¿Mantiene Isabel Preysler el trono de 'reina de corazones'? Hablamos con expertos
Miembros de su equipo, estilistas y expertos en marketing de moda analizan cómo los últimos acontecimientos influyen en la imagen de la 'socialité' por excelencia
Isabel Preysler se ha visto envuelta en los últimos meses en varios episodios alejados de aquella imagen casi aristocrática que siempre ha proyectado. Rupturas, declaraciones cruzadas con su ex Mario Vargas Llosa, acusaciones en prensa de la hija fallecida de su difunto marido, Miguel Boyer...
Y ahora Julio Iglesias, la estrella mundial, ha salido en defensa de su exmujer, a la que considera expuesta sin motivos a una polémica innecesaria. ¿Pueden estos factores hacer caer del trono a la 'reina de corazones'? Las opiniones son dispares.
Desde su entorno laboral nos lo niegan rotundamente. Su estilista, Cristina Reyes, amiga de la familia de toda la vida, se muestra hasta ofendida ante la pregunta de qué podríamos hacer para mejorar la imagen de Preysler: “Porque su imagen es la de siempre, no hay que hacer nada, es la imagen de una señora, con mayúsculas, la de una mujer elegante, discreta y tremendamente generosa”. Reyes trabaja desde hace años con la ‘socialité’ por excelencia y nos dice que suscribe palabra por palabra lo que ha dicho Julio sobre Isabel.
Sin redes sociales
Desde el mismo entorno, otro asesor nos habla en privado porque su visión no es tan positiva sobre la actual situación en la que se encuentra Preysler. Nos cuenta que algunos de sus asesores emprendieron una guerra con ella que han ido perdiendo batalla a batalla, pero que no dan por finalizada. Quieren que la 'reina de corazones' tenga redes sociales, la mejor arma que se puede usar para vender la imagen de uno. Ella, sin embargo, se resiste.
“Dice que eso es vender su privacidad y que no le interesa nada”, nos cuenta desde el anonimato una persona del entorno profesional de Preysler. “Sin redes, no eres nadie, y ella tiene un caché elevadísimo. Con lo que cobra, se podría pagar a todas las influencers de España juntas, cada vez es menos rentable y las marcas lo que quieren es vender. Necesita redes sociales y para ella el ‘¡Hola!’ es su Instagram, eso debería cambiar”.
Es uno de los puntos débiles, nos asegura este profesional, de Preysler. En cambio, Cristina Reyes opina lo contrario: “Que quede escrito: ni quiere ni debe tener redes sociales, ella está por encima de eso, no lo ha necesitado, no lo necesita y no lo necesitará nunca”.
Los expertos
Ante estas opiniones diferentes, desde Vanitatis hemos pedido consejo a diversos asesores de imagen, expertos en marketing y en vender moda para que nos digan qué piensan sobre la imagen de Preysler, si pasa por una crisis reputacional o si es algo que no la afecta en absoluto.
La consultoría Personality Media, especializada en imagen de famosos en España y fundada por Santiago Mollinedo, lleva “analizando la imagen de Isabel desde el año 2005 hasta hoy, cada seis meses”. Nos lo cuenta el propio Mollinedo, quien señala que Preysler “ha tenido subidas y bajadas a lo largo de este tiempo, pero si retomamos los últimos 10 años, su puntuación más alta se encuentra entre finales de 2014 y mediados 2015 (cuando falleció Boyer), y la más baja es este marzo de 2023".
Para este analista, “son dos referencias en el tiempo que coinciden con distintos acontecimientos mediáticos que salen de lo habitual”. Ante una situación trágica, “el personaje se puede volver más humano; rodearse de una tragedia personal es algo que acerca a la gente que es incluso más amable con la figura pública”.
Vargas Llosa y el hundimiento
Es después de su separación de Vargas Llosa cuando la imagen de Preysler cae en picado, según Mollinedo: “Se ve una pequeña caída de mayo a noviembre, que se reafirma con su dato más bajo ahora en marzo”. Las notas que logra la socialité no llegan ni al ‘aprobado’. "El público le da un 4,4 en confianza, un 4,2 como modelo a seguir y un 3,9 en llamar la atención". Estos datos son algo “nunca visto antes en su perfil”.
Con todo, nuestra reina de corazones sigue siendo la reina de la elegancia. Ese es “el patrón que diferencia su imagen, y la variable en la que siempre destaca, muy por encima del resto de personajes que analiza el Estudio de Personality Media, donde investigan a más de 3.000 famosos”.
'Sobredosis Preysler'
Antes de dar su opinión, Evelyn Fernández, fundadora de la agencia especializada en moda Antipodes Comunicación, quiere dejar claro el valor absoluto de Preysler: "Ante todo estamos hablando de la socialité que ha hecho historia en España y que posiblemente esté entre las cinco mas importantes de Europa, más de 30 años en primera línea de fuego del mundo mediático no es un tema menor". Dicho esto, añade, "en estos últimos meses hemos tenido una 'sobredosis' de su presencia mediática no por voluntad propia, sino por la serie de acontecimientos relacionales tanto de su expareja como de su gran familia, algo que no es positivo".
Desde el punto de vista de esta experta en marketing, "cualquier personaje o marca que se exponga en exceso puede llegar a crear el efecto contrario. Por ello, un tiempo de pausa y posteriormente una nueva puesta en escena sería fantástico, lo esperaríamos con ilusión los que admiramos su buen hacer mediático".
"Trabajar la actitud"
Jesús Reyes, periodista experto en moda, estilista y CEO de CoolHunting Madrid Comunicación, analiza las últimas apariciones de la ‘diva’ y considera que “debe trabajar la actitud a la hora de lucir sus propuestas de moda”. Este experto señala que “está claro que la socialité ha decidido optar por ser un perfil bajo y discreto durante las últimas semanas, por motivos varios, pero el pisar o posar segura, fuerte y empoderada delante de las cámaras es imprescindible para conquistar de nuevo al gran público”.
Porque, añade, “no hay mejor manera de defender una propuesta de estilo que el verse segura y alegre para crear efecto influencia ante el resto de mujeres de su quinta y, por supuesto, también en generaciones más jóvenes”.
Por mucho que viva cierta crisis, Reyes sigue la línea de la estilista de Isabel Preysler: “Ha sido siempre, sobre todo en la década de los 90 y primeros años del 2000, el referente de moda más grande de nuestro país y parte del extranjero. Combinando estas claves, ser de nuevo precursora de tendencias, apostar por el color y sentir su empoderamiento, logrará volver a ser la 'reina de corazones' que siempre ha sido”.
'Revolución Preysler'
Conectar con las nuevas generaciones, algo que parte de sus asesores buscan en Preysler, es también clave para otra conocida estilista. Marta Pontnou, especialista en moda y asesora, entre otros, del presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, y su mujer, Janina Juli, va más allá de posibles crisis de actualidad, algo a lo que no da importancia. “Yo lo que haría sería bajarla del pedestal, acercarla a la gente, en especial a las mujeres, que ya no compramos esa idea de distancia y sofisticación que antes vendía”, nos dice Pontnou.
“Estamos en un momento en el que este tipo de mujer altiva, distante, poderosa económicamente, lujosa, lo que hace es crear una barrera con la gente de la calle, con las mujeres trabajadoras, con las personas con las que ella seguramente quiere empatizar, como las consumidoras de revistas”, añade.
Esta experta, que acaba de publicar un libro de provocador título, ‘Els pecats de la xona’ (‘Los pecados del coño’, Rosa dels Vents, 2023), escrito mano a mano con Laura Fa, es una de las mujeres que revoluciona la imagen femenina en los últimos años. Desde su posición innovadora, considera que las mujeres “ya no nos sentimos reflejadas en ese lujo; a nuestras madres, la generación de los 50 y los 60, les gustaba ver a estas mujeres como Preysler, con marcas de lujo, con ese peinado siempre perfecto, se miraban en ellas como en un espejo para lograr ser ellas”.
Algo que ha cambiado, dice: “A nuestras generaciones nos crea más distancia, ansiedad y presión estética porque sabemos que jamás podremos llegar a ser como ellas, porque tienen servicios estéticos, marcas…”.
Así, más que hablar de sus declaraciones o sus posibles conflictos personales, Pontnou nos habla de cambiar su estilo: “La auténtica revolución de esta señora para que la volvieran a mirar con cariño sería bajar un escalón de este aura de poder. Porque ni la edad la acompaña ni todo lo que ha vivido la acompaña. Tendría que decir ‘soy como vosotras, he sido la mujer más elegante y más rica y los hombres también me han fastidiado igual”.
Y para esa ‘revolución Preysler’ que nos propone Pontnou, ella “buscaría un look más bohemio, algo más cercano, más espiritual, no tanto encorsetamiento de tacones, medias, cinturas apretadas. Un peinado más relajado, que refleje esa liberación de esas mujeres oprimidas que han vivido escondidas tras la laca y el rimel. Ropa más étnica, con más compromiso social y menos galas benéficas, compromiso real”.
Isabel Preysler se ha visto envuelta en los últimos meses en varios episodios alejados de aquella imagen casi aristocrática que siempre ha proyectado. Rupturas, declaraciones cruzadas con su ex Mario Vargas Llosa, acusaciones en prensa de la hija fallecida de su difunto marido, Miguel Boyer...