Hooking, el caballo favorito de Griezmann que vale 100.000 euros y acumula victorias

Algo tiene en común el actual jugador del Atlético de Madrid Antoine Griezmann con su caballo predilecto, el pura sangre inglés de siete años Hooking, y es que los dos tienen madera de campeones. Mientras el mediocentro volvió a asombrar a todos este fin de semana en su actuación contra el Sevilla y aglutina un más que envidiable palmarés a lo largo de su carrera deportiva, su caballo no se queda atrás y ha ganado las cuatro últimas carreras en las que ha participado en Francia.

Su historia en común comenzó en octubre de 2017, cuando el futbolista adquirió al pura sangre siendo aún un potro por 97.000 Euros. Algo vio en él que le llamó la atención y no dudó en incorporarlo a su cuadra. El tiempo ha demostrado que su olfato con los caballos de carreras no le fallaba. Griezmann se encargó de que al potro le procuraran los mejores cuidados y el entrenamiento de su hombre de confianza, Philippe Decouz, sacando todo el potencial del animal y convirtiéndolo en un caballo ganador temido por todos sus adversarios. Con nueve victorias a sus espaldas, cuatro consecutivas y dos a comienzos de este 2023, su secreto, según los expertos, reside en su imbatible sprint final.

De momento, esas victorias ya han hecho que Griezmann esté obteniendo dinero con esta joya de caballo, pues las ganancias de Hooking ascienden a más de 200.000 euros y aún le quedan carreras en las que participar esta temporada. El caballo, que nació en marzo de 2016, es hijo de otro campeón, Lope de Vega, y de Quanzhou y, como decíamos, es el favorito del futbolista. “Me encantó desde el principio. Estaba un poco loco, como mi perro Hooking, por eso le puse ese nombre. Tengo una relación especial con él y tengo la sensación de que cuando estoy con él está más tranquilo. Le gustan mis abrazos, me encanta”, declaraba a una publicación especializada en turf.

Aficionado a las carreras de caballos por influencia de su padre, Alain Griezmann, el mediocentro francés posee una excelente cuadra en su país natal. El primer caballo que compró fue Tornibush, en 2018, un potro que ganó en la primera competición en la que formaba parte, por lo que sus comienzos en el mundo de las carreras de caballos ya comenzaron con buen pie. Después llegó Princesa (un nombre que puso en honor a su hija Mía) y el año pasado vendió al gran Txope (cuyo nombre estaba ligado al de su mujer, Erika Choperena). Según sus palabras, cada año él y su equipo se esmeran en buscar nuevas compras e inversiones en caballos jóvenes. Kizmambo, Delida o Loquito son otros de los caballos de su propiedad que han destacado últimamente. Todos ellos corren uniformados con la chaquetilla negra y rosa de sus cuadras, situadas en Macón (Francia).

Antoine Griezmann se casó en 2017 en Toledo con la navarra Erika Choperena. Lo hicieron concretamente en el palacio de Galiana, propiedad de la familia de Sofía Palazuelo, duquesa de Huéscar. Un palacio con diez siglos de historia que selló una historia de amor de seis años de recorrido y una hija en común, Mía. Después, la pareja se convertiría en padres de Amaro, en 2019, y de la pequeña Alba, en 2021. Una anécdota: sus tres hijos nacieron el 8 de abril. Erika es una mujer discreta y hogareña a quien le gusta vivir lo más alejada posible de los focos, aunque siempre que puede acompaña a su marido a los grandes partidos. Se conocieron cuando ella estudiaba Pedagogía en San Sebastián en 2011 y él comenzaba a jugar en la Real Sociedad, y se hicieron inseparables. En la primavera de 2021 creó Duzama, su marca de ropa infantil.

Si algo le gusta a Griezmann de ser propietario de caballos de carreras es poder disfrutar del mundo del turf con su familia: “Es un mundo que me hace olvidarme del fútbol y eso me encanta. Voy cada vez que puedo con mi mujer y mis hijos y pasamos buenos ratos con nuestros caballos”. Aunque reconoce pasar más nervios que en un partido de fútbol: “Es peor que tirar un penalti o tener la última ocasión de un partido. En las carreras no depende de mí y no puedo hacer nada. Eso me genera mucha más tensión. Si lo veo por la tele, me pongo de pie gritando durante la carrera”.