Todos los detalles del viaje familiar de Amelia Bono

Si hay una filosofía que sigue Amelia Bono es la de exprimir cada momento al máximo. La empresaria disfruta mucho del tiempo que pasa con su familia y amigos, ya sea dando paseos por Madrid, saliendo a cenar o realizando un viaje para desconectar de la rutina.

La influencer, que comparte su día a día con sus 464.000 seguidores, se ha convertido en todo un referente en cuanto a estilo y lifestyle se refiere. Sus looks triunfan y agota cada prenda que se pone, al igual que sus rutinas de skincare, que son seguidas cada vez por más gente.

Esta vez, la hija de José Bono ha aprovechado para escaparse a Grandvalira, una estación de esquí situada en los Pirineos dentro del Principado de Andorra. Y no lo ha hecho sola, sino que ha ido acompañada de sus hijos y su pareja, Manuel Martos, para disfrutar de la nieve y practicar sus dotes como esquiadora.

Amelia nos enseñaba primero la habitación donde se está hospedando, muy amplia y compuesta por una cama de matrimonio y otra individual. El baño, de mármol negro y con bañera, también muy amplio y cómodo. Pero sin duda lo que más ha gustado a Amelia han sido las vistas desde el balcón, que dan a unas pistas de esquí privadas del hotel.

Por supuesto, la empresaria nos ha mostrado su look de esquí, compuesto por unos pantalones térmicos y una sudadera, y un abrigo encima de la marca Norway. Todo en negro combinado con un casco en tonos beis y blancos a juego con los guantes, y unas gafas rosas de Adidas.

También ha mostrado las increíbles vistas desde la pista y ha explicado lo mucho que están disfrutando: “Nos está pareciendo brutal esta estación, no la conocíamos porque siempre vamos a lo mismo y de verdad nos parece brutal. Manu y yo hemos estado esquiando toda la mañana mientras los niños tenían clases”.

“En todo momento te ponen un montón de facilidades, tanto de equipamiento como de pistas. Y luego hay todo tipo de ambientes, tanto de marcha por si vienes con amigos, como más familiares para disfrutar con niños pequeños, como es mi caso”.

Por si fuera poco, también han disfrutado de un impresionante buffet libre a la hora del desayuno, y de una muy buena comida antes de seguir con las sesiones de esquí.

Un viaje difícil de superar, muy divertido y que la familia está disfrutando un montón.