Los hijos de Laura Boyer, arropados por la familia y los amigos en su funeral

Los cuatro hijos de Laura Boyer han recibido hace escasos minutos el cariño de su familia y de los amigos más cercanos en la misa funeral celebrada en la reconocible iglesia de San Manuel y San Benito, ubicada en el barrio de Retiro de Madrid. La liturgia religiosa, que ha comenzado aproximadamente a las ocho y media de la tarde con la sala completa, ha estado protagonizada por la presencia de los cuatro vástagos de la fallecida: Hugo, Gonzalo, Antonio y Amós, que llegaban a las instalaciones una hora antes de que se iniciase el acto para organizar con cuidado los detalles del último adiós y posteriormente ubicarse en el banco izquierdo de la sala, siguiendo la tradición, y tal y como ha podido comprobar Vanitatis, presente en el acto.

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Los dos primeros son fruto del primer matrimonio de la economista con Luis Imedio, mientras que los gemelos lo son de su relación con Antonio González. Aunque se separó de ambos, en los últimos años ha mantenido una buena sintonía con los dos, ya que les profesaba un gran respeto al ser los padres de sus hijos. Hugo, el primogénito, fue el encargado de enviar mensajes a través de WhatsApp a las amistades de su madre para comunicar la fatal tragedia, publicada en exclusiva por Vanitatis. Para algunos de ellos, especialmente los que no la habían tratado en los últimos años, su muerte fue una sorpresa. Por ello, han acudido al recinto eclesiástico cercano a la Puerta de Alcalá para poder despedirse de ella al son de música de órgano. Aunque no existan pruebas gráficas de esta celebración de carácter íntimo y privado, todos los allí presentes la definían como una buena persona, generosa y muy cariñosa.

Laura Boyer fallecía a los 57 años el pasado 23 de febrero en su casa del barrio de El Viso, en Madrid, a consecuencia de un cáncer del que no quiso recibir tratamientos experimentales en sus últimos meses de vida, debido a las múltiples secuelas de los mismos. Esta enfermedad también afectó a parte de su familia más querida, como era el bisabuelo materno, Amós Arnedo, y su madre, la doctora especializada en ginecología Elena Arnedo.

Laura era una mujer con una inteligencia por encima de la media como lo fue su padre, Miguel Boyer, pero con un corazón demasiado sensible que en determinadas ocasiones se rompió. A pesar de tener grandes amigos que no la abandonaron en las situaciones más complicadas, la hija del exministro de Economía y Hacienda tuvo también varias travesías por el desierto a lo largo de su vida.

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La separación de sus padres fue para Laura su primera crisis emocional, que la afectó a lo largo de su vida. Por ello, a pesar de que empezó la carrera de Económicas con tan solo 20 años, la finalizó estando ya casada, tal y como le prometió a su padre. En su entrevista póstuma publicada hace quince días en la revista 'Semana', también explicaba cómo cambió su padre cuando decidió formar otro proyecto de vida con Isabel Preysler. Esta será la última información que tenemos sobre ella.