Djokovic estrena casoplón en Marbella: las imágenes de su Semilla de la Vida reformada
Las instantáneas muestran cómo el tenista y su esposa han acondicionado la antigua Casa Perla para convertirla en su segunda residencia
Novak Djokovic (el monarca del tenis mundial tras conquistar su décimo Open de Australia) celebró por todo lo alto en Marbella la conquista de su 22 Grand Slam. El serbio, eufórico tras hacer historia en el mundo deportivo, quiso pasar unos días de descanso junto a su familia y para ello viajó a Marbella. El tenista internacional ha inaugurado su mansión en Sierra Blanca, la comunidad más lujosa de España. Tras echar abajo el antiguo palacete árabe que había en la propiedad, Casa Perla, la mansión ya está reconstruida y acondicionada para su disfrute.
La nueva residencia de verano del número uno del tenis mundial se consagra ahora, tras la reforma, al más puro estilo minimalista, imbuida de la filosofía puramente 'feng shui', que tanto Novak como su esposa Jelena han querido impregnarle.
Vanitatis ofrece en exclusiva las imágenes con los detalles de esta mansión a la que distingue de las demás mansiones de la zona un signo: el de la 'semilla de la vida', un poderoso símbolo de gran importancia espiritual considerado esotéricamente como un modelo del Universo, que contiene la base de las formas de vida y todo lo que existe.
Este emblema, esculpido en la puerta principal del domicilio de la familia Djokovic, representa la hipótesis de los siete días de la creación de la vida. Según el credo, los siete círculos que decoran el portón de la vivienda protegen el interior de todo mal.
Jelena Djokovic, según manifiestan unos vecinos a este medio, ha estado en todo momento pendiente de las obras, con un seguimiento personalizado. Novak Djokovic, asentado en la Costa del Sol desde hace varios años, donde reside su hermano Marko y su 'sherpa' del tenis, Pepe Imaz, al que está muy unido, viene muy habitualmente a Marbella.
Así lo hacía el diciembre pasado con el objetivo de preparar la temporada tenística, y acudía a la pista de atletismo del estadio esteponero para trabajar, además de dejarse hacer selfies con los niños de la localidad y con su alcalde. La humildad es el lema de su vida, o eso dicen los que le conocen.
Un hogar en la Costa del Sol
Para el serbio, Marbella es su casa y este mes, tras ganar el Open de Australia, quiso celebrar este Grand Slam también con los suyos en 'la ciudad del canto sin dueño', donde ha pasado una semana. Posteriormente, se ha trasladado a Belgrado, donde está entrenando en sus propias instalaciones, el Tennis Center Novak, pendiente de si podrá participar en los Masters 1.000 de Indian Wells y Miami.
Tal y como contaba este medio en exclusiva hace un año, los Djokovic manifestaron su deseo de que su segunda residencia estuviese situada en Marbella. Por eso compraron en Sierra Blanca, y quisieron convertir la antigua Casa Perla, muy ostentosa y barroca, en la Semilla de la Vida, al más puro estilo 'feng shui'. El número uno del tenis mundial es practicante de esta filosofía, que se basa en encontrar el equilibrio y aportar energías positivas a los lugares que habitamos. De ahí que haya colocado todos los elementos en la paleta para diseñar lo que ahora es su casa con paredes blancas, maderas, muchas zonas verdes y cero ostentaciones.
El enclave se encuentra lindando con una de las cimas de la mágica Concha. Además, posee unas vistas privilegiadas a la montaña por el norte y al mar Mediterráneo desde el sur. La mansión tiene una superficie de 1.000 metros cuadrados distribuidos en varias plantas, con techos altos y grandes ventanales, que han sido ampliados para que la casa tenga más luz.
El interior de la casa, que antes no era del gusto de la familia, también va ahora en consonancia con una línea de colores neutros. La elección de los materiales y los colores, a cargo de Elena, son acordes con la filosofía de favorecer la armonización del hogar. Los nueve dormitorios que posee la casa, incluyendo la suite principal, han quedado marcados con amplios ventanales de techo a suelo con el fin de conseguir más luminosidad.
Los baños, jacuzzis y cocina también han sido reformados. La residencia tenía 8 baños construidos y se han suprimido la mitad. La filosofía que la familia practica, fuego, agua, tierra, madera y metal, los cinco elementos asociados a los puntos cardinales, está vinculada a la nueva decoración. Y así se ha orientado toda la vivienda para aprovechar el equilibrio con la disposición de las habitaciones y el mobiliario.
Discreción ante la ostentación
La inversión millonaria que el tenista ha hecho para construir su minimalista mansión choca con la ostentación de la zona. Las propiedades de sus vecinos pasan por construcciones megalíticas que emulan a palacios romanos y castillos de la vieja Sajonia. Pero el número uno del tenis mundial ha querido que su parcela de 3.500 metros pase desapercibida.
Rodeada de vegetación, palmeras y bambú, también posee una gran terraza con vistas al jardín. Sus espacios exteriores, el porche, el cenador, el gimnasio, la sala de juegos y la sala de cine, están ocultos por un forraje arbóreo que no permite ver nada desde fuera. La Semilla de la Vida es ya su segundo hogar. Por la urbanización pasea como un vecino más de Sierra Blanca. Incluso firma autógrafos a sus vecinos, unos aristócratas alemanes. Enfrente de su casa se construye un palacio grecorromano que tapa todo el horizonte. A dos pasos están sus canchas sagradas: las del hotel Puente Romano, que casi puede ver desde su jardín y donde rodó su último spot publicitario.
Novak Djokovic (el monarca del tenis mundial tras conquistar su décimo Open de Australia) celebró por todo lo alto en Marbella la conquista de su 22 Grand Slam. El serbio, eufórico tras hacer historia en el mundo deportivo, quiso pasar unos días de descanso junto a su familia y para ello viajó a Marbella. El tenista internacional ha inaugurado su mansión en Sierra Blanca, la comunidad más lujosa de España. Tras echar abajo el antiguo palacete árabe que había en la propiedad, Casa Perla, la mansión ya está reconstruida y acondicionada para su disfrute.