Sandra, la hija DJ de Fernández Tapias, habla de sus padres por primera vez

Sandra Fernández-Tapias es hija del empresario Fernando Fernández Tapias y su segunda mujer, Juana García-Courel. La joven fue, durante mucho tiempo, mano derecha de su padre en las empresas familiares. Comenzó a ayudar a su progenitor cuando este se encontraba desolado por la muerte de su hijo Bosco, quien falleció buceando en el año 2010 a los cuarenta años. “Mi hermano Tito y yo nos ofrecimos a trabajar con él para apoyarle después de lo de Bosco. ‘No queremos que nos pagues, queremos estar contigo’, le dijimos. Pero insistió en pagarnos. Es muy generoso” declaraba a 'Vanity Fair'.

En 2021 esa idílica relación se puso en entredicho cuando Sandra junto a sus hermanos Fernando, Iñigo, Borja y Juan Carlos pusieron una demanda de incapacitación contra Fernández Tapias. La intención era demostrar que no tenía capacidad para gestionar sus empresas, pero no tuvieron éxito. Lo que provocó fue que su progenitor sintiera una gran decepción hacia todos ellos, en especial hacia Sandra, quien había sido su mano derecha durante tanto tiempo.

Dos años más tarde, Sandra habla con cariño de los recuerdos familiares de su infancia en una publicación especializada en música dance, la revista 'Mixmag' Centroamérica. Allí, la talentosa DJ y productora musical recuerda cómo su madre les despertaba los fines de semana con música de grandes compositores como Bach, los valses de Strauss o los clásicos de Mozart y Vivaldi. “Estos recuerdos que perduran siempre en mí y cada vez que vienen a mi mente o cuando escucho una de esas piezas, me despiertan una sonrisa y un sentimiento profundo”, reconoce.

Es entonces cuando pasa a hablar de su padre, Fernando Fernández Tapias, y cómo durante los viajes en familia seleccionaba música de un largo repertorio que incluía a artistas como Julio Iglesias, Los Panchos, Michael Jackson o Barry White. También cómo escuchaba a sus abuelos tocar el piano cuando iban a su casa a comer o recuerda a su madre llevándolos a conciertos de música clásica. “También los karaokes improvisados entre mi hermano (Juan Carlos Fernández-Tapias) y yo".

Más adelante, sucedió un hecho que la marcaría para siempre: “A los dieciséis años mi madre me regaló mi primera mesa de mezclas y dos platos. Un punto decisivo en mi vida que luego confirmaría mi pasión por compartir mi música con todo el mundo”. Continúa hablando de las largas jornadas que compartían juntas en sus viajes recorriendo tiendas musicales. “Ella era la auténtica santa [en referencia a su alter ego musical, DJ La Santa] por la santa paciencia que tenía conmigo estando horas mientras yo buscaba joyas que en España en aquella época eran difíciles de conseguir”, afirma entre risas.

La afición por grabar sesiones, a Sandra le viene desde una edad muy temprana. A los seis años, cuando observaba a su hermana mayor hacer recopilaciones de su música en casetes se inspiraba y remezclaba sus propias sesiones con canciones de Madonna, Whitney Houston o George Michael. Al poco tiempo, ya incorporaba música electrónica. Vivió en ciudades como Londres, París o Miami y a su vuelta hizo un curso con uno de sus mentores, Ismael Rivas; con él ya produjo temas que se publicaron en sellos discográficos. A la vez comenzó a tocar como DJ en fiestas privadas de amigos, hasta que una amiga relacionada con la música la invitó a tocar en un club de Madrid.

Así se fue haciendo poco a poco un nombre en la industria musical y se estableció como productora y como disc jockey bajo el nombre de DJ La Santa. Como curiosidad, siempre aparece con tres rayas y un punto pintados en su cara, símbolo de las tres divinidades del hinduismo y un ojo. Lo que más le gusta de su trabajo, cuenta en la entrevista del citado medio, es que le permite unir sus dos pasiones: viajar y compartir su música. El momento más especial a lo largo de su carrera, no lo duda, fue cuando vio bailar a su madre disfrutando como nadie frente a su cabina en un club de Bali. También consiguió que su padre la fuera a ver a alguna de sus sesiones.

Redolent es actualmente su buque insignia y lo cofundó junto a su amigo Chus en junio de 2020. “Es un trabajo que marca un punto clave en mi vida, con un antes y un después tanto personal como profesional. Justo antes de nacer Redolent tomé la decisión de dejar varios proyectos y centrarme en mí. Casualmente a las pocas semanas llegó la pandemia, el mejor momento para gestar a este bebé”. Este proyecto no solo es música étnica y melodías de alrededor de la Tierra, tal y como ellos lo describen, también es un sello que da oportunidades a artistas emergentes.

Es una mujer en constante evolución, por lo que el próximo 10 de marzo planea lanzar su primer recopilatorio ‘La Santa Redolent Scents Blended by La Santa' con dos volúmenes, uno más ‘bailongo’ y otro más etéreo. También tiene como objetivo tocar en países donde todavía no lo ha hecho como India, Tailandia o Australia. El 23 de marzo estará en la Miami Music Week, lo cual reconoce que es un auténtico sueño cumplido, y pasará por España con Redolent por Madrid, Marbella e Ibiza.