato por primera vez, ese párrafo no existía. Cree que el escritor lo añadió después. La revista 'Letras Libres' cedió a 'Libertad Digital' el manuscrito enviado por Vargas Llosa, en el que ese párrafo no está. Desde la editorial del autor indican que no se editó "ni una coma”. Pero fuentes cercanas a Isabel Preysler han afirmado en ‘El Mundo’ que no es cierto.

Ahora, tras todos estos episodios incómodos, Isabel Preysler no tiene más ganas de guerra. En una entrevista concedida a 'LOC', es clara: “Solo quiero que esto pare. Lo único que quiero es que esta guerra se acabe”.

Y ha añadido: "No quiero hacer declaraciones. Estoy en un momento en el que prefiero quedarme callada, porque parece que todo lo que digo es una cosa gordísima y solo estoy diciendo la verdad". "No tengo ningún interés. Estoy muy bien como estoy. Quiero disfrutar de mis nietos, es lo único que me divierte verdaderamente ahora".

En el mismo medio, fuentes cercanas a Preysler afirman que la madre de Tamara difruta de un buen estado de ánimo general. "Lo que se publique no le está afectando de ninguna manera. Pasa totalmente de todo eso, es una cosa del pasado. Lo que no pasa es que se metan con su hija Tamara", añaden.